Entre catalán y castellano hay conflicto más allá de lo político. El roce entre lenguas es tal que a veces cuesta discernir lo que está bien del dicho y lo que son préstamos lingüísticos.

El catalán es una lengua rica y llena de matices, con polémicas y curiosidades que sorprenden tanto a hablantes nativos como a quienes se acercan a ella por primera vez. Más allá de las polémicas políticas, el día a día siempre causa algún debate acerca del uso o desuso de los llamados pronombres débiles o cómo se dice tal o cual palabra. De esto va este artículo.

Como es bien sabido, el catalán, como tantas otras lenguas romances, proviene del latín. Estas raíces comunes son las que han hecho que el catalán se asemeja al castellano, obviamente, pero también al italiano y al francés. En cualquier caso, su convivencia con el español ha sido fruto de enriquecimiento mutuo entre lenguas, pero también de confusiones.

Expresiones confusas

Muchos catalanes tienen problemas a la hora de hablar castellano porque se confunden por sonoridad. Alguna vez se ha escuchado a alguien decir que tal cosa “se desenvolupa muy bien”, en lugar de decir desarrolla, o suelta expresiones como “no viene de aquí”, que en castellano no significa nada. Pero también pasa a la inversa.

La convivencia ha llevado a que en muchas ocasiones se produzcan problemas de traducción y contagio, donde expresiones castellanas se incorporan al habla cotidiana de los catalanohablantes sin que muchos se percaten de ello. Un ejemplo claro de esta situación es una expresión que se usa a diario y que, en realidad, es incorrecta.

'Bona tarda', el saludo más común

A partir de las doce o una del mediodía es normal que alguien salud con un "bona tarda". No pasa nada, cualquier castellano lo entiende y no genera problemas. Es una expresión muy utilizada en Cataluña, pero es objeto de un debate lingüístico que la sitúa en el terreno del castellanismo, cuando no directamente de la incorrección.

Hay quien defiende que "bona tarda" no se puede decir. Es más, que “la tarda” como concepto de tarde no existe, no se puede decir. Para el catalán, todas las horas en las que luce el sol aplica el "bon dia" y cuando se va el sol ya es eso que se llama vespre o capvespre. 

Los lingüistas no se ponen de acuerdo

Esto es lo que dice el dicho popular purista catalán, pero es que el dilema llega hasta los expertos de la filología catalana. El catalanófilo Francesc de Borja Moll tiene claro que "bona tarda" se puede considerar un castellanismo.

Los motivos que alega es que alega son de uso. Subraya que en las islas Baleares directamente no se utiliza, allí prefirieron términos como "capvespre" y "hora baixa", como canta la canción de Antonia Font. Tampoco se aplica en Valencia, donde apuestan por la modalidad de "bona vesprada". Lo más cercano a tarda, añade Moll, se encuentra en la zona nord-occidental de Cataluña, donde se pronuncia “tarde”. Además, antiguamente se solía decir "bones tardes" para saludar.

No es de este parecer otro filólogo, Joan Coromines, quien defiende que "tarda" sí es una palabra 100% catalana. Da información hasta de su origen, que es en el siglo XVII, cuando surge como una síntesis de expresiones como "hora tarda" o "el tard". 

Según este autor, la expresión habría surgido en el Rosellón y se habría extendido también en las Islas Baleares y el Alguer. Para Coromines, tildar "bona tarda" de castellanismo es una exageración, aunque reconoce que existen usos regionales alternativos como "capvespre" o "vesprada" que cumplen la misma función en el saludo.

¿Cuál es la forma correcta de decir 'Buenas tardes' en catalán?

El debate se complica aún más cuando se observa que en otras situaciones similares se utilizan expresiones genuinas, como "bon dia" en lugar de "bon matí", lo que lleva a algunos filólogos a considerar que "bona tarda" es tan influenciada por el castellano como lo sería decir "bones tardes". 

En cualquier caso, este ejemplo pone de manifiesto los retos y las complejidades de mantener la pureza de una lengua viva que evoluciona constantemente bajo la influencia de otras. Y sobre todo, si hace falta ser más papista que el Papa. Son muchos los filólogos que defienden que tener en cuenta las raíces está bien, pero que la lengua evoluciona gracias a su uso y, no cabe duda, “bona tarda” se impone.

Noticias relacionadas