Una playa con aguas turquesas

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Ni Pals ni Cadaqués: este es el pueblo con las mejores vistas de Cataluña

Esta localidad de la Costa Brava celebra su centenario y estrena una estatua de bronce en honor a su creador, un amante del neocentismo

21 junio, 2024 08:30

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Hay dos municipios de la Costa Brava que están grabados a fuego en la mente de los catalanes, Cadaqués y Pals. Uno por sus casitas blancas y su relación con Dalí y el otro por su trazado medieval y sus increíbles playas. Pero esta zona de la costa catalana ofrece mucho más.

Elegir uno siempre es complicado, en cambio, hay uno que destaca por sus increíbles vistas al Mediterráneo, sus calas, su mirador neocentista y, sobre todo, por su juventud. 

Un mirador al Mediterráneo

Un mirador al Mediterráneo

Un pueblo centenario

Es curioso que siempre que se hable de pueblos bonitos muchas veces uno vaya a lugares históricos. En Cataluña es común hablar de municipios medievales, cuando la población, tras las diferentes invasiones, empezó a crecer. En cambio, hay rincones más nuevos de los que se habla poco.

Este 2024, por ejemplo, hay un municipio catalán que está de aniversario. Cumple sólo 100 años, una población joven en toda regla, pero que, desde su fundación, ha atraído a la alta burguesía catalana como abejas a la miel.

Dónde está

El municipio en cuestión es S'Agaró, un pintoresco núcleo urbano que forma parte del municipio de Castell-Platja d'Aro, situado estratégicamente entre los pueblos de Sant Feliu de Guíxols y Platja de Aro.

En pleno corazón del litoral de la Costa Brava, este encantador pueblo se extiende a lo largo del Mediterráneo. De hecho, sus límites se definen por sus playas: Sant Pol, la Conca, la Punta d’en Pau y las calas Pedrosa y Vaques.

Origen de S'Agaró

A pesar de que su historia se remonta a 1916, no fue hasta 8 años después que no se constituyó como tal este núcleo. La idea surgió del industrial gerundense José Ensesa Pujades. En honor a él, este pasado mayo se inauguró una estatua.

El catalán adquirió unos terrenos en la Punta de Pau debido a deudas que algunos morosos habían acumulado y que le fueron pagadas en propiedades. Con estas tierras en su haber, este gran tenedor, encargó al renombrado arquitecto Rafael Masó, con quien ya había trabajado anteriormente, la construcción de un chalet en el lugar.

No fue un cometido fácil. La propiedad presentaba desafíos orográficos, lo que llevó a Ensesa a comprar parcelas adicionales. Y de allí surgió la idea de reparcelar parte del terreno para atraer vecinos

A pesar de que la idea inicial, se cuenta, no fue con fines especulativos, el proyecto creció hasta convertirse en una urbanización de veraneo de estilo novecentista. Una idea que se puede ver en algunas de sus casas iniciales, aunque las nuevas edificaciones tratan de mantener esa línea.

Un pueblo novecentista

Masó quiso seguir la tradición novecentista y apostó por adecuar la arquitectura al paisaje. Así, con una vegetación frondosa, apostó por crear una especie de ciudad jardín de pequeñas dimensiones en la que la mayoría de viviendas contaran con grandes zonas ajardinadas. 

La voluntad de respetar el entorno, fue tal que incluso en los jardines diseñados y en la construcción del municipio se utilizó flora autóctona. El ejemplo más claro es el mirador de S'Agaró. Asimismo, se procuró aprovechar la fisonomía de la zona sin intervenirla demasiado ni nivelar el terreno. De ahí que haya edificaciones en diversas escalas.

Playa de S'Agaró

Playa de S'Agaró

Bien de interés nacional

A pesar de que las construcciones posteriores no siempre siguieron la estética original debido al auge turístico y de la construcción, el núcleo mantiene su encanto histórico. Prueba de ello es que ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional, siendo una de las principales atracciones del pueblo. 

Entre las casas que todavía perduran desde hace cien años, hay uno que destaca por su importancia, La Senya Blanca, la primera casa construida en la urbanización en 1924, también obra de Rafael Masó.

Qué ver

Esta casa conserva gran parte de su estructura original a pesar de las reformas que ha sufrido a lo largo de los años, y es un testimonio del estilo arquitectónico que caracteriza a S'Agaró.

Pero si por algo se conoce a este municipio es por su naturaleza. La vegetación, los acantilados y sus playas son su seña de identidad. Tanto es así, que su mismo nombre hace referencia al entorno. S'Agaró era el nombre que tenía un pequeño torrente, ya extinto, que solía marcar el límite administrativo entre Platja d'Aro y Sant Feliu de Guíxols. 

Claro que si por algo destaca S’Agaró es por sus playas, de las que destacan dos. Por un lado, Sa Conca, tal vez una de las más grandes y familiares, una playa formada por arena gruesa situada en una zona residencial, de fácil acceso, ideal para toda la familia. Por el otro, Cala Pedrosa, una playa escondida a la que se accede tras una larga, pero bucólica caminata por el camí de ronda y que revela unas aguas transparentes que invitan a zambullirse en ella.

Fiestas del centenario

Acudir a esta localidad este 2024, además, supone encontrarse con un pueblo en celebración. Tras la inauguración de la figura de bronce de Josep Endesa, su creador, el municipio sigue con varias actividades repartidas durante todo el año.

La primera exposición versa de S'Agaró y el cine desde el 13 de julio, que se une al ciclo de películas que dura hasta el 11 de septiembre). A ello se le añade un concierto de Josep Carreras (20 de julio), una fiesta gastronómica (día 26), una regata (15 de agosto), una exposición en el Palau Robert de Barcelona (del 27 de junio al 29 de diciembre) y otra en Girona (del 16 de diciembre al 15 de febrero).

Cómo llegar

Llegar hasta allí es un trayecto de menos de hora y media. Se va por la AP-7 en dirección a Girona y salir rumbo a Platja d’Aro por la C-35 y la C-65. Antes de llegar ya aparece la desviación a S’Agaró.