Arabia Saudí esperará al nuevo Gobierno para iniciar el asalto al 9,9% de Telefónica

Aunque el sorprendente desembarco de STC se hizo público a comienzos de este mes de septiembre, por el momento las maniobras no han pasado de lo estrictamente financiero, pese a que la adquisición de tan importante porción del capital requiere también de numerosos trámites administrativos.

Debate de investidura

Una prolija actividad de intercambio de documentación, reuniones y negociaciones que aún no han dado siquiera los primeros pasos cuando se ha cumplido casi un mes del primer anuncio. La explicación radica en que STC no quiere dar un solo paso mientras el Gobierno español se encuentre en funciones, como es el caso actual. 

Este martes se inicia en el Congreso de los Diputados el debate de investidura del candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, aunque cuenta con pocos visos de culminar con éxito dados los insuficientes apoyos que tiene en la Cámara Baja. 

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a su llegada al pleno del Congreso, este jueves en Madrid Juan Carlos Hidalgo EFE Madrid

De confirmarse este extremo, todo apunta a que el jefe del Estado, Su Majestad el Rey Felipe VI, encargará la tarea al candidato del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que lideró la segunda lista más votada. Un proceso que podría extenderse hasta mediados del próximo octubre. 

Aunque finalmente se confirmara que las negociaciones de Sánchez con sus socios culminan en un acuerdo y hacen posible la investidura, el proceso de confección del nuevo Ejecutivo se prolongaría durante algunas semanas más. En ningún caso habrá movimientos por parte de los saudíes hasta que no tengan claro a qué personas deberán dirigirse para presentar los documentos que se requieran a fin de que el Ejecutivo permita a STC superar el 5% de Telefónica. 

Criterios de prudencia

Si bien la operadora de Oriente Medio no precisa de permisos para comprar hasta el 4,9% del capital, la posición de Telefónica como contratista en numerosos asuntos relacionados con Defensa y seguridad de las telecomunicaciones hace necesario el visto bueno del Consejo de Ministros para ir más allá, en concreto, hasta el 9,9% que pretende STC.

Fuentes del mercado apuntan que todas las operaciones de STC están controladas al milímetro por PIF, fondo soberano de Arabia Saudí, que actúa habitualmente bajo estrictos criterios de prudencia. 

Vigilancia

"En ningún caso STC va a desvelar ni un ápice de sus planes a personas que no tienen asegurada su presencia en el futuro Gobierno, incluso aunque éste sea finalmente del mismo color político del anterior y que, ahora, actúa en funciones", aseguran. 

Preguntados en diversas ocasiones durante las últimas semanas por la operación, varios miembros del Ejecutivo en funciones han coincidido en señalar que Moncloa matendrá una postura vigilante pero que, hasta la fecha, no han tenido constancia de notificación alguna por parte de STC.

La última en pronunciarse al respecto ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño. Tras la reunión del Consejo de Ministros, adelantada al lunes precisamente por el debate de investidura, la número dos del Ejecutivo ha confirmado la inexistencia, por el momento, de algún tipo de trámite o notificación oficial. 

"No hay ningún cambio ni ninguna novedad en este ámbito", ha afirmado Calviño en su comparecencia ante los medios de comunicación.

¿Repetición electoral?

Todo apunta a que no lo habrá hasta que la situación en Moncloa vuelva a la normalidad y el nuevo Ejecutivo pueda retomar sus funciones tras el proceso electoral.

En un eventual escenario podría incluso darse un escenario de repetición de los comicios, que haría que STC se lo tomara aún con más calma. 

Hasta marzo de 2025

Lo cierto es que los saudíes no tienen prisa alguna. Lejos de tener un carácter puramente financiero, la inversión en Telefónica es estratégica con vistas a los planes de Arabia Saudí de convertirse en un referente tecnológico y de telecomunicaciones para toda la región de Oriente Medio y uno de los principales del planeta.

Los derivados con los que tiene asegurado ese 5% que depende de la autorización del Gobierno español vencen a finales de marzo de 2025; un amplio margen para solventar los trámites necesarios y evitar movimientos en falso.