Dos siglos en la frontera de la Seu d'Urgell: del contrabando de ganado a la marihuana
El 20 de marzo de 1824, la Policía del Reino se estableció en la frontera entre España y Andorra. Desde entonces, los agentes llevan 200 años velando por la seguridad del paso fronterizo
17 marzo, 2024 00:00Noticias relacionadas
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Poco se imaginaba el Inspector de Policía Nacional Antonio Rodríguez Feijóo que lo que empezaría como un trabajo para ascender en la escala policial, se terminaría convirtiendo en toda una revelación de la historia del cuerpo. Feijóo, natural de Galicia, pero instalado desde hace años en La Seu d'Urgell (Lleida), inició su trabajo de final de máster sobre la frontera leridana con Andorra, donde lleva años prestando sus servicios.
Desde el 20 de marzo de 1824
Casi por casualidad, y gracias a la colaboración del responsable del Archivo Municipal, Lluis Obiols, Feijóo accedió a una importante cantidad de documentos, perfectamente conservados, que acreditaban la llegada de la Policía General del Reino al Alt Urgell, apenas dos meses después de su creación.
De hecho, se establecieron el 20 de marzo de 1824, pocas semanas después de que, ese mes de enero, el rey Fernando VII aprobara la célula que dio vida a la que fue la primera Policía del Reino. Los antecesores de la actual Policía Nacional.
La Seu d’Urgell era entonces un municipio importante, sede episcopal y con su titular copríncipe de la vecina Andorra. Acogía una burguesía local, declaradamente borbónica, y defensora del monarca Fernando VII. La persona designada para ocupar el puesto de máxima responsabilidad policial de la zona fue José Ignacio Dalmau, un joven abogado de 20 años de edad, que pertenecía a una familia influyente de esa élite local de terratenientes y profesionales liberales.
Controlar la frontera con Andorra
A medida que el Inspector Feijóo iba descubriendo nuevos capítulos de la historia de la frontera fue quedando cada vez más encandilado por la joya que, sin querer, acababa de descubrir.
Dalmau -explican Feijóo y Javier López Pueyo, el Agregado de Interior en la Embajada de España en Andorra- fue nombrado Subdelegado de Policía en La Seu y fue el primero en "poner orden" al paso fronterizo con lo que por entonces se conocía como "el valle de Andorra" o las "tierras andorranas". Un territorio que no formaba parte del Reino de España y donde surgió la necesidad de llevar a cabo la fiscalización de las personas que entraban o salían del Principado de Andorra, a partir del control documental.
De este modo, Dalmau fue el jefe de la primera policía de fronteras que hubo en nuestro país. Igual será porque en la actualidad Feijóo ocupa el lugar de jefe en el Grupo Operativo de Fronteras de La Seu, que se enamoró de esta historia y quiso poner orden a toda esa documentación que había encontrado. Y así, reivindicar los orígenes del puesto fronterizo con Andorra.
La incipiente cooperación policial
Dalmau, insisten Feijóo y López Pueyo, fue un "fuera de serie" para esa época. Al mismo status que los alcaldes de la zona, fue la primera autoridad policial en expedir pasaportes y crear los censos de las poblaciones de la comarca. Controlaba, además, todo el comercio de la zona al expedir las primeras licencias de establecimientos públicos como bares, tabernas y casas de hospedajes.
De este modo, pudo controlar el comercio local, basado en una economía agrícola y ganadera. Y estableció, paralelamente, los primeros contactos con las autoridades andorranas, con el conocido 'síndico general'. "Sin saberlo, este señor diseñó las bases de lo que hoy conocemos como 'cooperación policial' entre los cuerpos de distintos estados" explican el Inspector y el Agredado de Interior.
Además, junto con sus superiores, contribuyó a definir por vez primera los requisitos para el cruce de fronteras, que por entonces eran unos caminos rurales marcados por el 'derecho de costumbre'. Y todo ello, respetando los privilegios y la neutralidad del Principado de Andorra, como recogen los documentos estudiados por Rodríguez Feijóo y López Pueyo.
Del contrabando de ganado al tráfico de marihuana
Paralelamente, como pasa en la actualidad con la delincuencia organizada transnacional, Dalmau quiso controlar a todo aquel que quería cruzar la frontera de forma ilegal, especialmente a los contrabandistas.
De hecho, es sabido que las fronteras siempre han sido lugar especialmente delicados. Por ello, se entiende que semanas después de la creación de la Policía del Reino, en 1824, se destinará a un primer encargado en la zona. Actualmente, incluso, son zonas frecuentadas por los grupos criminales para pasar todo tipo de mercancía: desde tráfico de personas, inmigración ilegal o sustancias estupefacientes como la marihuana o la cocaína.
Una 'mercancía' que con los años ha ido evolucionando, pero ya entonces, hace dos siglos, se aprovechaban esos caminos rurales, perdidos en el corazón del Pirineo, para transportar la mercadería ilegal. En aquellos años, principalmente: ganado.
Los contrabandistas de ganado eran la pesadilla de los ganaderos y alcaldes de la zona y Dalmau fijó atención en ello, identificándolos y prohibiendo sus desplazamientos, expidiéndoles o no pasaportes para acceder a Andorra.
La primera 'policía secreta'
Para poder llevar a cabo todas estas labores, junto con el Intendente de Barcelona, José Ignacio Dalmau fue autorizado a nombrar los primeros agentes secretos. Se trataban de “sujetos de su confianza”, elegidos para que, con la máxima discreción, colaboraran “en la tranquilidad pública” y la seguridad de la comarca y del paso fronterizo con Andorra.
Y no solo eso. el Subdelegado de Policía en la Seu también tuvo bajo su cargo a los primeros policías de lo que hoy conocemos como 'Información'. Agentes que se dedicaban a informar de la presencia de publicaciones periodísticas que, llegadas desde el extranjero, estaban prohibidas en España.
La Policía ha estado "desde siempre"
Todo ello, en una zona y en una época en la que la frontera no era, ni mucho menos, como la conocemos ahora. De hecho, hasta 1863, con el reinado de Isabel II, no se establecieron de forma oficial los límites entre España y Andorra, más allá del 'derecho de costumbre'. Linde que fue marcado con cruces selladas en las piedras del Pirineo. "Algunas de ellas perduran en la actualidad", aseguran Feijóo y Pueyo.
Por lo tanto, cuando en La Seu alguno de los más ancianos aseguran que la Policía Nacional en frontera con Andorra está "desde siempre", no les falta razón. "Yo quise ponerle fecha a ese 'desde siempre' y resultó que era así", relata el Inspector Rodríguez Feijóo.