Imagen de un menor que recibe oxígeno a domicilio. Oxigenoterapia / CG

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Vida

El Govern lanza el macroconcurso de oxigenoterapia a escondidas

La Consejería catalana de Salud saca en pleno verano la licitación de 208 millones, pese a que estaba parada desde 2015; deja un mes a las empresas para presentar sus ofertas

7 agosto, 2019 00:00

Subrepticiamente. Así ha sacado la Generalitat de Cataluña el macroconcurso de oxigenoterapia en la región. La Consejería catalana de Salud ha lanzado la licitación [ver aquí] de 14 lotes y 208 millones de presupuesto el 6 de agosto, con una fecha límite de presentación de ofertas del 16 de septiembre a las 15:00 horas. Las plicas de contratación las ha publicado el departamento que comanda Alba Vergés (ERC) en pleno agosto pese a que la adjudicación está parada desde 2015.

Preguntada por la cuestión, la oficina de prensa de la consejería no ha querido aportar más datos sobre la gigantesca licitación, la mayor del sector sanitario en Cataluña desde el patoso macroconcurso de ambulancias de 2015, que acabó con impugnaciones, un reguero de recursos y una denuncia a Fiscalía. Tampoco lo han hecho la alemana Linde y la italiana Vivisol, que ganaron el anterior concurso al que renunció Salud porque las bajas ofrecidas por algunas empresas llegaban al 67%, tal y como informó entonces el director del Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut), David Elvira.

Acciona entra en liza

Sí han verbalizado su opinión fuentes del sector, que han recordado que el anterior concurso, del que desistió el CatSalut, "lo ganaron empresas que no siempre podían garantizar la calidad". Sin nombrarlas se referían a Linde, pero también a la novata Vivisol y a Acciona. El grupo que preside José Manuel Entrecanales fue apartado del mismo concurso en la Región de Murcia en 2018 porque su acreditación no mostraba que estuviese vinculada con la oxigenoterapia. En Cataluña, por contra, insiste en presentarse.

Alba Vergés, consejera catalana de Salud, en una comparecencia en el Parlamento catalán / CG

Alba Vergés, consejera catalana de Salud, en una comparecencia en el Parlamento catalán / CG

Pone tanto ahínco Acciona que, de hecho, un recurso de esta empresa ha retrasado el lanzamiento del nuevo concurso. Presentó en abril un escrito [ver aquí] contra los nuevos pliegos de contratación. El Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público lo ha estimado y Salud ha rectificado y lanzado las nuevas plicas en pleno agosto, un mes inhábil. Quizá logre con ello la Consejeria de Alba Vergés coger por sorpresa a algunos de los aspirantes. Acudan a la licitación o no, lo cierto es que hasta 130.000 pacientes en Cataluña esperan el nuevo contrato. El viejo lo lanzó el Govern en 2015 pero descarriló en 2017 tras una ristra de bajas temerarias que provocaron incluso que intervinieran consulados extranjeros, preocupados por el bienestar de sus nacionales en Cataluña.

130.000 pacientes en el alero

Cualquiera que fuere el pasado, el presente tampoco es halagüeño. El nuevo concurso de oxigenoterapia o terapias domiciliarias respiratorias (TDR) en Cataluña nace cojo, con una impugnación exitosa (la de Acciona) y un relanzamiento polémico (en pleno agosto). Cierto es que la licitación sale mejorada, con menos lotes (14 en lugar de 18) y mecanismos de control. ¿Ejemplos? Salud contratará a los proveedores mediante la firma de un acuerdo marco, y no la fórmula habitual de macroadjudicación. Asimismo, ha introducido un sistema de seguimiento y premios y multas, además una comisión técnica y grupos territoriales que fiscalizarán la actividad.

Todo ello es para un fin: garantizar la calidad. Recuerdan fuentes del sector que las terapias domiciliarias respiratorias precisan de empresas especializadas --del anterior concurso quedaron apeados expertos como Oximesa-Praxair, la alianza Esteve-Taijin o Air Liquide-- por la logística, el aparataje y la necesidad de contratar a expertos que visiten a los pacientes. "Es personal muy cualificado, no grandes grupos multiservicios", subrayan las mismas voces.

Además de garantizar la calidad, el CatSalut tiene otro deber: hacerlo y hacerlo bien. El último concurso, lanzado en 2015, lo heredó el exconsejero catalán del ramo, Toni Comín. Embarrancó por la lucha a la baja de algunos grupos. Finalmente, la gran aseguradora pública desistió del mismo. Fue pues Salud incapaz de cerrar de forma exitosa una adjudicación de la que dependen 130.000 pacientes en toda Cataluña. Ahora tiene una nueva oportunidad.