Los aceiteros catalanes blindan sus instalaciones para evitar el robo del 'oro líquido'
Los Mossos d’Esquadra incluyen por primera vez a payeses y cooperativas en su campaña de prevención
15 enero, 2024 00:00Noticias relacionadas
El campo catalán se ha blindado contra el robo de aceite de oliva. La meteórica subida de los precios -el litro ya roza los 10 euros en los supermercados- ha obligado al sector a reforzar la seguridad de los campos y los molinos para proteger el oro líquido.
Así lo explica Roderic Moreno, inspector de Mossos d’Esquadra y jefe de la comisaría de Mollerussa y Les Borges Blanques, en Lleida, que precisa que ante el temor a una oleada de robos por el incremento de los precios, además de aconsejar a los aceiteros que pusieran medidas físicas de seguridad en sus instalaciones, desde la policía autonómica se diseñó una innovadora campaña de prevención.
Campaña de prevención
Aunque esta labor la desarrollan desde hace años para garantizar el éxito de la recogida de olivas y otros productos, ahora los Mossos d’Esquadra han decidido implicar, por primera vez, a los industriales y a las cooperativas.
“Además del patrullaje que hicimos en los campos, hemos contado con la colaboración de los agricultores, los propietarios y los cooperativistas, que tal como se les solicitó al inicio de la campaña, en conferencias y charlas, nos alertaron de la presencia de forasteros merodeando por la zona”, explica Moreno, lo que facilitó la labor de los agentes.
Aumenta el número de identificados
El motivo por el que decidieron implicar a los payeses en el control efectivo del territorio fue porque, además de ser muy extenso, ellos son quienes mejor lo conocen, pues diariamente transitan por caminos forestales, a veces recónditos, que llevan específicamente a las fincas de olivares. “Les dimos instrucciones claras antes de la campaña, que va de noviembre a principios de enero, para que nos alertaran si detectaban a desconocidos en esta zona”, explica el inspector.
En paralelo, los Mossos d’Esquadra se prepararon para reaccionar de forma rápida ante uno de estos avisos, de forma que el número de identificados se incrementó significativamente este año, si bien el inspector insiste en que no se puede relacionar a estas personas con ninguna actividad ilícita, pues la prevención sirvió para disuadirlos, en caso de que se estuviesen planteando robar olivas o aceite.
Alarmas y puertas reforzadas
En las charlas previas a la campaña, que está a punto de concluir, la policía autonómica también pidió a los agricultores que no dejasen las olivas en el campo sino que, una vez recogidas, las llevasen a las cooperativas para ponerlas a buen recaudo. A los molinos se les aconsejó que, además de asegurarse de la trazabilidad de las olivas que compraran, una vez chafadas el jugo se almacenase en un sitio seguro ante el temor de que el producto ya embotellado se convirtiese en la diana de los ladrones. “Afortunadamente, este escenario no se ha producido”, confirma Moreno.
La campaña finalizará con un resultado muy positivo gracias a la labor policial y a la coordinación con los agricultores y las cooperativas, que han invertido en elementos de seguridad como alarmas y que han reforzado puertas y accesos.
Sólo cinco hurtos en la campaña
Gracias a esta colaboración sólo se han registrado cinco hurtos en esta zona, cuyos autores fueron identificados y denunciados penalmente y la mercancía devuelta a sus legítimos propietarios.
El temor a los robos en el campo no es nuevo, explica el inspector, que destaca que en años anteriores ya desarrollaron campañas de prevención de este tipo para evitar que los delincuentes saqueasen los campos de almendras y nueces, con elevados precios en el mercado.
Por su parte, Joan Ferran, productor de aceite en Les Garrigues y responsable sectorial del aceite de oliva de la asociación de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) ha confirmado que, a falta de 15 días para el cierre de la campaña, no han notado un aumento de robos, lo que supone un respiro para el sector, sacudido por la grave sequía.
La producción, mermada por la sequía
Este año la producción escasea en las zonas de secano. “En localidades como Torrebesses o Granyena de les Garrigues, donde las cosechas son en su mayoría de secano, la producción ha sido prácticamente nula”, lamenta.Aunque asegura que los agricultores están satisfechos con el precio que han cobrado por las aceitunas recogidas, lamentan la merma de la producción.
Una situación que empeorará la tendencia alcista de los precios. “Espero que no suba más porque el comprador final no podrá pagarlo, porque las nóminas son las que son”, expresa Ferran. “Lo que pasará es que si sigue subiendo los consumidores empezarán a comprar otros aceites más baratos, como el de girasol, porque aunque no sea lo mismo… el bolsillo lo miramos todos”.