AstraZeneca paraliza las pruebas de su vacuna contra el coronavirus por efectos secundarios
España ha comprado tres millones de dosis que están condicionadas a la demostración de su efectividad contra el Covid-19
9 septiembre, 2020 08:56Los laboratorios AstraZeneca han comunicado la paralización del ensayo clínico de su vacuna contra el Covid-19. La farmacéutica ha comunicado que uno de los participantes ha desarrollado "una enfermedad potencialmente inexplicable" mientras participaba en las pruebas, lo que podría ser un efecto secundario de la solución que se investiga y de la que España habría comprado tres millones de dosis. Eso sí, se adquirirían si se demuestra su eficacia.
AstraZeneca, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Oxford en el desarrollo de esta vacuna contra el coronavirus, ha destacado que la suspensión del ensayo clínico es una "acción rutinaria" en el caso de que uno de los voluntarios enferme. Es una especia de protocolo de seguridad que mantiene "la integridad" de la investigación, según argumenta la compañía.
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Efectos adversos previos
No es la primera vez que se relacionan consecuencias contraproducentes de esta vacuna. En uno de los ensayos de las primeras fases del estudio, según se publicón en la revista científica The Lancet, se detectaron efectos secundarios adversos en el 60% de los pacientes aproximadamente.
Los participantes dieron síntomas de fiebre y dolor muscular, entre otros síntomas de baja intensidad. Ninguno se consideró grave ni moderadamente grave y se comprobó que la vacuna activó el sistema inmune de los voluntarios con la generación de anticuerpos. Por ello, este método se consideró eficaz.
30.000 participantes
La tercera fase de pruebas clínicas sobre esta posible vacuna del coronavirus se realizan sobre una base de 30.000 individuos de varias ciudades de Estados Unidos. La mitad de ellos reciben la dosis desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, mientras que al 50% restante se le administraría un placebo.
La farmacéutica ha especificado que la paralización del estudio permitirá "la revisión de los datos de seguridad", que es probable que la enfermedad de este participante sea un "evento único" y que los investigadores trabajan a la mayor velocidad posible para reiniciar el ensayo clínico y "minimizar cualquier impacto potencial en la línea de tiempo" en el desarrollo del medicamento.