Cien médicos bloquean la fusión Clínic-Plató

Ocurrió el miércoles. El 16 de diciembre, los comités de empresa de Hospital Clínic Barcelona y Hospital Plató se reunieron con la gerencia del primer hospital para cerrar los flecos de la fusión de los dos centros. El cónclave --virtual, por necesidad sanitaria-- acabó con duros reproches cruzados. Ahora, 48 horas después, ya se da por supuesto: 100 médicos bloquean la fusión Clínic-Plató por los agravios cometidos con los facultativos de a pie. 

Lo explica Teresa Blasi, abogada de Metges de Catalunya, mayoritario en esta categoría laboral. "Hay mucho malestar entre los médicos de Hospital Plató, porque los subrogarán por la vía del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, pero los colocarán en una categoría inferior", desliza la letrada en conversación con este medio. 

Pierden 20.000 euros cada médico

Blasi avanza que el Hospital Clínic integrará a todo el personal de Plató --lo hará satisfactoriamente, por ahora-- salvo a los médicos de a pie. "El Clínic, por motivos que desconocemos, subrogará a los jefes de servicio con la categoría equivalente, pues Plató se rige por el segundo Convenio Siscat y el hospital de destino tiene el propio. Pero unos 100 médicos de a pie son agraviados", explica.  

¿De qué manera? "Se les asigna una categoría laboral inferior durante cinco años y, además, pendiente de cursar un doctorado. Hablamos de personal con mucha experiencia, algunos cerca de su jubilación. Por lo pronto, el Clínic propone que pierdan entre 10.000 y 20.000 euros cada uno y que desempeñen su trabajo en una categoría inferior a la que les corresponde", agrega. 

Hacia el conflicto

El tuercebrazos es de tal calado que la integración de los 100 médicos en el Clínic es el único fleco que queda pendiente en la absorción de Hospital Plató. "No vemos justo que personal que es asistencialmente válido, personas con mucha trinchera, 30 años a sus espaldas, sea degradado de categoría y tenga que trabajar más horas. Por el contrario, los jefes de servicio sí conservarán la carrera profesional, por bien que sin jefatura", ha aclarado la letrada. 

¿Qué pasará ahora? "La cuestión se está negociando, pero se abren distintas posibilidades. Una de ellas es presentar un conflicto colectivo ante el Tribunal Laboral de Cataluña". ¿De qué dependerá? "De si la integración tiene valor de convenio. En función de su configuración, la impugnación será por una u otra vía", ha añadido Blasi. 

Fusión bronca

La rebelión de batas blancas contra las condiciones de la fusión Clínic-Plató es la última de las controversias en una integración hospitalaria que se antojaba apacible hasta que Crónica Global rompió el secretismo con el que las dos gerencias llevan la operación. Tal y como avanzó este medio, las auditorías previas a la fusión elaboradas por Deloitte han aflorado graves irregularidades en la gestión, e incluso nepotismo en Plató. 

En paralelo a ello, el sector sanitario privado y concertado ha montado en cólera al descubrir que mapas del proyecto de fusión prevén que Barnaclínic se traslade a terrenos de Hospital Plató, y que la fundación que se desgaje de este último hospital tendrá miles de metros de terreno en Sarrià-Sant Gervasi para arrendar y sacar beneficio, sin control alguno por parte del CatSalut, que es el avalador último de la operación al ser ambos hospitales dependientes del concierto con la gran aseguradora pública catalana. Extrañamente, el ente que dirige Adrià Comella no ha pedido contrapartidas para lo público pese a que, indirectamente, avalará una fusión que trasladará 36 millones de deuda financiera privada de Plató a los libros del Clínic. 

Esta información se ha elaborado sin la versión de Hospital Clínic Barcelona y Hospital Plató, pues las dos oficinas de prensa no han contrastado a los requerimientos informativos de este medio.