Primeros cierres en la sanidad catalana por el contagio masivo de médicos
La Generalitat clausura ambulatorios por falta de personal: hay demasiados sanitarios infectados con Covid-19 que no pueden trabajar
19 marzo, 2020 00:00Pocos, pero ya empiezan. El sistema catalán de sanidad empieza a llegar al nivel de saturación, al menos en lo que a personal se refiere. Tanto es así que la Generalitat de Cataluña ya ha tenido que cerrar los primeros ambulatorios por el número de sanitarios infectados con el virus SARS-CoV-2, que causa la infección Covid-19, o por el personal que se en cuarentena.
ACTUALIZACIÓN del servicio ‼‼‼
— Salut L'Hospitalet (@LHSalut) March 18, 2020
Miércoles 18 de marzo:
CAP Rambla Marina- especialidades cierra por las tardes
CAP Jacint Verdaguer abierto
CAP Amadeo Torner abierto
CAP Gornal, cierra tardes y deriva a CAP Bellvitge
CAP Sanfeliu, cierra tardes y deriva a CAP Just Oliveras pic.twitter.com/I7GWWXf0V7
La pasada semana, TV3 ya informó de que un consultorio, el Centro de Atención Primaria (CAP) de Santa Coloma de Cervelló, tuvo que echar el cierre porque el personal que lo operaba estaba de baja masivamente tras haber contraído Covid-19. Pero es que hay más. Las clausuras temporales de ambulatorios por el contagio masivo han llegado a L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la segunda mayor ciudad de Cataluña. El lunes ya no abrió el CAP Santa Eulàlia durante todo el día. Tampoco lo hizo, por la tarde, el CAP Gornal y CAP Santfeliu. Dos días después, el miércoles, continuaban las restricciones en algunos de estos centros.
Primeros cierres en la sanidad catalana por el contagio de médicos / CG
"No hay médicos ni enfermeros"
Preguntado sobre la cuestión, el Instituto Catalán de Sanidad (ICS) no ha respondido a los requerimientos informativos de este medio. Sí lo han hecho fuentes sindicales, que han señalado que los cierres obedecen a "la falta de plantilla por los contagios con Covid-19". Inquirido por la cuestión, CCOO, mayoritario en la sanidad pública catalana, ha confirmado que le constaban los primeros cierres por desbordamiento de plantilla en centros de atención primaria en Barcelona y su área de influencia. Ello podría ser bien por contagios de sanitarios o por aislamiento de los profesionales que han tenido contacto con pacientes infectados.
De hecho, la sanidad catalana está tan tensionada que el ICS ha tenido que relajar el protocolo de actuación en caso de contacto entre el personal sanitario y un paciente con la llamada neumonía de Wuhan. En las primeras ediciones de esta hoja marco, el proveedor público de servicios sanitarios recomendaba para estos casos 14 días de cuarentena. En la última actualización del domingo, ya rebajaba la cifra a siete días. Según la revisión publicada ayer a la que pudo acceder Crónica Global, Salud ya distingue entre contactos "de alto riesgo" y de "bajo riesgo". En el segundo caso permitirá a las plantillas continuar en su puesto de trabajo después de tratar a un paiente con Covid-19.
Límite: los hospitales
Por el momento, la alerta no es roja. La pandemia ha diezmado la atención primaria, un nivel asistencial históricamente infrafinanciado por los presupuestos del Departamento catalán de Salud. El nivel de alarma cambiará cuando se vea afectada la operativa de los grandes hospitales del sistema autonómico, en los que figuran las unidades de cuidados intensivos (UCI) o áreas de vigilancia intensiva (AVI) que permiten una monitorización de los pacientes con infecciones respiratorias provocadas por el SARS-CoV-2 y que requieren respiradores --y personal que sepa operarlos--. En este sentido, es cierto que hay dispositivos al límite, pero el sistema aguanta. Es en este contexto de provisión urgente de personal donde se enmarcan los esfuerzos de, por ejemplo, el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) para fichar y colegiar a facultativos que no estaban ejerciendo.
Otros centros sanitarios están contratando mediante anuncios públicos o incluso grupos de Whatsapp. Esa es una vía de actuación. La otra es la llamada batalla del material. La Generalitat ha iniciado un combate con el Gobierno por los trajes y material fungible hospitalario. El departamento y el alcalde de Igualada acusaron a la Guardia Civil de impedir que llegara a la autonomía o bien de incautarlo. El Ejecutivo mostró todas las pruebas negando la acusación, tal y como avanzó este medio. El trasfondo del duro rifirrafe es el mismo: falta personal, cada médico cuenta y, por ello, cada mascarilla o equipo de protección (EPI) para cortar el paso al SARS-CoV-2 es fundamental para que el sistema siga latiendo.