El Clínic 'regalará' 3.000 metros en la zona alta de Barcelona a los patronos de Plató
La fusión entre el mejor hospital catalán y su satélite oculta una operación urbanística para que la cúpula médica se quede terrenos y haga negocio con ellos
14 diciembre, 2020 00:00El Hospital Clínic Barcelona, el mejor de Cataluña, engullirá el Hospital Plató el 31 de diciembre. La operación, "positiva" según los dos centros sanitarios y muy criticada por el estamento médico por su opacidad, esconde una trama urbanística por la cual la Fundació Plató, que formarán los patronos de la actual gestora sanitaria, se quedará con una parcela de 3.000 metros cuadrados en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el mejor de Barcelona.
Es lo que se desprende de la memoria de reparcelación que acompaña los informes de fusión de los dos hospitales, que viven del dinero público, pues están concertados con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut). El documento elaborado por PSP Arquitectura revela que la integración de Plató en el Clínic tendrá una contrapartida oculta: la fundación que pilota el pequeño hospital retendrá una parcela de 3.000 metros cuadrados y podrá sacar rendimientos, pese a que es una entidad que vive del erario común y, en teoría, no tiene ánimo de lucro.
Beneficios de 90.000 euros al año
El Clínic absorberá Plató el 31 de diciembre y los dos hospitales se preparan para vender la buena nueva como algo "positivo para lo público", tal y como explicó a este medio el doctor Jordi Pujol Colomer, director general del hospital menor. Soslayan las gerencias de las dos ciudades sanitarias que la cúpula de Plató se llevará un regalo en forma de preciada pastilla de terreno de 3.174 metros cuadrados junto al hospital.
Con estos terrenos, los marcados como parcela B en el mapa superior, la fundación, que se desgajará del hospital pero seguirá activa para "tareas sociales", hará negocio. La arrendará por 500.000 euros al año a, precisamente, el Hospital Clínic Barcelona. Ello asegura la viabilidad del organismo filantrópico hasta, al menos, 2024. De hecho, se estima que obtendrá beneficios brutos (Ebitdas) de más de 90.000 euros al año.
El sector: "¿Por qué el regalo? Están en quiebra"
La contrapartida secreta del Hospital Clínic Barcelona a la fundación que dirige Pujol Colomer ha levantado ampollas en el sector médico. No en vano, facultativos de a pie recuerdan que Hospital Plató es una institución "técnicamente fallida" salvo por su concierto público con el CatSalut y la atención también pública que le deriva el Instituto Catalán de Salud (ICS). "Apenas tiene actividad privada y de las mutuas", advierten. Este apenas tiene cifras: el 8% de sus ingresos en 2019 y va a la baja, según las auditorías de Deloitte previas a la fusión. El 92% de la facturación, y algo más, es vinculada a lo público.
"Hospital Plató era una empresa en quiebra técnica hasta que se convirtió en fundación en los años 80. Coincidió la presidencia del patronato de Hospital Plató de Ramon Trias Rubies y que su sobrino, Xavier Trias i Vidal de Llobatera, después alcalde de Barcelona, era consejero catalán de Salud --lo fue entre 1988 y 1996--", indican los mismos interlocutores. En la década de 1980, pues, Plató dejó de ser una empresa privada, se transformó en fundación y entró en el reparto de actividad asistencial --y dinero-- de la Generalitat de Cataluña, tal y como cuenta en su historia [consultar aquí].
Una pastilla de 'regalo'
Tres décadas después, el patronato de Hospital Plató consuma la operación de rescate de su propia fundación con la integración en el Clínic. Asegura su concierto con el CatSalut, se pega al mejor hospital de Cataluña y, por ende, la fundación se lleva una pastilla de 3.174 metros cuadrados en Sarrià-Sant Gervasi, una de las zonas permium de Barcelona. La cesión del terreno no la justifica una gestión excelente. De hecho, las auditorías previas a la fusión, elaboradas por Deloitte, han aflorado graves irregularidades en la gestión de Hospital Plató, tal y como avanzó este medio.
Ello sin contar que el centro sanitario tiene contratada la empresa del hijo del director general, Damià Borràs, o que permitió que el empresario independentista Xavier Vendrell desmantelara la Unidad de Daño Cerebral Adquirido (UDCA) para sus negocios con la Administración, como explicó Crónica Global. Haya firmado una gestión excelente o no, Plató pasó de mercantil privada a fundación dependiente de lo público. Hasta ahora, que se llevará una valiosa pastilla de terreno como gratificación.