Éxodo escolar en la zona más pija de Cataluña
Los vecinos de la Cerdanya cruzan la frontera para llevar a sus hijos a colegios franceses debido a la precariedad de los centros catalanes
13 noviembre, 2016 00:10Apenas dos kilómetros separan una escuela catalana con barracones de un colegio francés con amplias ayudas públicas. De ahí que en los últimos años numerosos vecinos de Puigcerdà, situada en la acomodada comarca de la Cerdanya, hayan decidido cruzar la frontera para beneficiarse, no solo de un sistema educativo mejor que el catalán, sino de un mercado de viviendas más asequible.
Entre los protagonistas de ese éxodo fronterizo hay muchos inmigrantes que siguen trabajando en territorio catalán. La población que más ha notado ese aluvión es Bourg-Madame, de apenas 1.200 habitantes.
“¿Cuál es el verdadero motivo? Sencillo: el comedor es gratis o les sale a precio irrisorio, aunque ese traslado ha ocasionado protestas entre los padres franceses. A esto hay que sumar ayudas del Gobierno francés por los hijos de estos inmigrantes, que han alquilado una vivienda allí y que por lo general son parejas de hecho. O incluso familias monoparentales que reciben ayudas por hijo”, explica a Crónica Global un vecino de origen uruguayo afincado hace años en Puigcerdà.
Baja natalidad
Frente a estas amplias prestaciones, la escuela pública en Puigcerdà languidece, acentuando las diferencias sociales, acusadas ya en una zona pirenaica que acoge las magníficas segundas residencias de la burguesía catalana. Los alumnos del centro Llums del Nord llevan años en barracones y la Consejería de Enseñanza de la Generalitat acaba de admitir que desconoce si el proyecto de construcción de una nueva escuela se llevará adelante. La excusa es la baja natalidad y, precisamente, la marcha de numerosas familias inmigrantes. Ese nuevo centro, situado en unos terrenos ya asfaltados, debía permitir descongestionar el saturado instituto que hay en la ciudad gerundense.
“Junto a los barracones, el principal problema de es la falta de espacio. No hay sitio para habilitar una aula informática, la biblioteca se utiliza también de comedor y el patio es muy pequeño”, explica a este diario el padre de un alumno de Llums del Nord que ha impulsado una campaña a través de change-org para dignificar esas instalaciones.