Doble desalojo en las casas okupas de la Bonanova para evitar "una batalla campal"
El consistorio acusa a los partidos de hacer "paripés" por la cercanía de las municipales; mientras tanto, crece la tensión entre los vecinos y los allanadores de la zona alta de Barcelona
3 mayo, 2023 00:00El Ayuntamiento de Barcelona prepara un desalojo simultáneo de La Ruïna y El Kubo, las dos casas okupadas en el número 6 de la calle Sant Joan de la Salle, frente a la plaza de la Bonanova, para evitar “una batalla campal”. Así lo han trasladado a Crónica Global fuentes municipales que explican que, tras el aplazamiento del lanzamiento en El Kubo --previsto para el 23 de marzo--, intentan que el juez acceda a programar ambos desahucios de forma conjunta.
“Hemos pedido que se coordinen las dos actuaciones policiales para evitar una batalla campal” con los okupas, aseguran las voces consultadas, que advierten de que, de no hacerse así, los allanadores de El Kubo podrían trasladarse a la finca contigua, La Ruïna, y hacerse más fuertes. “Es mejor que se haga en un solo día y no en dos, porque se espera mucha tensión”, avanzan.
Críticas al 'banco malo'
Desde el consistorio aclaran que los dos espacios, que llevan años okupados, son propiedad de la Sareb, conocido como el banco malo, al que acusan de inacción. “Si desde algún sitio se está actuando es desde el Ayuntamiento de Barcelona”, que ha iniciado de motu proprio dos procedimientos judiciales, de los cuales uno ya tiene sentencia. “Lo que tiene que hacer Sareb es velar por sus propiedades e instar a su desalojo”, insisten.
En lo que respecta al lanzamiento, las fuentes del Ayuntamiento de Barcelona apuntan a “dos actuaciones coordinadas” y, aunque las características del operativo las perfilarán los Mossos d’Esquadra, piden que se garantice que habrá suficientes dotaciones “para hacer frente a los okupas” y que el operativo sea “eficaz y con toda la contundencia”.
Las mismas voces han acusado a los partidos de la oposición, entre ellos Valents y Ciudadanos, de hacer “el paripé” en relación a los inmuebles allanados para rascar votos a pocas semanas de las elecciones municipales del 28 de mayo. De hecho, la candidata de la formación naranja, Anna Grau, anunció movilizaciones cada martes a las ocho de la tarde en la plaza de la Bonanova. “Ni un Kubo, ni un Can Vies, ni un okupa más”, expresó en declaraciones a este medio durante la concentración de este martes, donde aseguró que “por las buenas y con firmeza, con perseverancia, se consigue todo”.
Grau reprocha al consistorio su pasividad "frente a los delincuentes", algo que asocia a la cercanía de las municipales del 28 de mayo. Sobre el hecho de que estén intentando que el lanzamiento sea conjunto, la candidata de la formación naranja sostiene que "no es más que una excusa" para no actuar antes de las elecciones. "El ayuntamiento les protege a ellos y no a los vecinos. Se permite por razones electorales y porque Ada Colau está a favor de la okupación", afirma. "Me preocupa que esto acabe como Can Vies y que por la fuerza de la amenaza, de la violencia y del amedrentamiento consigan su objetivo".
Los okupas se organizan
Los comicios municipales están a la vuelta de la esquina y la tensión no hace más que aumentar. Así se vivió ayer martes después de que Acción Antifascista convocara una manifestación frente a las dos casas okupadas. La organización hizo un llamamiento a la movilización en bloque de todos los colectivos antisistema de Barcelona. “Convocamos a personas y colectivos antifascistas, antirracistas, transfeministas, sindicatos, ateneos, espacios okupados, grupos de defensa de la vivienda y todo aquel que se sienta interpelado”, difundieron en un comunicado a través de las redes sociales.
Tal y como ha podido comprobar Crónica Global in situ, hubo un gran despliegue de Mossos d'Esquadra para impedir a los vecinos que se acercasen a los manifestantes, que acudieron a la cita embozados y con pancartas en las que se podían leer lemas como "okupación es antifascismo". Si no hubo enfrentamientos fue gracias a la docena de furgonetas de la policía autonómica y a decenas de agentes de la Brimo y de las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro), que blindaron las dos casas allanadas. Hasta el lugar se desplazó también el comisario jefe, Eduard Sallent.
Los vecinos aprovecharon para relatar "el infierno" que viven con estos okupas, a los que definen como gente "sumamente violenta, que de vulnerables no tienen nada". Según explica uno de ellos, los allanadores "les lanzan botellas, piedras y disparan con escopetas de balines". También les impiden aparcar los coches en las inmediaciones de las dos propiedades. "Son sumamente agresivos", expresan. Otros, que aseguran no sentirse intimidados, denuncian la falta de salubridad en las inmediaciones de la casa y "malos olores", además de un mal ambiente en la zona, en la que hay un colegio.
Desokupa prepara una infiltración
Aprovechando que los allanadores de la Bonanova abrieron ayer las puertas de El Kubo y La Ruïna a los colectivos pro-okupa de la Ciudad Condal, Daniel Esteve, administrador de Desokupa, anunció la infiltración de dos de sus hombres. “Entrarán dos de los nuestros con una pinta de okupas que no los vais a reconocer”, se mofó en las redes. “Tatuados, con el pelo de colores, pequeñitos, no grandotes… veremos todo en tiempo real”. El día 11 de mayo, asegura, dentro tendrán a dos topos que los habrán nutrido de información sobre los allanadores. “Ahora, volveos locos pensando quién será”.
¿Por qué el 11? Porque Esteve prepara "el mayor dispositivo de la historia" para vaciar las dos casas okupas. Según él mismo ha relatado, lo hará a las nueve de la noche con “50 tíos de Desokupa” y acompañado de "unos 3.000 o 5.000 vecinos" del barrio, con quienes, según dice, "se está coordinando".