Los okupas de la Bonanova se declaran "en pie de guerra" y anuncian movilizaciones para frenar el desalojo

A través de su cuenta de Telegram, los antisistema convocan el próximo 30 de noviembre, día en el que está previsto que se ejecute el lanzamiento, a todos los colectivos antisistema de la capital catalana para intentar resistir en el barrio más pijo de la Ciudad Condal. La columna saldrá desde la plaza Uri Caballero, en Vallcarca, a las cinco y media de la mañana y desembocará a las seis frente a las casas okupadas. 

Dos lanzamientos simultáneos

El desalojo llegará después de que, en mayo, la Sareb, que es propietaria del 60% de La Ruïna, acudiera al Juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona para solicitar su desalojo aludiendo a “una cuestión de seguridad pública”. Así lo decidió la gestora después de que los okupas protagonizaran varios enfrentamientos con los vecinos de la zona, lo que generó una gran tensión en el barrio.

En aquel momento ya existía una orden judicial para desalojar la otra vivienda okupada, contigua a La Ruïna, bautizado como El Kubo. Sin embargo, el desahucio de este segundo inmueble, previsto para el 23 de marzo, quedó paralizado ante la solicitud de los Mossos d’Esquadra de proceder a un único lanzamiento simultáneo para “garantizar la seguridad vecinal”. A esta petición se sumaron también la gestora y el propio Ayuntamiento de Barcelona, como avanzó este medio, para evitar “una batalla campal”.

"En pie de guerra"

Finalmente, la jueza del Juzgado de Primera Instancia 39 de Barcelona dio luz verde al desalojo de La Ruïna, imprescindible para ejecutar también el de El Kubo, desoyendo las alegaciones de la defensa de los okupas. Así las cosas, se notificó a las dos partes implicadas que la desokupación conjunta se ejecutaría el 30 de noviembre. 

Fueron los propios okupas quienes lo comunicaron a bombo y platillo a través de sus redes sociales y anunciaron movilizaciones en esa fecha. “Si El Kubo y La Ruïna caen, el barrio arderá”, advirtieron con una ilustración en la que aparecen representados los allanadores, encapuchados y rodeados de neumáticos en llamas que envuelven a las dos propiedades en disputa. Ahora, con un dibujo similar, en el que aparecen portando un martillo, anuncian que están "en pie de guerra".