Los Audis alertaron de la estafa en Cementiris de Barcelona

Lo explican fuentes cercanas al procedimiento judicial, que se sigue en una sala de instrucción de la capital catalana después de que una familia afectada, de las ocho totales, lo denunciara a Cementiris, y ésta alertara a la justicia y echara al empleado. Intra muros, la empresa ya tenía sospechas por el "elevado tren de vida" que llevaba el asalariado, que "levantaba sospechas" entre sus compañeros. 

Audis y el círculo de Valmaña

Como avanzó El Periódico, el presunto estafador es un comercial --en Cbsa se le llama asesor-- que trabaja en la firma desde 2006. Otras voces policiales y judiciales han arrojado más luz sobre la posible treta que se investiga. "Un comercial con un salario sobre los 55.000 euros al año llevaba un tren de vida muy, muy elevado. ¿Era normal?", se preguntan policías consultadas por este medio.

Jordi Valmaña, director general de Cementiris de Barcelona, durante una entrevista en una radio / RNE

Desde los círculos policiales explican que se llevaran a cabo las diligencias que interese el juez, claro. Incluidas la posible falta de control de la empresa municipal que preside el polémico Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica de Barcelona. ¿Por qué? "Porque el presunto estafador era del círculo del exdirector general de Cbsa, Jordi Valmaña. Era marido de la secretaria del antiguo CEO y tenía posible acceso a información", deslizan. 

¿Qué control hubo?

Esa proximidad al controvertido ex director general, un alto cargo al que salpicó el derrumbe de un bloque de nichos de 2017, ha levantado dudas entre el campo policial y judicial. Las fuentes consultadas se preguntan "qué control hubo" sobre una supuesta estafa a familias, a las que se cree que se ofrecía "un nicho mejor" por un pago en B de entre 1.800 y 2.000 euros. 

"Un empleado con un buen sueldo, ¿se juega su puesto por 1.800 euros de más? Cuántos años llevaba haciéndolo? Hay cosas que no encajan", se inquieren. A este respecto, Cbsa ya ha concluido su investigación interna, que se ha saldado con el hallazgo de ocho presuntos casos de malas prácticas y el despido del trabajador. Asimismo, el caso se ha comunicado a la justicia, que ha abierto diligencias. 

"Era el vendedor más bueno"

Mientras se investiga el caso en sede judicial, voces cercanas a los agentes que llevarán a cabo las diligencias subrayan que el asesor era el "vendedor más bueno" de Cementiris. "Podía colocar un aire acondicionado a un pinguino, parecía", insisten. Ello no despertó sospechas en la sociedad municipal hasta que el individuo comenzó a conducir Audis de alta gama y una familia denunció. 

Eso sí, persisten las dudas sobre el control interno en el grupo público más rentable de las empresas del Ayuntamiento de Barcelona, y los equilibrios internos tras la tormentosa época de Valmaña. "¿Quién nos filtró la noticia? Por qué? Quién controló al empleado durante décadas? Qué sabe? Si era marido de la mano derecha del exdirector general, cuánta endogamia queda en Cementiris?", apostillan los investigadores.