Foment del Treball se plantea cómo reforzar el papel de Fepime en la patronal
La organización presidida por Josep Sánchez Llibre está centrada en reforzar el papel de las pymes y hay voces que ponen en duda la existencia de dos organizaciones separadas
6 febrero, 2022 00:00Foment del Treball quiere dar más importancia a las pymes. Tener presente las necesidades de este tipo de compañías, que representan tanto el grueso del tejido empresarial catalán como de los miembros de la patronal, se abordará con cambios tanto formales como estructurales. La institución liderada por Josep Sánchez Llibre quiere ejecutarlos en cuestión de días.
Se apuntan movimientos entre Foment del Treball y Fepime, la organización de pymes adscrita que está presidida por María Helena de Felipe. A corto plazo, se espera que ambas organizaciones sean más próximas y estén más coordinadas. Se trabaja desde hace años en ganar complicidad y, fuentes internas aseguran que, en estos momentos, es total entre las dos entidades formales. Aun así, Sánchez Llibre quiere dar un paso más. Incluso hay voces que han puesto en duda su existencia por separado.
Fepime, protagonista de la ‘guerra patronal’
Cabe recordar que Fepime fue la detonante de una de las batallas patronales más longevas en Cataluña. La que protagonizó Pimec contra ella y su organización matriz, Foment del Treball, por la representatividad.
La pugna se abrió en 2008 cuando, bajo el mandato de Eusebi Cima, Fepime solicitó a la Generalitat que la considerase una entidad empresarial representativa y poder tener de esta forma voz y voto en los órganos de concertación social, incluidas las mesas de negociación de convenios, al margen de Foment del Treball. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se lo reconoció en 2011 y la guerra entre patronales no se saldó hasta 2019.
Sánchez Llibre y el entonces presidente de Pimec, Josep González, acordaron que Foment del Treball se quedaría el 55% de la representatividad y la patronal catalana de pymes el 45% restante. Fepime, con el beneplácito de De Felipe, estuvo de acuerdo en salir de nuevo de la ecuación y volver a la plaza que ocupaba antes de 2008. Sí que tiene espacio en los órganos de concertación y debate social, pero dentro de las sillas que le están reservadas a su patronal madre.
Reorganización interna
Más allá de avanzar en la colaboración, la necesidad de poner a las pymes en el centro de Foment del Treball también se espera que genere cambios internos. La patronal trabaja desde hace años dividida en 25 comisiones asesoras, que están llamadas a ejercer un papel clave en este trabajo más coordinado con Fepime. No se reducirán ámbitos de acción, pero sí que se les solicitará pensar más en pymes.
Algo parecido ocurrirá en las 24 organizaciones territoriales y las 98 sectoriales que forman parte de Foment del Treball. Desde la patronal se indica que representan el 75% del PIB catalán y que, tras la crisis del coronavirus y el nuevo contexto económico e internacional que se ha dibujado, es necesario pensar más en las pequeñas y medianas empresas que han sufrido dos años de recesión y reenfocar el trabajo.
Incluso el que se realiza como lobby empresarial y en los temas que se abordan en el think tank, el Instituto de Estudios Estratégicos que está abierto a todas las organizaciones empresariales de país.
2022, año de elecciones en Foment
Todos estos cambios marcarán la etapa final del primer mandato de Sánchez Llibre, que se inició con el pacto con Pimec y con otro acuerdo que llevaba tiempo enquistado en la patronal. El que cerró con Cecot, organización empresarial de Terrassa liderada por Antoni Abad, que había sido expulsada porque su actividad superó las fronteras de su territorio de referencia natural. También concertó hasta dónde podría llegar la expansión y los egarenses volvieron a Foment del Treball. Abad, además, está en la junta de Fepime.
La patronal catalana irá a elecciones en verano. Sánchez Llibre opta a un segundo mandato y se espera que pueda revalidar la presidencia de la organización sin demasiadas dificultades. Hay consenso interno en que debe continuar cuatro años más.