Ni edificio ni parque: el secreto mejor guardado de Gaudí a las afueras de Barcelona que es Patrimonio Mundial de la UNESCO

Gaudí es la figura referente del modernismo catalán. Este estilo arquitectónico fue una de las expresiones artísticas más revolucionarias de finales del siglo XIX y principios del XX, y el arquitecto catalán fue y sigue siendo su principal referente.

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Obras como la Sagrada Familia o el Park Güell son los ejemplos más conocidos del genio de Antoni Gaudí. De hecho, este parque, así como edificios de la talla de la Casa Batlló o la Pedrera sonunos de sus máximos exponentes, pero hay una obra que, a las afueras de Barcelona, se mantiene como uno de los secretos mejor guardados del modernismo catalán: la Colonia Güell. 

Dónde  está

Ubicada en Santa Coloma de Cervelló, esta colonia industrial no solo representa uno de los mayores logros arquitectónicos de Gaudí, sino que también ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial por su excepcional valor histórico y artístico.

En pleno auge de la Revolución Industrial, la vida en Cataluña experimentó una transformación sin precedentes. Con el crecimiento de las fábricas y el desarrollo urbano, surgió un nuevo modelo de asentamiento que buscaba integrar el trabajo y la vida cotidiana: las colonias industriales.

Un encargo de los Güell

La Colonia Güell es una de las más emblemáticas. Primero, por su función como centro de producción, segundo, por la visión de Eusebi Güell, quien encargó a Gaudí el diseño de un espacio que combinara innovación arquitectónica con bienestar social para los trabajadores. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, a una época donde la industria y el arte se unieron para crear algo verdaderamente único.

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Pero que nadie se confunda, a pesar de su uso industrial, esta creación modernista no es simplemente una fábrica; es un complejo urbano con calles, viviendas, y edificios públicos que reflejan el esplendor del modernismo catalán. Aquí, Gaudí y otros arquitectos destacados diseñaron un entorno que va mucho más allá de la funcionalidad, introduciendo detalles ornamentales, formas innovadoras y una profunda conexión con la naturaleza. Cada rincón de la colonia muestra la rica historia de un momento en el que la industria no solo era sinónimo de trabajo duro, sino también de arte y progreso.

Conexión con la Sagrada Familia

Pocos conocen que el germen de la Sagrada Familia, la obra maestra de Gaudí, se encuentra precisamente en la Colonia Güell. A finales del siglo XIX, Eusebi Güell decidió trasladar su fábrica de Barcelona a Santa Coloma de Cervelló, buscando un entorno más saludable para sus trabajadores.

Fue entonces cuando confió en Gaudí tanto para construir la fábrica, como para diseñar una iglesia que serviría de inspiración para su posterior y más célebre proyecto, la Sagrada Familia.

Una experiencia religiosa

La cripta de la Colonia Güell, que debía ser el punto de partida de una iglesia mayor nunca concluida, se convirtió en un laboratorio de ideas arquitectónicas donde Gaudí experimentó con nuevas técnicas que luego aplicarían en la Sagrada Familia.

Las columnas inclinadas y las bóvedas hiperbólicas que se pueden observar en esta cripta muestran el ingenio de un arquitecto que no temía desafiar las normas establecidas y que utilizó este espacio como un banco de pruebas para innovar en el uso de formas y estructuras.

El tesoro mejor guardado de Gaudí

La cripta de la Colonia Güell, conocida como "el tesoro mejor guardado de Gaudí", es una obra que sorprende a todos los que la visitan por su audacia arquitectónica y su belleza mística. Este espacio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005, es una de las cumbres del modernismo y representa un punto de inflexión en la carrera de Gaudí. En su interior, las columnas inclinadas y las vidrieras multicolores desafían la gravedad y la luz, creando un ambiente único que invita a la reflexión y la admiración.

Gaudí aplicó en la cripta innovaciones estructurales que rompieron con las convenciones de su tiempo. Las columnas no siguen una alineación recta, sino que se inclinan en ángulos que recuerdan a los árboles en un bosque, evocando la conexión de la arquitectura con la naturaleza. Este enfoque, que parecía caótico a simple vista, ofreció una nueva forma de entender la construcción y sería crucial en la evolución de sus obras posteriores. La cripta se mantiene como una joya oculta, donde se puede sentir el verdadero espíritu experimental de Gaudí.

Tres puntos de visita obligada

Visitar la Colonia Güell es mucho más que un simple recorrido turístico; es una inmersión en el modernismo catalán en estado puro. Además de la famosa cripta, hay otros puntos clave que no se deben perder:

• Ca l'Ordal: Este edificio destaca por su diseño único, con anchos portones, fachadas curvas y un vibrante color naranja que lo distingue de otros edificios de la colonia. Fue creado para alojar a los trabajadores de la fábrica, proporcionando un lugar cómodo y cercano a su trabajo, un concepto innovador para la época.
• Casa Parroquial: Esta construcción es un verdadero ejemplo de simetría y equilibrio visual, ya que sus cuatro fachadas son idénticas, permitiendo que sea contemplada desde cualquier ángulo. Es una obra que refleja el deseo de crear espacios armónicos, integrados con el entorno y que responden a una estética moderna y funcional.
• Colonia Can Bertrand: Esta es otra de las huellas del modernismo industrial en la comarca, desarrollada bajo la influencia de Gaudí y ejecutada por uno de sus discípulos, Josep Maria Jujol. El edificio destaca por su estilo industrial adaptado a los cánones estéticos del modernismo, lo que convierte cada una de sus líneas y formas en una muestra de la revolución artística de la época.

Cómo llegar

Para llegar a la Colonia Güell desde Barcelona en coche, se debe tomar la autovía A-2 hasta Santa Coloma de Cervelló siguiendo las señales posteriores hasta el monumento de Gaudí o bien por la B-23. Son unos 20 minutos o media hora, en función del tráfico

Para aquellos que prefieran el transporte público, se puede llegar en tren con la línea R5 o R6 de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), tomando el tren en la estación de Plaça d’Espanya en dirección a Manresa o Igualada y bajando en la parada "Colonia Güell". El trayecto en tren tiene una duración de aproximadamente 30 minutos. Desde la estación, una breve caminata de unos 10 minutos conduce directamente a la entrada de la Colonia Güell.