Lluís Corominas, yerno del matrimonio Tous, y Sor Lucía Caram / CG

Lluís Corominas, yerno del matrimonio Tous, y Sor Lucía Caram / CG

Vida

La monja Caram arropó al yerno de los Tous

Lluís Corominas, que fue acusado de asesinato, justificaba ante la justicia su arraigo social con el argumento de que colaboraba con la religiosa

13 febrero, 2018 00:00

Lluís Corominas, yerno del matrimonio Tous, colaboró activamente con la obra religiosa de la monja Lucía Caram (hasta el punto de llegar a ser secretario de la fundación Rosa Oriol, en cuyo patronato participa la religiosa), y esa colaboración la utilizó como argumento ante los tribunales para justificar su arraigo social.

Corominas fue detenido por asesinato el día 9 de diciembre de 2006. Aquella noche, dos encapuchados entraron en el domicilio del matrimonio Tous y su imagen fue grabada por las cámaras de video vigilancia. La empresa de seguridad privada contratada por la familia avisó de lo que estaba sucediendo a Corominas (que constaba como jefe de seguridad del clan), quien se personó en el lugar de los hechos dos minutos después y abordó a dos compinches de los ladrones que les aguardaban en el interior de un coche frente a la casa. Corominas disparó sobre uno de ellos que falleció en el acto. El otro logro huir.

10 años imputado

Para Lluís Corominas se inició entonces un largo recorrido por la cárcel, los juzgados de instrucción, la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo. Fueron años duros para el yerno de los Tous en los que, además de dedicarse a su defensa, se volcó en la obra social que lideraba en la barcelonesa comarca del Bages sor Lucía Caram, con la que estableció una estrecha relación. Tanta fue su implicación que llegó a utilizar en su descargo esos servicios ante los jueces y tribunales. Buscaba ofrecer su cara más amable, altruista y solidaria. Los jueces jamás utilizaron este argumento para  permitir que Corominas obtuviera algún tipo de beneficio procesal.

Lluís Corominas, tras la repetición del juicio, accedió a llegar a una pacto de conformidad con el fiscal, lo que implicó una indemnización económica a la viuda de la víctima de más de 400.000 euros pero que le permitió cerrar el caso sin tener que pagar pena de prisión más allá de las semanas que permaneció en prisión preventiva hace 12 años.