Hablan los amigos de Josep Maria, el dueño del bar People asesinado en el Gayxample de Barcelona
Quienes le conocieron lo describen como una persona “dicharachera y extrovertida”, a la que le gustaba charlar con los clientes de su local
14 enero, 2024 17:45Noticias relacionadas
El lunes arranca en la Audiencia Provincial de Barcelona el juicio a Giovanny B. G., el hombre que presuntamente mató a golpes a Josep Maria Sotomayor, copropietario del popular bar de ambiente People Lounge en el Gayxample de Barcelona.
El brutal crimen, que sacudió la zona gay friendly de la Ciudad Condal, llega a juicio dos años después del suceso que conmocionó a los clientes del bar, vecinos y familiares de la víctima, que en declaraciones a Crónica Global recuerdan con "horror" que tendrán que revivir lo sucedido a partir del lunes.
"Extrovertido y divertidísimo"
Quienes conocieron a Josep Maria lo describen como una persona “dicharachera y extrovertida”, a la que le gustaba charlar con los clientes de su bar, del que, dicen, estaba "enamorado".
"Era divertidísimo, soñaba con Hollywood y le encantaban las cosas de los 80", recuerdan los clientes que frecuentaban el People Lounge, emplazado en la confluencia de las calles Villarroel y Diputació, que se refieren al fallecido como una persona "elegante" a la que "le encantaba pasearse por el bar con un perfume rociando a los clientes", un gesto que le otorgó el apelativo de Sr. Sotomayor.
También era un apasionado de la música, por eso el local albergaba con cierta asiduidad actuaciones en directo de flamenco y rock. “Invitaba a grupos y organizaba conciertos con gente que había sido muy conocida en el panorama musical hace 30 o 40 años”, rememoran.
Quería traspasar su local
El gusto por la música a Josep Maria le venía de cuna. Según fuentes de su entorno, sus padres, oriundos de Benidorm, fueron propietarios de varios cines y discotecas de la localidad costera alincantina, así como de varios locales de ocio nocturno en Barcelona, entre ellos la sala Tiguan, ubicada en el Poble Espanyol.
Así, Josep Maria creó “el bar de ambiente más elegante de Barcelona”, que regentaba junto a su marido, un escocés afincado en la Ciudad Condal.
Pese a que todos coinciden en el amor que sentía el fallecido por su negocio, algunas de las voces consultadas apuntan a que, antes de la pandemia por coronavirus, entre 2017 y 2018, el fallecido se planteó traspasarlo. “Josep Maria me enseñó todo el local y me dijo que pediría más de 400.000 euros porque podía abrir hasta las cinco de la mañana y hay muy pocas licencias de este tipo en un lugar tan bien ubicado”.
Quedaron por una entrevista de trabajo
Otras, sin embargo, argumentan que realmente nunca quiso desprenderse del People, “aunque a veces decía que Barcelona iba por mal camino y sí que pensó en marcharse a Argentina y abrir algo allí, pero no porque tuviese problemas económicos ni porque quisiese deshacerse del bar”.
Sea como fuere, y tras un parón a causa del confinamiento y de las restricciones por el Covid-19, el People volvió a abrir en 2021, poco antes del crimen atroz.
El 29 de octubre de ese año Josep Maria, de 65 años, citó a Giovanny, de 44, para hacerle una entrevista de trabajo en el bar. Sobre la medianoche, tras tomarse algunas copas, ambos se dirigieron al domicilio que el fallecido compartía con su cónyuge con la intención de mantener sexo, según la fiscalía.
No pudo defenderse
Sin embargo, por motivos que no se han esclarecido hasta la fecha, una vez en la casa de Josep Maria, Giovanny lo atacó brutalmente, sin que tuviese oportunidad alguna de defenderse, pues, además de no poder preveerlo, se encontraba bajo los efectos del alcohol. “Josep María no era corpulento, era delgado, de complexión normal”, le describen.
Según el Ministerio Fiscal, que pide 26 años y medio de cárcel para el presunto asesino, la víctima murió a causa de las múltiples contusiones y heridas que el sospechoso presuntamente le causó al golpearla repetidamente con toda suerte de objetos e instrumentos que encontró en la casa. Una vez muerto, le robó la cartera, un iPod y uno de sus perfumes.
El marido, testigo de cargo
El marido de la víctima, que abandonó la ciudad después de lo ocurrido y ha regresado este domingo para asistir al juicio, fue quien lo encontró poco después, ya fallecido, en la casa que compartían en el Eixample de Barcelona. El martes declarará como testigo.
Por la sala del jurado popular también desfilarán, además de los Mossos d'Esquadra, amigos de la pareja y clientes del bar People, cuya persiana permanece cerrada a cal y canto desde la noche del crimen. Intermedia su traspaso CAT Real Estate, la firma inmobiliaria boutique que rige Nacho Castella.
Impacto
Mientras la operación no se cierra, el Gayxample recordará a partir de mañana el único crimen que ha zozobrado la comunidad arcoíris en los últimos años. Josep Maria era un empresario muy conocido y querido en la comunidad, y su muerte cayó como un jarro de agua fría en el enclave queer.
Fue el colofón a un semestre complicado en el cuadrado LGTBI, pues en julio del mismo año se había producido una salvaje agresión con un martillo a un chico ante otra de las catedrales del distrito: el Hotel Áxel. En ese caso, los autores jamás fueron detenidos.