Cacaolat empieza el año con una huelga indefinida
El comité de empresa de Santa Coloma de Gramanet convoca el paro total de la factoría por una protesta en la que se exigen nuevas contrataciones
3 enero, 2019 00:00Cacaolat, la empresa dirigida por Enric Crous, inicia 2019 con la convocatoria de una huelga indefinida en su sede, el centro de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). El encuentro de mediación previsto este miércoles en Inspección de Trabajo ha acabado sin acuerdo y el comité de empresa ha convocado a los empleados a las 5.30 horas de la mañana de este jueves en la puerta de la factoría para iniciar los paros en el turno de mañana.
La huelga afecta a todos los empleados de producción, unas 75 personas tal y como indican fuentes de sindicatos. Estalla de esta forma un conflicto latente desde 2017. Tiene su origen en la organización del calendario laboral anual.
Contratación de cinco personas
En el marco de la negociación del convenio colectivo del grupo hace dos años, se incorporó la puesta en marcha de un cuarto y quinto turno productivo en la factoría que alteraba las jornadas y la rotación de los empleados. La nueva organización del trabajo se hizo con la fuerza laboral con la que ya contaba el grupo y no mediante nuevas contrataciones.
La principal consecuencia de la mayor necesidad productiva es que se termina con un derecho adquirido de los empleados de la planta de Cacaolat: que las tres líneas de producción se parasen durante los fines de semana de los meses de verano y durante Navidad. Es decir, en la época en que se concentran las vacaciones. El comité de empresa aceptó renunciar a esta prerrogativa en 2018 por requisitos de la producción, pero han declinado hacer lo mismo en el ejercicio que acaba de empezar. Exigen la contratación de unas cinco personas que, tras el periodo formativo, consideran que completarían los turnos de trabajo que se aplican en la compañía y permitirían cumplir con las condiciones laborales del centro de trabajo.
Propuestas de acuerdo
El coordinador del sector de la alimentación de CCOO de Cataluña, Miguel Ángel Domínguez, detalla que tanto la empresa como los representantes de los trabajadores estudian las diferentes propuestas que se han puesto sobre la mesa durante el encuentro de mediación que se ha celebrado para intentar evitar los paros.
Un trabajador en una línea de producción de la planta de Cacaolat en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) / CACAOLAT
Afirma que es complejo acercar posiciones en cuestión de horas, ya que la negociación está "muy verde", pero confía en cerrar un pacto a lo largo de los próximos días. Inspección de Trabajo ha convocado otra mediación este viernes.
Más carga de trabajo
Los trabajadores sospechan de que el calendario de trabajo de 2019 que la cúpula de Cacaolat ha propuesto es la "antesala de la puesta en marcha del quinto turno" en la fábrica, en palabras del portavoz de CCOO. Aplaude que haya más carga de trabajo en la empresa controlada por Cobega y Damm, pero pide que este avance también se refleje en más contrataciones y no se limite sólo a llevar al límite los horarios de la plantilla en activo.
Los portavoces de la empresa han declinado hacer ningún comentario ante el nuevo conflicto laboral en la empresa.
Cifras de negocio
Cacaolat está de huelga indefinida y los trabajadores avisan de que esto se notará en la distribución de los próximos días si no se consigue el acuerdo laboral anisado. El grupo fabrica en el centro productivo de Santa Coloma los batidos y la leche que se vende en envases de cristal, plástico y mini tetrabrik.
La compañía está en beneficios desde 2016. El año siguiente, el último en el que se han divulgado los resultados, mostró un giro con una cifra de negocios de 57,8 millones de euros. El 5% más que el ejercicio anterior gracias a que el producto tiene cada vez mayor aceptación en el mercado español, además de la presencia mayoritaria en Cataluña.
Tropiezos laborales
La buena marcha del negocio contrasta con los tropiezos en el plano laboral. La huelga indefinida que se inicia este jueves prosigue a un conato de conflicto con la externalización de la distribución. Acabó con un pacto in extremis con CGT para ofrecer recolocaciones y mejoras en las bajas voluntarias de los empleados afectados.
La pugna con este sindicato también les ha llevado a la readmisión de uno de sus antiguos representantes por un despido que los tribunales han considerado "arbitrario". El periplo judicial prosigue, ya que tanto la compañía como el trabajador han presentado recursos a la resolución de primera instancia.