Jeff Bezos, fundador y primer accionista de Amazon / EP

Jeff Bezos, fundador y primer accionista de Amazon / EP

Business

El retiro de Bezos, el hombre que pudo hacer millonario a cualquiera

La evolución bursátil de Amazon, la empresa que fundó a finales del siglo pasado, ha convertido en millonaria cualquier inversión que superara los 380 euros en la salida a bolsa de 1997

5 junio, 2021 00:00

Este sábado se produce un relevo histórico en el panorama empresarial estadounidense y mundial. El todopoderoso fundador y presidente de Amazon, Jeff Bezos, abandona sus cargos ejecutivos en la segunda mayor empresa del planeta. Bezos se retira tras haber logrado algo al alcance de muy pocos: ser capaz de convertir en millonario en el más estricto sentido del término a una inmensa mayoría de la población.

Habitualmente, cuando se escucha hablar de ganar millones en bolsa, se piensa en la necesidad de disponer de grandes cantidades para invertir. Amazon ha roto con esa idea de una forma radical. Tan radical como que cualquiera que dispusiera de unos 465 dólares (380 euros al cambio actual) en 1997 y los hubiera invertido en la salida a bolsa del actual gigante del comercio electrónico, hoy dispondría en su cuenta corriente de un millón. Sin hacer otra cosa que respirar para contarlo.

"¿Qué es internet?"

La explicación radica en la evolución en bolsa de la compañía desde que Bezos decidió que saliera a cotizar, apenas tres años después de fundar una, por entonces, extraña plataforma dedicada a la venta de libros a través de un no menos peculiar sistema llamado internet.

De hecho, el propio Bezos recordó hace algunas semanas que cuando inició la aventura de Amazon, allá por 1994, el punto en el que tenía que hacer más hincapié a la hora de explicar el negocio era el que tenía que ver con internet. “¿Qué es exactamente eso de internet?”, era la pregunta que le hacían con mayor frecuencia.

Los tres 'splits'

Los asesores de la salida a bolsa fijaron el precio de la acción de Amazon para su debut en Wall Street en 18 dólares por acción. Este viernes cerró la sesión en la Bolsa de Nueva York en 3.206 dólares. ¿Significa eso que su precio se ha multiplicado por 178 veces en estos 24 años? En principio, así lo demostraría una sencilla división; y se trataría de un incremento estratosférico (equivaldría a una revalorización anualizada de 7,3 veces). Pero a la hora de hablar (o escribir) de bolsa conviene no ir tan deprisa.

Porque para hacer bien los cálculos cabe tener en cuenta que durante sus primeros años de cotización, Amazon llevó a cabo tres operaciones de split o desdoblamiento de acciones. Se trata de una maniobra por la que se incrementa el número de títulos de una compañía cotizada y se disminuye su precio en la misma proporción, de modo que su capitalización no queda alterada. Suele llevarse a cabo con el fin de incrementar la liquidez del valor en cuestión, toda vez que se ponen más acciones en circulación y los operadores tienen menos problemas para cruzar operaciones.

Camiones con el logotipo de Amazon en North Rhine-Westphalia / ROLF VENNENBERND (DPA)

Camiones con el logotipo de Amazon en North Rhine-Westphalia / ROLF VENNENBERND (DPA)

Subir un 213.900%

Entre 1997 y 1999, Amazon realizó tres splits. Uno de ellos fue en la proporción tres acciones por una; y los dos restantes, en la proporción dos por una. Es decir, que al finalizar esta serie, cada accionista tenía 12 veces más títulos que al principio pero a un precio 12 veces inferior. A los efectos, resulta como si Amazon hubiera debutado en el parquet a 1,5 dólares (resultado de dividir los 18 dólares de la OPV entre 12).

Es decir, que los 3.206 dólares del cierre del viernes han de compararse con 1,5 dólares para calcular de forma correcta su revalorización: 2.140 veces. O lo que es lo mismo, el precio de las acciones se multiplicó por una media de 89 veces cada año desde la salida a bolsa. Una evolución en términos relativos del 213.900%.

El ritual del garaje

Con estos números sobre la mesa se entiende mejor que Amazon ha puesto al alcance de la mano de muchos ciudadanos de a pie la posibilidad de ser millonario. Ahora resulta muy fácil verlo. A mediados de la década de los 90, mucho menos. Bezos fue de aquéllos que idearon el proyecto que iba a revolucionar el mundo en un garaje. Ahí fue donde pergeñó el origen de lo que hoy es una gigantesca multinacional valorada en 1,6 billones de dólares (1,312 billones de euros al cambio), un 18,5% más de que el PIB español de 2020 y un 5,4% por encima del PIB preCovid-19.

A lo largo de estos años, Amazon y Bezos han marcado varios hitos propios de otra galaxia. La compañía se convirtió en la segunda de la historia en superar la barrera del billón de dólares de capitalización, por detrás de Apple. Y el ejecutivo fue el primer ser humano en elevar su patrimonio personal por encima de la cota de 200.000 millones de dólares.

Una empleado de Amazon trabaja empaquetando productos / Amazon

Una empleado de Amazon trabaja empaquetando productos / Amazon

A pesar del divorcio

Hoy en día, Bezos sigue siendo la persona más adinerada del mundo, con una fortuna valorada en unos 188.000 millones de dólares (cerca de 155.000 millones de euros). Ni siquiera su costoso divorcio, finiquitado en cerca de 45.000 millones, le ha podido desbancar de esa plaza. Antes al contrario, lo que ha logrado es situar a su exesposa, MacKenzie Scott (tras recuperar su apellido de soltera), entre las primeras 25 fortunas de todo el planeta.

A la hora de dejar su cargo como consejero delegado de Amanzon, Bezos ha aclarado que la medida no supone desligarse por completo de la compañía. Pero sí de un día a día que resulta demasiado absorbente.

Washington Post y filantropía

El empresario quiere más tiempo para dedicarse a otros negocios como el Washington Post, la emblemática cabecera estadounidense que adquirió a mediados de 2013. Y también a las diversas acciones filantrópicas que lleva a cabo a través de sus fundaciones.

En cualquier caso, la misión está más que cumplida. No va a resultar sencillo que surja en las próximas décadas un generador de riqueza semejante, capaz de convertir en millonario prácticamente a cualquier persona que no bordee los umbrales de la pobreza.