Un agente de la Guardia Civil, vigilando la zona de pasajeros del aeropuerto de El Prat de Barcelona / GC

Un agente de la Guardia Civil, vigilando la zona de pasajeros del aeropuerto de El Prat de Barcelona / GC

Vida

'Air marihuana': crece el cannabis interceptado en El Prat pese a la pandemia

La Guardia Civil incauta un 34% más de droga en el aeropuerto de Barcelona en pleno desplome del número de pasajeros y vuelos

28 agosto, 2021 00:00

Droga por vía aérea. Sobre todo, marihuana. Las incautaciones del estupefaciente es de lo poco que aumentó en el aeropuerto de El Prat de Barcelona en 2020, cuando el tráfico se desplomó por las restricciones a la movilidad que conllevó la pandemia del coronavirus. La Guardia Civil admite un incremento del 34% en la cantidad de droga aprehendida en la instalación aérea. 

Lo explican fuentes oficiales del instituto armado que indican que el tráfico de estupefacientes es de los pocos delitos que se mantuvieron en la ciudad aérea en 2020. Otros, como los robos, cayeron por la ausencia de vuelos y pasajeros, como explicó este medio. Por contra, la droga por vía aérea aumentó, pues recuerdan desde la Guardia Civil que "las limitaciones a la movilidad eran para las personas, no para los paquetes". 

"El tráfico con paquetes no se ha reducido"

Desde este cuerpo policial explican que de la droga que entra en España, "hay un porcentaje que lo lleva una minoría de ciudadanos, mientras que otra se envía como si fuera paquetería". Mientras la primera vía de entrada se frustró porque la movilidad entre países y ciudades estaba limitada, el canal paquetería seguía abierto. "Ese tráfico no se ha reducido", señalan desde la fuerza pública. 

La Guardia Civil subraya además que "hubo sectores que crecieron con la pandemia, y la paquetería fue uno de ellos, en parte por el aumento de las compras online". En ese flujo constante de paquetes, los pocos que llevaban droga y fueron interceptados por efectivos policiales "se mantuvieron en líneas generales, pero hubo un tipo que aumentaron, que son los cannábicos". 

"Son cifras elevadas"

La misma fuente ha puesto cifras a esta tendencia. En todo 2020, este cuerpo policial localizó e incautó 563 kilos de droga, por 420 kilos en 2019. "Frente al resto de delitos que descienden en El Prat, el total de kilos incautado en el aeropuerto creció. Y son volúmenes elevados", admite. 

"En general, los estupefacientes bajaron un poco, el cómputo general de opiáceos o cocaína se redujo, pero la marihuana aumentó", apostilla la misma voz del cuerpo de seguridad. 

Guardia Civil: dos líneas de trabajo

En este contexto, la Guardia Civil recuerda que tiene dos grandes líneas de trabajo contra el tráfico de estupefacientes. Una de ellas es la labor rutinaria de inspección de equipajes y bodegas, incluyendo el cargo de los aviones. Aquí, el instituto armado emplea a fondo los equipos de rayos equis y los perros antidrogas. "Se hace diariamente, con resultados", explican. 

La segunda vía es "más amplia" y se centra en la coordinación de los dispositivos del aeropuerto de El Prat con las "diferentes investigaciones que tienen lugar en todo el territorio nacional". Recuerda la fuerza pública que "la lucha contra los estupefacientes es una y coordinada, en Algeciras y aquí en Barcelona, incluso en la Unión Europea". Por ello, "donde exploten las operaciones puede ser aquí, pero la línea de investigación es más amplia". 

Criminólogos: "Lo explican las bandas y la legislación laxa"

Contactado por la cuestión, Xavier Jubert, experto del Colegio de Criminólogos de Cataluña ha recordado que la marihuana "es una droga considerada blanda", pero hay elementos que aumentan su peligrosidad. En el campo sanitario, la "teoría de la puerta de entrada, pues podría dar pie a consumir otras drogas más duras, sobre todo si la distribuye un traficante o una banda criminal, que dispone de estos estupefacientes".  En segundo lugar, precisamente, los riesgos para la seguridad que entrañan los grupos organizadas con ánimo de lucro, "tanto a nivel de violencia contra las personas, ya sea contra consumidores o entre ellos, como con posibles daños a bienes". 

Jubert echa de menos "legislación clara" con el cannabis que evite, precisamente, que España "sea territorio de cultivo para enviar luego la droga a otros países con legislación más dura por medio de paquetería". O, por ejemplo, para regular el uso terapéutico "para evitar que se tenga que acudir a las bandas criminales o al cultivo subrepticio en casa con el riesgo de exponerse a las bandas o ser considerado un traficante". El ente colegial aboga por "mejorar la educación y desplegar normativa clara" para, regular, entre otros, los clubes cannábicos. "Pueden hacer el papel que los centros de reducción de daños hacían con la heroína", apostilla la misma voz.