El agotamiento de sus líderes dificulta la renovación de UGT de Cataluña

De entrada, la continuidad de la dirección bicéfala que hasta la fecha ha dirigido UGT de Cataluña está en el aire. “Esto podría tener consecuencias directas en la continuidad del secretario general, Camil Ros”, indican fuentes internas de la organización.

La decisión de Carnero

El presidente, Matías Carnero, asegura en declaraciones a Crónica Global que no aún no ha tomado una decisión en firme sobre si reeditar o no el cargo. Recuerda que el movimiento congresual coincide con un momento complejo de la automoción tanto a nivel europeo como estatal, hecho que le obliga a centrar su atención tanto en Seat como en el grupo Volkswagen, donde tiene voz y voto en la representación laboral. El sector está en plena transformación para hacer frente a los retos de la sostenibilidad y las nuevas demandas de movilidad derivadas de la pandemia del Covid-19.

Camil Ros (i) y Matías Carnero (d), líderes de UGT / EUROPA PRESS

Que haga tándem con el secretario general será clave en el próximo congreso, señalan los mismos interlocutores del sindicato. Y es que la imagen interna de Ros aún no se ha recuperado del impacto del procés. El excesivo apoyo a las tesis independentistas que se le achaca desde los sectores más próximos al PSC casi llevó a la fractura de la organización a principios de 2018. La cohesión de UGT se puso a prueba, aunque finalmente el sector socialista y el más próximo a ERC (donde se sitúa el secretario general) firmaron una paz delicada que se ha aguantado hasta la fecha.

Apoyos de las federaciones

Con todo, las tensiones de ese momento aún subyacen en la estructura sindical. Ros no cuenta en estos momentos con el apoyo de la principal federación de UGT de Cataluña para reeditar su cargo. Los responsables de industria (UGT FICA), liderados por Antonio Rudilla, están distanciados del secretario general.

Tampoco suma el respaldo de la mitad de la federación que agrupa los servicios privados (FeSMC-UGT), sumida en su propia guerra interna que pocos esperan que se cierre en los próximos meses. Es en el sector público (FeSP) donde Ros consigue más apoyo. También es donde ha desarrollado el grueso de su trayectoria sindical y donde ha tejido más complicidades entre los sindicalistas, una proximidad que las tensiones políticas de los últimos años ha impedido que se ampliara en otros ámbitos de la organización.

La sombra de Álvarez

Ros es por ahora el único candidato a la secretaría general de UGT de Cataluña y ninguna de las voces críticas se atreve a dar el paso y configurar una propuesta alternativa. Él mismo reconoce que tiene ganas y se siente con fuerzas de continuar cuatro años más en el cargo y reclama “no abrir debates por adelantado”. Alega que en los cuatro meses que quedan para el congreso catalán pueden cambiar muchas cosas en el seno de la institución laboral.

El secretario general de UGT, Josep Maria 'Pepe' Álvarez, en una imagen de archivo / EFE

La principal, que Carnero decida finalmente permanecer en la presidencia del sindicato y se apueste por una fórmula de continuidad. Será en Madrid donde se desatasque la fórmula para renovar UGT de Cataluña y con la participación directa de una persona que conoce al dedillo la organización. El actual secretario general confederal y responsable del sindicato en Cataluña durante 23 años, Josep Maria Álvarez, se sentará con el líder de Seat a finales de mes para esclarecer su futuro encaje en la organización.

La última palabra la tendrán los aproximadamente 400 delegados que participen en el congreso de diciembre. Un encuentro que se realizará de forma presencial a pesar del impacto del coronavirus.