Menos inversión, más caja y dividendo, la fórmula de Telefónica para su enésima reinvención
La compañía presenta su esperada hoja de ruta a los mercados con la apertura de una nueva era como telón de fondo y una estrategia dirigida a crecer de forma más eficiente y sin sacrificar la retribución al accionista
9 noviembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
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A las puertas del centenario de Telefónica, que llegará en apenas seis meses, su actual presidente, José María Álvarez-Pallete, dejó una de esas frases lapidarias que marcan un antes y un después: "Nunca más seremos sólo una empresa de telecomunicaciones". Un mensaje especialmente disruptivo para la empresa que durante tanto tiempo ostentó el monopolio del sector en España.
Pero de eso se trataba la presentación del plan estratégico de Telefónica para los próximos tres años, de dar a entender al mercado que el pasado quedó atrás y que poco tendrá que ver con lo que le espera a la operadora de aquí en adelante.
Un supercomputador
El ejecutivo dejó resuelta la incógnita ante los numerosos analistas internacionales que asistieron a la exposición del plan 2023-26 en la sede de Telefónica en Madrid. ¿Qué es ahora Telefónica? "Somos un supercomputador con millones de terminales en todos los rincones, lo que nos da una evidente ventaja comercial".
Una cuestión nada baladí porque, en términos operativos, la compañía será lo que dé de sí su capacidad para generar caja. La fórmula para crecer con una hoja de ruta que contempla un recorte de las inversiones hasta un objetivo en el entorno del 12% de las ventas, frente al 15% que reflejan los últimos resultados de la operadora.
"Ahora podremos dar más servicios a nuestros clientes con menos capex. Estamos en el inicio de una nueva era y preparados para adaptarnos a su evolución", destacó el presidente de la compañía, que hizo hincapié en el complejo escenario en el que le tocará actuar a la nueva Telefónica.
"Todo está cambiando, las compañías de telecomunicaciones se cruzan en el camino con la inteligencia artificial, los supercomputadores, el internet de tercera generación (3W)... es el momento de avanzar en la estrategia".
Crecimiento sostenible
Un crecimiento sostenible aunque moderado, con objetivos de mejoras del 1% anual en los ingresos y el 2% en el resultado operativo (ebitda). Pero con un elemento fundamental para retener a los accionistas y atraer capital: asegurar el dividendo.
La retribución de 30 céntimos de euro por acción que se ha mantenido durante los últimos años forma parte de los férreos compromisos de la compañía aunque, en este caso, como una suerte de acuerdo de mínimos con los socios, toda vez que se trata de un suelo.
Más de 6.900 millones
De hecho, Álvarez-Pallete aseguró, a preguntas de los analistas, que la cuantía podría revisarse al alza si los resultados son mejores de lo previsto. Y que, en cualquier caso, siempre será en metálico (los script-dividend, que permiten la opción del abono en forma de acciones, también forman parte del pasado). Una vez más, la clave estará en la capacidad para generar caja.
De resultas, aún sin subir de esa cota mínima, Telefónica repartirá entre sus socios en torno a 6.900 millones de euros, incluyendo la retribución con cargo al ejercicio 2023, que ha sido ratificada por el consejo.
Entre los beneficiarios figurará Saudi Telecom, propietaria ya del 4,9% del capital y que espera hacer efectiva la compra de un 5% adicional cuando obtenga la pertinente autorización del Consejo de Ministros.
Precisamente, de este organismo también dependerá que el Estado sea igualmente partícipe de los planes de Telefónica para retribuir a sus socios, si finalmente decide encomendar a la SEPI la toma de una participación en la empresa, a fin de reforzar un núcleo duro de accionistas españoles.
"Más simple, más fuerte"
No obstante, ha sido escaso el protagonismo que ha tenido el componente "político" en el acto que ha servido para que Telefónica explique las bases de su enésima reinvención. "Es el momento de avanzar porque las estrategias anteriores ya han dado sus resultados", señaló Álvarez-Pallete, quien condensó en una sencilla frase lo que será la Telefónica del futuro: "Una empresa más simple, pero también más fuerte".
Cifras y compromisos. Pero, por encima de todo, doctrina, mensaje. Algo que no ha sido fácil de digerir por parte del mercado. Así, la cotización de Telefónica ha sido una montaña rusa desde que han empezado a conocerse detalles del plan.
Tras una primera reacción al alza, que ha llegado a superar el 3%, el valor se ha dado la vuelta de forma espectacular y ha acumulado descensos próximos a los dos puntos porcentuales.
Finalmente, el dilema ha quedado más o menos en tablas, con un leve retroceso del 0,5% y la sensación de que a los inversores les hace falta la aparición de las primeras evidencias para tratar de decidirse.