Los Pirineos están llenos de parajes naturales sobrecogedores. La combinación del blanco de la nieve y el azul de los ríos y vertientes tienen su réplica en esos cielos que se reflejan en los lagos de los valles, tan verdes como frondosos.
Explorar esta sierra que separa Francia de la Península Ibérica es algo que cualquier catalán debe hacer una vez en la vida. Aunque sea para ir a buscar setas. Pero si se es amante del senderismo y la naturaleza, nada mejor que empezar por uno de los espacios protegidos más vastos de Cataluña, el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Dónde está
Ubicado en el corazón de los Pirineos, en la provincia de Lleida, éste es el único parque nacional de toda la comunidad autónoma. Y razones no le faltan. Sus lagos, sus vistas, su biodiversidad es tan variada que bien merece protección y ser catalogados como lo que son, un regalo de la Tierra.
Mas allá de ser uno de los destinos más espectaculares para los amantes de la naturaleza y el senderismo, este espacio natural ofrece paisajes de alta montaña con cientos de lagos cristalinos. La mayoría de ellos se encuentran entre los valles de unos picos imponentes que alcanzan los 3.000 metros de altitud.
Patrimonio de la UNESCO
El parque está dividido en dos sectores principales: el occidental, accesible a través del Valle de Boí, y el oriental, cuyo punto de entrada es el pintoresco pueblo de Espot. Cada uno de estos sectores ofrece rutas y experiencias únicas, destacando la Ruta de las Iglesias Románicas de la Vall de Boí y la visita al Lago de San Mauricio, una de las joyas más emblemáticas del parque.
El sector occidental del parque, accesible desde la Vall de Boí, alberga uno de los conjuntos de arte románico más importantes de Europa. En este valle se encuentran nueve iglesias románicas distribuidas en siete encantadores pueblos, que fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000.
Iglesias románicas
Este recorrido permite a los visitantes sumergirse en la historia y la arquitectura medieval, con paradas imprescindibles en templos como Sant Joan de Boí, Sant Climent y Santa Maria de Taüll. Estos tres son los más conocidos, pero iglesias de Sant Feliu de Barruera, Santa Eulàlia d’Erill la Vall, Nativitat de Durro, la Assumpció de Cóll, Santa Maria de Cardet y Sant Quirc de Durro no tienen nada que envidiar a las tres primeras.
Más allá de sus iglesias, la Vall de Boí impresiona por su arquitectura tradicional y su entorno natural, donde los bosques frondosos y las montañas majestuosas envuelven a los pueblos, creando un escenario de ensueño. Es una visita obligada para quienes buscan combinar la riqueza cultural con la belleza natural en un solo recorrido.
Una ruta hacia Sant Maurici
En el sector oriental del parque, el lago de Sant Maurici se presenta como una postal de alta montaña que recuerda a los lagos alpinos de los Dolomitas o Suiza. Con sus aguas rodeadas de bosques de pinos y los imponentes picos de Els Encantats de fondo, este lago es uno de los lugares más icónicos y visitados del parque. El punto de acceso más cercano es el pueblo de Espot, desde donde se puede llegar en coche hasta el aparcamiento de Prat Pierró, punto de inicio de la ruta hacia el lago.
La ruta circular que rodea el lago, de unos 14,5 kilómetros y un desnivel de 600 metros, permite a los visitantes disfrutar de todos los ángulos posibles del lago y de la impresionante Cascada de Ratera, un salto de agua que añade un toque mágico al recorrido. Para quienes buscan vistas panorámicas, el mirador del Estany de Sant Maurici ofrece una perspectiva inigualable del entorno, siendo una parada obligada para los fotógrafos y amantes de los paisajes.
Aunque la ruta completa puede tomar alrededor de cinco horas, es posible adaptar el recorrido a todos los niveles de forma física. Desde el aparcamiento hasta el lago, hay un sendero accesible de poco más de una hora, perfecto para una caminata relajada en familia. Para quienes prefieran acortar la caminata, un servicio de taxis desde Espot permite llegar directamente al Estany de Sant Maurici, eliminando los primeros kilómetros de la ruta.
El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici ofrece una amplia variedad de experiencias que van desde rutas de senderismo de diferentes niveles de dificultad hasta paseos más relajados que permiten disfrutar del entorno natural sin demasiado esfuerzo físico. Sus cascadas, lagos y montañas lo convierten en un destino ideal tanto para los más aventureros como para quienes buscan un lugar tranquilo para desconectar y disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Otros caminos
Entre las opciones para desconectar que ofrece este parque natural, más allá de Boí, Taüll y el Estany de Sant Maurici, también vale la pena hacer alguna de las rutas que permiten ver lugares como los siguientes:
- Lagos de Long y Redó: sin duda, una de las rutas más bonitas, en el corazón del parque y que cuenta con vistas espectaculares.
- Teleférico: desde la Vall Fosca, podemos tomar un teleférico que nos lleve hasta el lago Gento, a más de 2.000 metros de altura.
- Mon Natura: hablamos de un edificio espectacular en el centro de la naturaleza que nos ofrece vistas de toda la Bonaigua.
- Rafting y barranquismo: los dos deportes más practicados a lo largo de todo el parque, más allá del senderismo por todos sus caminos. Especialmente en primavera, cuando el agua baja con más fuerza.
- Carros de Foc: una de las rutas más duras y más espectaculares de todo el parque y solo apta para aquellos amantes de los retos. Eso sí, hay que estar preparado físicamente para poder realizarla.
- Gran Circo de Colomers: vistas de lujo a lo largo de una ruta por hasta siete lagos donde encontraremos los taxis 4x4.
- Valle de Monestero: uno de los desvíos de la ruta principal nos llevará hasta este valle en el que podremos disfrutar de poco desnivel y zonas pantanosas
- Castillo de Valencia d’Àneu: construido en el siglo XIII, y pese a que se encuentra en ruinas, es una visita obligada por su fuerte componente cultural
Cómo llegar
Al tener dos entradas principales, hay dos opciones para llegar desde Barcelona hasta el Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Si se accede por el Valle de Boí, el trayecto en coche dura aproximadamente 3 horas y 15 minutos. Se debe tomar la autopista A-2 en dirección a Lleida y después la salida 504 hacia la carretera C-13 en dirección a Balaguer. Desde Balaguer, se sigue la C-13 hasta Tremp y luego se toma la carretera N-260 en dirección a Pont de Suert. Una vez en Pont de Suert, se sigue por la carretera L-500 que lleva directamente al Valle de Boí, donde se encuentra el Centro de Información del parque y el punto de acceso principal.
Por otro lado, si uno prefiere ir directamente al lago y entrar por Espot ha de tener en cuenta que se tarda más, unas tres horas y 45 minutos. Se debe tomar la autopista A-2 en dirección a Lleida y luego la salida 504 hacia la carretera C-13 en dirección a Balaguer. Se sigue por la C-13 pasando por Tremp y La Pobla de Segur, continuando en dirección a Sort. Desde Sort, se sigue por la C-13 hasta Llavorsí y luego se toma la carretera LV-5004 hacia el norte, en dirección a Espot. Desde Espot, se accede al parque mediante un servicio de taxi que lleva directamente al Estany de Sant Maurici.