El auge de la okupación en Cataluña preocupa a los propietarios de segundas residencias
Durante el primer trimestre del año, la comunidad catalana registró 2.220 ocupaciones de inmuebles, de las cuales solo se resolvieron 23
14 agosto, 2020 00:00La okupación es un fenómeno que va en aumento, y para desgracia de los propietarios, la actual legislación no ofrece soluciones. De hecho, el intruso encuentra en ella todas las garantías para poder vivir en la propiedad ajena por un largo tiempo. Las cifras hablan por sí solas: durante el primer trimestre de este año, los Mossos d’Esquadra registraron 2.220 okupaciones de inmuebles en Cataluña.
Según los datos policiales, de estas cifras, solo se han podido resolver el 85% de los casos, es decir 1.889. Sin embargo, los agentes solo han podido identificar, detener y llevar ante el juez a 23 okupas. Hay que tener presente que no en todos los casos, judicializar implica que el propietario recupere su vivienda de forma inmediata.
Ley de acceso a la vivienda
El polémico decreto de vivienda, aprobado por el Parlament a principios de este año, favorece esta situación de total desamparo que sufren los propietarios, debido básicamente a la nueva definición --más flexible-- del significado de “vivienda vacía”. Esto perjudica sobre todo a los grandes tenedores, como los bancos, y a los propietarios particulares de segundas residencias, en las que es más difícil detectar el allanamiento antes de que hayan transcurrido las 72 horas.
Pasado este tiempo las Fuerzas de Seguridad del Estado ya no pueden aplicar un desahucio exprés, deberán esperar una orden judicial. Y ese es precisamente el objetivo de los allanadores, que conocen al dedillo cómo funcionan estos procedimientos legales: pasar inadvertidos las primeras horas de okupación para poder prolongar el máximo posible su estancia en la vivienda.
De seis meses a un año
Así lo explica el abogado del bufete Sanahuja Miranda, Ignasi Vives, que señala que la ley desprotege al propietario: "Si te okupan la segunda residencia, porque has estado tres meses fuera, se considera que el inquilino está en lo que se llama 'situación consolidada', la policía ya no puede echarlo y hay que proceder por la vía judicial".
Y aquí es donde empieza el verdadero calvario, según Vives, ya que no existe ningún mecanismo que facilite que se pueda recuperar la propiedad inmediatamente. "Entre que interpones la demanda, te la admiten a trámite, se celebra un juicio, entre otras cosas... puede pasar un año perfectamente. No es difícil desde el punto de vista técnico y procesal, pero es muy lento y pueden haber muchos impedimentos".
Mafias
Según la policía autonómica, durante el primer trimestre de 2020 se han registrado 386 ocupaciones de viviendas en la ciudad de Barcelona. Los distritos más afectados han sido Nou Barris (68), Ciutat Vella (67), Sants-Montjuïc (58) y Sant Martí (43). Respecto al área metropolitana, Badalona es la que ha padecido mayor número de casos, un total de 155. El Tarragonés y el Gironés son las comarcas fuera de Barcelona con más ocupaciones, que suman 151.
La situación empeora también por la presencia de mafias que operan en Cataluña y se dedican a okupar de manera sistemática. Vives advierte de que se conocen todos los trucos legales y saben muy bien lo que pueden alegar para que no se les pueda echar. "Una vez judicializado el caso, existe la vía penal, que en la mayoría de las ocasiones se demora y se archiva, y hay que recurrir a la vía civil para recuperar la propiedad".
¿Han aumentado con el Covid?
Por el momento, no se ven perspectivas de que esto mejore, considerando la situación actual por las repercusiones del Covid-19. "En los momentos de crisis siempre aumentan las ocupaciones. En esta situación concreta, cuando se han impuesto unas medidas tan específicas de confinamiento, se pueden haber dado casos en que los dueños de segundas residencias no hayan podido ir a sus casas en los tres meses".
Para que la policía pueda intervenir inmediatamente, antes de que pasen 72 horas, lo más práctico son los sistemas de alarmas conectadas a una central de alarmas, que ahora están de moda. Son sistemas de vigilancia privada que, en cuanto detectan movimiento dan el aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y aquí sí que se puede realizar el desahucio enseguida.
¿Cómo evitar a los intrusos?
Entonces, ¿es posible evitar la okupación? Sí, siempre y cuando se tomen unas medidas de prevención. Según Securitas Direct, la clave de la seguridad en las viviendas radica en establecer una combinación de elementos físicos con elementos electrónicos. Los físicos, son todos aquellos que hacen que el okupa invierta tiempo para acceder a la vivienda, y le obliga, además, a hacer mucho ruido para derribar esas barreras: rejas, puertas blindadas, unas buenas ventanas, etc.
Los electrónicos son las alarmas conectadas a una central receptora. Suponen, en primera instancia, el mejor mecanismo de disuasión, ya que los okupas buscarán las viviendas de acceso más fácil y aquellas que no estén protegidas. Si finalmente deciden entrar o intentan llevar a cabo el allanamiento, se activarán los protocolos de seguridad, que avisarán a las Fuerzas y Cuerpos de seguridad y, por tanto, se evitará la okupación.
Alarmas con aviso a la Policía
De hecho, los sistemas de alarmas es una de las medidas más demandada en el país. Según un estudio realizado recientemente por el Instituto Sondea para esta compañía de seguridad, el método más efectivo para evitar la ocupación de una vivienda es la alarma, según el 31,74% de los encuestados, seguido de la vigilancia privada (21,76%) y las puertas blindadas (19,91%).
Con gran diferencia y en cuarto puesto se encuentran las rejas (7,44%), las cerraduras electrónicas de puertas (6,64%), las cámaras de vigilancia (6,44%) y un perro que vigile la casa (6,09%).
Aspecto de casa habitada
Para evitar la okupación, también es clave que la vivienda ofrezca aspecto de que está habitada, en todo momento. Expertos de Securitas Direct aconsejan dejar algunas persianas subidas o medio bajadas, hablar con familiares o vecinos para que vacíen el buzón y asegurar la iluminación de exteriores durante la noche.
Es muy útil programar el encendido de luces de forma periódica con automatismos, así como desviar el teléfono fijo a nuestro móvil, y no dar pistas en nuestras redes sociales de que nos vamos de nuestra vivienda, son claves para evitar mayores sustos.
Mecanismos avanzados de detección
La lucha contrarreloj contra los enemigos de lo ajeno obliga a las compañías de seguridad a tirar de inventiva e innovación para evitar este tipo de incidencias, especialmente contra aquellas bandas organizadas que son cada vez más profesionales. Es el caso del sistema llamado Zerovisión que ---además de avisar a la policía--, en caso de intrusión verificada, expulsa un humo denso y muy molesto que obliga al intruso a abandonar la instalación de inmediato.
También encontramos en el mercado sistemas de anti-inhibición, es decir, la alarma no puede ser inhibida y, en caso de que se intente, también se genera un aviso a la central para avisar a Policía, u otros dispositivos como los Shock Sensor (que activan la alarma no solo cuando se abren puertas o ventas, sino en cuanto comienzan a golpearla).