Moritz plantea a sus accionistas un nuevo 'rescate' tras el descalabro del Covid

La reunión se celebrará el próximo 14 de diciembre y, en el orden del día, se halla la deliberación sobre la realización de aportaciones por parte de los accionistas a los fondos propios de la marca. La finalidad de esta aportación es compensar las pérdidas de la compañía, tal y como consta en el anuncio publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado. Por su parte, la empresa se ha limitado a declarar que "los objetivos de esta junta son los mismos que fijamos en cada junta extraordinaria, con un agenda de temas a tratar que iremos abordando, resolviendo y aprobando cuando se celebre".

Pérdidas en 2020

No es la primera vez que la enseña recurre a este mecanismo. En 2019, los dueños aragoneses articularon otra operación del mismo estilo. El año siguiente, aprobaron otro rescate de 5,7 millones. En paralelo a este desembolso, la matriz de la cervecera pidió a la banca préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con vencimientos en 2022 y 2023, y obtuvo también otros créditos del sector financiero.

Según fuentes del sector, las ampliaciones de capital como la que plantean los Roehrich se ejecutan para cubrir las pérdidas del ejercicio en curso, o bien para enjugar las que se arrastran de años anteriores en el balance. Cervezas Moritz SA lleva acumuladas unas pérdidas entre 2013 y 2019 de más de 25 millones.

Una camarera lleva vasos con distintos tipos de cerveza Moritz / Moritz

Ventas insuficientes

Al cierre del ejercicio del Covid, la empresa tenía unos fondos propios de 605.000 euros, por lo que la privada no estaba en una situación de déficit empresarial. Sin embargo, Moritz encadenó su decimoctavo ejercicio en negativo. Unos números rojos que los Roehrich no han conseguido revertir pese a las sucesivas aportaciones de capital.

En el capítulo de facturación, tampoco ha alcanzado el objetivo de 20 millones de euros que se había propuesto como meta. No lo obtuvo ni siquiera en 2019, cuando la industria turística se anotó un récord de visitantes extranjeros. En 2020, declaró unos ingresos de 14,28 millones, el 21% menos que el curso anterior. El mazazo de la pandemia sobre el segmento horeca (hostelería, restauración y cafeterías) castigó duramente las ventas del fabricante.

Recuperación en 2021

Respecto a la situación actual de la firma, un portavoz del grupo ha manifestado que "en este momento se sigue la misma tendencia que el sector cervecero". "Podemos decir que estamos viviendo un momento de recuperación frente a ejercicios anteriores con un acumulado en septiembre de 6% versus el año pasado".

"Si hacemos una retrospectiva mayor nos encontramos en un -5,9% respecto a 2019. En resumen podemos decir que los datos de 2021 son favorables para el grupo", ha resumido este interlocutor.

Éxito en Zaragoza

La histórica casa cervecera, relanzada en 2004 por la quinta generación fundadora --no sin pugnas familiares--, pertenece al conglomerado aragonés La Zaragozana. La marca administrada por la familia Roehrich retomó el legado de su abuelo, Louis Moritz Trautmann, un industrial francés que se subió al negocio de las bebidas espumosas en la Barcelona de mediados del XIX. La segunda vida de la cervecera empezó por todo lo alto, con la inauguración de la Fábrica Moritz, un espacio diseñado por Jean Nouvel en la céntrica ronda Sant Antoni de la capital catalana.

El objetivo de la marca era competir con otras alternativas como Damm y Estrella con amplia penetración y trayectoria en el mercado catalán. Sin embargo, los propósitos de los saga familiar no han llegado a buen puerto. De forma paradójica, su matriz sí que ha tenido éxito en la comercialización de Ámbar, la marca de cerveza líder en la autonomía vecina. Esta marca también acusó el Covid, pero aún así facturó 140 millones en 2020, según informó Financial Foods. Una cantidad un 32% menor a la del año anterior, pero mucho más positiva que los magros resultados de su filial catalana.