Es Carmen Ruiz, la activista anti 5G que, sin quererlo, generó una tormenta política en torno al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona. Un portal web del ayuntamiento, que lidera Ada Colau, dio voz a la doctora de familia, que difunde teorías "infundadas" con respecto a la tecnología, según los expertos. Ello dio alas a Madrid para afear el "trato" de la ciudad condal al Mobile y anunciar que luchará para atraer la feria.
El polémico artículo de Ruiz apareció en el site La Fàbrica del Sol. Este equipamiento cultural fue comprado y restaurado por el Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) en 2018. La rehabilitación la llevó a cabo GrupMas por 628.000 euros y la gestión se la ha adjudicado Talher por otros 876.000 euros públicos. Ahora actúa de polo de concienciación contra el cambio climático, no siempre con acierto. Esta semana publicó una reseña de Ruiz titulada El 5G no es inocuo. El blog de La Fàbrica del Sol dio pábulo a las teorías de Ruiz, que vinculó esta tecnología a enfermedades "cancerígenas" y animó a los barceloneses a oponerse al despliegue del 5G. A semanas de la feria.
¿Quién es Carmen Ruiz?
De este modo, el equipo de Colau en Barcelona dio protagonismo a una médico de familia que trabaja en un ambulatorio de Montcada i Reixac. Además de sanitaria, Ruiz es diplomada en Medicina Ambiental y coordinadora del grupo de patologías ambientales de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC). Preguntada por este medio, la Sociedad no contestó a los requerimientos informativos. En el pasado, no obstante, Ruiz ha defendido sus teorías sin rubor alguno.
Habla la sanitaria de "cóctel electroquímico" al que estaría expuesto el cuerpo humano, al tener contacto con avances tecnológicos que ve perniciosos, como el papel de aluminio para cocinar, las redes wifi, el champú, los ambientadores, el suavizante, los vigila-bebés o los propios teléfonos móviles, entre otros. Considera la galeno y activista que hay que evitar que hay que evitar que niños, ancianos, personas enfermas y mujeres embarazadas se expongan a estos productos. Una de las poluciones que ve más nocivas es la "contaminación electromagnética" que provocarían, según ella, las redes de wifi y de telefonía.
Expertos: "Son miedos infundados"...
Sus tesis las desmienten los expertos. Lo hace, por ejemplo, Xavier Giménez, profesor de la facultad de Química de la Universidad de Barcelona (UB). "No hay evidencia de que el 5G sea dañino para la salud. Esta tecnología lo que hace es trabajar con frecuencias más altas que el 4G y con más antenas, lo que no apunta en la buena dirección. Pero el espectro electromagnético en el que se mueve es inocuo, por ahora. No se ha podido demostrar ningún problema, y ya llevamos 25 años de telefonía móvil", ha razonado. Según el docente, el 5G, al que Ruiz y el Ayuntamiento de Barcelona llamaron al boicot, "no provoca ningún efecto sobre la salud".
"Hay personas que piden moratorias y hacer estudios rigurosos sobre los efectos de este avance. El hecho es que ya se han hecho y se continúan elaborando constantemente. Los daños que citan, incluso los cancerígenos, son extrapolaciones y miedos: las exposiciones a radiación de frecuencias de microondas a baja frecuencia no provocan efectos salvo en intensidades altísimas", ha agregado el investigador. "¿Hay riesgo? Todo tiene riesgo. Todo lo que hacemos. Pero los efectos de la telefonía sobre la salud humana son millones de veces menores a los de tomar el sol, por ejemplo. Y no veo que la gente deje de ir a las playas o prohíban el acceso a éstas".
..."los riesgos ya están evaluados"...
Es de la misma opinión Alberto Nájera, director académico del Vicerrectorado de Investigación y Política Científica de la Universidad de Castilla-La Mancha. "La realidad es que con 3G y 4G los niveles de exposición personal han estado entre 10000 y 100000 veces por debajo de los límites de seguridad. Por lo tanto estamos trabajando a niveles de seguridad suficientemente amplios. No es esperable que en 5G ocurra algo diferente", indica el también doctor en Radiología y Medicina Física. "Por desgracia, desde hace tiempo, los movimientos ecologistas han olvidado la ciencia para embarcarse en una lucha sin razón científica. Utilizado argumentos y fuentes pseudocientíficas muy cuestionables en vez de acudir a las sociedades científicas de referencia. Han utilizado información de plataformas antiantenas sin ningún rigor científico y puro alarmismo", se queja.
Nájera recuerda que "lo importante es que la comisión internacional que fija los niveles máximos de exposición ICNIRP (por Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante en inglés), ya ha evaluado los posibles riesgos y establecidos los límites máximos de exposición para que la gente esté segura". "Cuando se implantó el 4G, el 3G, en 2G, los movimientos antiantenas ya alertaron de los terribles peligros para la salud que podía suponer estas nuevas tecnologías. 30 años de investigaciones han demostrado que no hay riesgo a esos niveles habituales de exposición".
...y "no hay estudios epidemiológicos"
Más cauto es Pere Riu, catedrático de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). "El impacto del 5G sobre la salud humana es un tema muy complejo. Es una tecnología que, pese a lo que venden los políticos, está aún muy poco desarrollada. A priori, utilizará la infraestructura del 3G y el 4G, por lo que no debería de haber grandes cambios", ha expuesto. Según el investigador, las únicas modificaciones serán el "cambio de configuración de las estaciones de base, que no será 360 grados y podrá emitir energía en vertical" y "el uso de anchos de frecuencia mucho más altas". ¿Qué implica ello? "Una peor absorción por parte del cuerpo humano. A altas frecuencias quemaría, pero al no alcanzarse esos niveles no se producirá un efecto termal", ha recordado.
Según el también vicepresidente de la Sociedad Internacional para la Bioimpedancia Eléctrica (ISEBI) "existe muy poca información como para extraer conclusiones categóricas". Ello es así porque "la medicina va por detrás de la tecnología, que avanza muy rápido por demanda de mercado". Por añadidura, "es ahora cuando empiezan a haber estudios epidemiológicos de la telefonía analógica y pasarán muchos años hasta que los haya para el 5G". ¿Tendrá impacto sobre el cuerpo humano, tal y como defiende Ruiz y otros pseudocientíficos? "Dependerá de la implementación de la tecnología. Las estaciones emitirán energía canalizada pero quizá habrá más y estarán enterradas. Es muy pronto para aventurarse", ha apostillado.