Alberto Garzón, ministro de Consumo / EFE

Alberto Garzón, ministro de Consumo / EFE

Vida

La rebelión del chuletón contra el ministro Garzón

Los españoles devoramos 218 millones de kilos más de carne en el año Covid a pesar de las recomendaciones del ministro de Consumo

19 diciembre, 2021 00:00

El adiós al chuletón o cada día más veganos, como pide el ministro de Consumo, Alberto Garzón, viene despacio. Contra todo pronóstico, tras seis años de descenso, durante 2020 los españoles consumimos tanta carne como en 2014 y 218.440 toneladas más que el año anterior.

El informe anual del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) revela que cada español llega a consumir de media un kilo por semana. Su titular, Luis Planas, atribuye el inesperado cambio de tendencia a que 2020 fue un “año muy atípico” en el que, debido a las restricciones derivadas de la pandemia, aumentó el consumo en casa y el tiempo disponible para cocinar.

“O sea, que nos dimos al filete en la cocina”, traduce con picardía Nacho Campos, carnicero de Guadarrama. Las tiendas de este municipio madrileño, famoso por sus chuletones, solomillos y otros cortes de vacuno, han notado el considerable incremento en la demanda.

Trozos de carne ya cortados / Changyoung Koh en UNSPLASH

Trozos de carne ya cortados / Changyoung Koh en UNSPLASH

La carne de pollo sigue siendo la más demandada, seguida de la de cerdo. Pero el informe ministerial cifra en 247,5 millones de kilos las ventas de vacuno, la denostada carne roja o chuletón, presuntamente cancerígena, según algunos científicos.

Cosa de viejos y ricos

Los encargados del macroestudio ministerial sitúan la mayor adicción cárnica en las clases alta y media, más o menos como en los últimos años. El mayor porcentaje de “carnívoros” tiene entre 50 y 64 años (32 % de la población), en tanto que solo la ingieren un 8,2% de  menores de 35.

La foto a través de las 739 páginas del informe sitúa como líderes en consumo per cápita a las dos Castillas, seguidas de Galicia, Aragón y País Vasco. Los catellano-leoneses ingirieron 57,49 kilogramos por persona, 7,63 kilos más que la  media estatal.

Por el contrario, a la cola se sitúan Canarias, Extremadura y el Principado de Asturias. En Cataluña, el consumo medio fue de 51,90 kilos por persona.

Veganos minoritarios

Los vegetarianos y veganos apenas  representan, según el MAPA, el 3,7% de la población. El resto cede a la tentación de la carne en mayor o menor cuantía.

También constata el departamento de Planas que entre las dietas crece la tendencia de los consumidores por la “comida real” o real food (un 21 % de la población), que ven en la carne un producto natural. De paso, detecta un  aumento por la comida ecológica, sostenible, de cercanía, donde una alimentación variada sea la clave.

Carne sintética producida por Cocuus / CEDIDA

Carne sintética producida por Cocuus / CEDIDA

 

El balance ha sido bien recibido por los  ganaderos y la industria cárnica, alterados tras la campaña de Garzón Menos carne, más  vida, que persigue la reducción de al menos el 30% del consumo hasta el 2050.  

Ambos sectores temen un impuesto estatal similar al de las bebidas azucaradas aduciendo su impacto en la salud y el medio ambiente. Aglutinan más de 3.000 empresas y 2,5 millones de empleos y suponen el 25,2% del total de la industria alimentaria en nuestro país, que facturó  27.959 millones de euros el año pasado (un 2,32% del PIB).

Dieta más vegetal y sostenible

La OMS y varias sociedades científicas  recomiendan que el consumo anual de carne no supere los 21 kilos por persona, la tercera parte de lo que ocurre actualmente.  “Hay que ir hacia una dieta más vegetal, sana y sostenible”, indican los expertos.

La emisión de gases de efecto invernadero por la industria cárnica es otro de los argumentos esgrimido por el Ministerio de Consumo. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, ronda los 25 millones de toneladas brutas de CO2 (el 9% del total). El departamento de Teresa Ribera sostiene que producir un kilo de carne de vaca requiere 15.000 litros de agua.

Buscando alternativas

Mientras, España se suma a la  llamada “carne cultivada” en laboratorio a partir de tejidos animales, al menos como complemento. El Ministerio de Ciencia ha subvencionado con 3,7 millones de euros a ocho empresas para desarrollar estas alternativas vegetales.

Imagen de una interpretación de 'El Paquito', el bocadillo de carne de cordero / CG

Imagen de una interpretación de 'El Paquito', el bocadillo de carne de cordero / CG

 

El gigante cárnico brasileño JBS ha adquirido 34 millones del capital de la guipuzcoana BioTech Foods para poner en marcha en el País Vasco una fábrica en 2024. Solo EE.UU, Holanda e Israel tienen proyectos activos.

Barbacoas veganas

El mercado de esta carne de laboratorio, considerada más sana y sostenible, alcanzará 25.000 millones de euros en 2030, según la consultora MacKinsey. La UE ha puesto como objetivo que al menos el 30% del consumo provenga de esta fórmula en 2040.

La duda es si el consumidor admitirá chuletas y barbacoas veganas, y si estas carnes vegetales se pueden producir en escala para consolidar una industria alternativa.