Caixabank rechaza extender las ayudas para pagar hipotecas a clases medias
La entidad prevé que la morosidad se incrementará en 2023 por el frenazo económico aunque considera que no se repetirá el escenario de la anterior crisis
28 octubre, 2022 11:15El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado contrario a las exigencias de una parte del Gobierno de extender las facilidades para el pago de las hipotecas más allá de los colectivos vulnerables, en el marco de las negociaciones con las patronales bancarias.
“Las medidas deben dirigirse en todo caso a un perímetro reducido”, ha apuntado el ejecutivo, que considera que ampliar las medidas al resto de clientes supondría poner en cuestión “la cultura de pago del país” y acarrearía notables riesgos para las entidades financieras.
Mensaje de tranquilidad
Durante la rueda de prensa para presentar los resultados del tercer trimestre, Gortázar ha asegurado que el debate en torno a las ayudas para paliar el impacto de la subida de tipos de interés en las hipotecas corresponde a las asociaciones del sector, aunque ha afirmado que Caixabank estará en cualquier caso al lado de sus clientes.
“En este caso, lo importante es que la sociedad perciba que vamos a comportarnos de forma correcta, transmitir esa sensación de tranquilidad”, especialmente por lo sucedido en la anterior crisis financiera.
Incremento controlado de la mora
Gortázar ha admitido que el deterioro de la situación económica durante el año próximo tendrá un impacto negativo en la ratio de morosidad del banco, que actualmente está en el 3%, en mínimos desde 2008, aunque considera que no se dará un escenario catastrofista.
“Actualmente, la mora está controlada gracias al buen trabajo que hemos hecho. Esperamos que nos suba la morosidad pero no que se dispare. Habrá impacto pero muy inferior al que se dio en la anterior crisis”.
Desligar salarios e inflación
Además del hipotecario, Gortázar también ha abordado, a preguntas de los periodistas, otro asunto candente como el de la reclamación de una subida salarial por parte de los sindicatos con motivo de la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación.
En este punto, el ejecutivo se remitió a las negociaciones que llevan a cabo actualmente las patronales bancarias con los representantes de los trabajadores, aunque sí ha señalado que no es partidario de un incremento salarial en línea con el alza de los precios porque “la historia nos demuestra que cuando se ha llevado a cabo esta política, la espiral inflacionista ha ido en aumento y esto no es en absoluto deseable”.
El consejero delegado de Caixabank se ha mostrado también satisfecho por la evolución del programa de recompra de acciones, que el banco puso en marcha a mediados de mayo y que está a punto de concluir, aunque descartó que la entidad vaya a renovarlo próximamente.
“Ha sido una forma adecuada de dar salida a un exceso de capital y no descartamos volver a hacerlo pero, en cualquier caso, no será a corto plazo”, ha precisado.
Permanencia en Telefónica
El ejecutivo también ha aclarado que Caixabank se encuentra cómodo con su condición de accionista de Telefónica, tras deshacerse recientemente de parte de su participación, para pasar del 4,5% al 3,5%, tras la liquidación de un derivado.
“Consideramos que una participación como ésta es suficiente para mantener la relación con la compañía, con la que estamos satisfechos”.
Tampoco hay novedades en cuanto a la presencia del Estado como accionista de la entidad financiera. “Es público que su posición es de desinversión a medio y largo plazo y también que será el Gobierno quien decida el momento de hacerlo. A partir de ahí, nosotros estamos encantados de hacer lo mejor para nuestros accionistas y que las arcas públicas se beneficien de ello”.