Adrià Comella, director del Servicio Catalán de Salut, en una comparecencia pública anterior / CG

Adrià Comella, director del Servicio Catalán de Salut, en una comparecencia pública anterior / CG

Política

Salut avala la fusión Clínic-Plató pese a los indicios de irregularidades

La Consejería 'comprometerá' 36 millones públicos en la operación aunque Deloitte ha aflorado anomalías y no habrá control sobre la fundación resultante

15 diciembre, 2020 00:00

La Generalitat de Cataluña, por medio de la Consejería catalana de Salut, avalará la fusión de los Hospitales Clínic Barcelona y Hospital Plató pese a los indicios de irregularidades. El Departamento hará de avalista de la operación porque los dos hospitales viven del concierto con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut), que paga dinero público. ¿Cuántos fondos comprometerá el erario común en la operación? 36 millones, por lo pronto, que es la cantidad que debe Plató a los bancos.

La Consejería de Salud, y más concretamente el CatSalut, avala la propuesta política, jurídica, social y económica de la fusión / CG

La Consejería de Salud, y más concretamente el CatSalut, avala la "propuesta política, jurídica, social y económica" de la fusión / CG

Es lo que se desprende de la documentación definitiva de la fusión Clínic-Plató, cuyas negociaciones llevan los dos hospitales llevan con hermetismo aunque Crónica Global ha dado a conocer las anomalías del proceso, que ha aflorado Deloitte en sus auditorías previas a la absorción. De los análisis pre-fusión trasciende que el Clínic asumirá las deudas de Hospital Plató, que en estos momentos alcanzan los 36,50 millones de euros. A cambio, el mejor hospital catalán planea trasladar Barnaclínic al hospital centro, como informó este medio.

 

 

Copy Copy Deloitte aflora descontrol en un hospital que vive al 92% de la Generalitat de Cataluña / CG

Operación entre privados que el CatSalut avalará

Lo factual es lo siguiente: la absorción de Plató por el Clínic es una operación entre privados que avala el CatSalut. La gran aseguradora pública catalana interviene de tres maneras. Uno, dando su visto bueno a la operación. Dos, asegurando la viabilidad de la absorción con los conciertos de actividad asistencial que tienen los dos hospitales. Y tres, indirectamente, al asumir desde lo público la deuda de 36,50 millones de euros con los bancos que tiene en estos momentos Hospital Plató, dirigido por una fundación privada.

Extracto de la historia de Hospital Plató que explica la compra del edificio / CG

Extracto de la historia de Hospital Plató que explica la compra del edificio / CG

Este punto es mollar. El Clínic se quedará con las obligaciones financieras de Hospital Plató, tal y como se explica en las due diligences de la fusión. Pero es que la mayoría de ese pasivo, hasta 31,89 millones de euros (el 87%) corresponden a la hipoteca que pidió la fundación privada para comprar en 2007 el edificio del hospital a Sociedad Copérnico SA, la mercantil creada por los propios médicos fundadores de Plató, tal y como se explica en la historia del hospital. En otras palabras: la cúpula del centro sanitario se compró el edificio a sí misma con el sostén del dinero público en 2007, y ahora en 2020 es su hospital matriz, el Clínic, también con dinero público, quien acabará cargado con la deuda de una operación privada.

La fundación tendrá total libertad

Pese a lo controvertido de la operación, el CatSalut la conoce y tendrá una participación activa en la misma. Es lo que refleja la documentación del proyecto que, además, pone negro sobre blanco el caramelo que se llevarán los patronos de la Fundació Plató cuando se desgajen de la actividad asistencial. Se quedarán con miles de metros cuadrados en la zona alta de Barcelona gracias a la reparcelación de terreno donde hoy reposa el Hospital Plató. Pero es que además nadie les pedirá cuentas.

clinic plato(1)

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El CatSalut, avalador de una operación cuyo origen es privado, no se asegura ninguna clásula de control sobre una fundación que tendrá casi la mitad del terreno del centro concertado. La entidad podrá "realizar todo tipo de actividad económica, actos, contratos, operaciones y negocios lícitos, sin más restricciones que las que impone la legislación aplicable", establece la memoria final de la integración. Los patronos de Plató, pues, se aseguran terrenos y libertad para hacer lo que les plazca. Todo ello a pesar de que lo público lleva décadas sosteniendo su hospital, y a que también lo hará cuando éste pierda su independencia el 31 de diciembre.

Lunares en la gestión

La Consejería de Salud intervendrá en una transacción privada como avalista y dará también su apoyo operativo y financiero a la operación, tal y como aseguran fuentes del sector. Lo hará por medio del CatSalut, la aseguradora pública de servicios sanitarios. Preguntado sobre cómo protegería la caja común en la operación, el organismo, que dirige el doctor Adrià Comella, no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio. Lo innegable es que hasta ahora el CatSalut ha dejado hacer a Plató, pese a que su fundación ha operado una polémica forma de funcionar. 

El préstamo hipotecario de Plató para comprar su edificio a Copérnico SA / CG

El préstamo hipotecario de Plató para comprar su edificio a Copérnico SA / CG

El hospital que dirige el doctor Jordi Pujol Colomer presentaba unos emolumentos muy superiores al mercado en 2015. Lo denunció Metges de Catalunya, que afloró una remuneración del gerente de Plató que alcanzaba los 287.000 euros. La cifra supone tres veces y medio la retribución del director de Vall d'Hebron, cuando este hospital público tiene 3.000 trabajadores y Plató, 416. De hecho, la fundación del hospital satélite llegó a acudir al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para evitar revelar sus sueldos. Después, la entidad social ha firmado otros episodios polémicos, como la contratación de la consultora del hijo del director general, Damià Pujol, o el fichaje del empresario independentista Xavier Vendrell para la Unidad de Daño Cerebral Adquirido (UDCA), departamento que el directivo secesionista transformó para captar contratos públicos.