Trump y Rajoy: percebes y huevos de toro
Don Mariano y don Donald hablan por teléfono y Estados Unidos no declara la guerra a España. En 'El Món' comparan el juicio del 9N con el fusilamiento de Companys
8 febrero, 2017 09:33¿Está Donald? Que se ponga. Rajoy y Trump han mantenido una conversación telefónica sin incidentes. Ni Trump colgó el teléfono ni se subió a las barbas de don Mariano, que se ofrece para amigo hispano en Europa. Debió ayudar bastante el uso de intérpretes y dotar al telefonazo de un punto protocolario de diplomacia encriptada vía satélite.
El presidente salió ileso del trance a pesar de hablar en el idioma guacamayo de los espaldas mojadas. No consta que mister president experimentara una subida del colesterol durante o después del ring-ring. Fuentes de Moncloa niegan tajantemente que Rajoy prometiera enviar a Trump unos percebes para chupar. También desmienten que Trump vaya a mandar a su homólogo en justa correspondencia una caja de lo que los tejanos llaman ostras de la pradera y que son huevos de toro, una delicatessen para paladares impúdicos. Aquí del toro se come hasta el rabo porque todo es toro.
Aunque lo pueda parecer, la cosa no es un chiste de Gila. En El País, Miguel González y Silvia Ayuso asumen la noticia del contacto con tacto y escriben: "La conversación entre ambos ha durado 15 minutos, cinco menos de lo previsto, con la mediación de traductores, y se ha inscrito en la ronda de llamadas que el nuevo inquilino de la Casa Blanca está haciendo a los mandatarios de los principales países aliados (y algunos no tanto, como Rusia). Inmediatamente después de hablar con Rajoy, Trump conversó con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan".
Ahora las valoraciones: "Según la nota hecha pública por La Moncloa, Rajoy ha mostrado su disposición "a desarrollar una buena relación con la nueva Administración estadounidense" y ha explicado a Trump que España, "con un Gobierno estable y una economía que crece a más del 3%, está en las mejores condiciones para ser un interlocutor de Estados Unidos". La nota no da cuenta de que el jefe del Gobierno español le haya trasladado a Trump crítica alguna por su decisión de construir un muro con México o vetar la entrada en EE UU de los ciudadanos originarios de siete países musulmanes".
Sí, lo que le faltaba a Trump, que le hubiera soltado Rajoy una filípica sobre los derechos humanos. La contraparte respondió así: "El comunicado de la Casa Blanca es mucho más escueto y tampoco hace referencia a esos temas que tantas críticas internacionales han provocado. Se limita a indicar que Trump y Rajoy “reafirmaron la fuerte alianza bilateral en una serie de asuntos de interés común” que no detalla, más allá de citar algunas “prioridades compartidas”, especialmente “los esfuerzos para eliminar al ISIS”, tal como había adelantado el portavoz del republicano, Sean Spicer".
El desarrollo de la vista y la estrategia defensiva del expresidente autonómico y sus subordinadas no es plato de gusto en todo el nacionalismo, como pone de relieve María Jesús Cañizares en su texto en CRÓNICA GLOBAL: "Entre los nuevos dirigentes de PDECat, cobra fuerza la tesis de que el abogado Rafael Entrena, que representa a la exdirigente de UDC, Joana Ortega –es su actual compañera sentimental–, ha decantado el argumentario hacia posiciones de respeto a la ley. En efecto, la exvicepresidenta intentó demostrar, a preguntas de Entrena, que toda la logística del "proceso participativo" del 9N quedó en manos de los voluntarios, después de que el Tribunal Constitucional prohibiera una consulta con soporte institucional. Es decir, que no hubo desobediencia".
E insiste: "Esa nueva CDC, surgida de la ruptura con sus históricos socios de UDC –la formación democristiana se negó a seguir formando parte de una federación entregada a la independencia unilateral–, cree que la estrategia de Ortega se impuso a los otros dos abogados, Xavier Melero –que representa a Artur Mas– y Jordi Pina –que defiende a Irene Rigau–. Algo inevitable si se quieren evitar contradicciones entre las propias defensas".
Ciertamente se esperaba más nivel de tan prestigiosos juristas, pero Alsina, licenciado en Matemáticas les metió un repaso jurídico-lógico que los dejó tiesos nada más empezar la segunda sesión del juicio. En El Nacional, Bernat Dedéu publica una pieza en la que pone a los abogados de chupa de dómine: "No hay forma más clara de entender en qué consistió el 9-N que repasar el perfil político y la estrategia de defensa de los abogados de #MasOrtegayRigau; respectivamente, Javier Melero, uno de los inspiradores fundacionales de Ciudadanos y no obstante bote salvavidas de los antiguos tesoreros de Convergència, Rafa Entrena, hijo privilegiado de una saga de juristas con la Castilla de siempre en la sangre, y Jordi Pina, un soberanista moderado que parlotea con aquel catañol tan prototípico de los letrados del Eixample. La ortodoxia de los tres abogados, hijos privilegiados de la costra burocrática española, consistió permanentemente en recordar al tribunal que ni Mas ni sus fieles conselleras desobedecieron ley ni advertencia alguna del Tribunal Constitucional, recalcando así la condición de proceso participativo (que no referéndum) del 9-N y, por encima de todo, su conceptualización de artefacto urdido desde la sociedad civil".
El soberanismo escrito más entusiasta intenta desacreditar al TSJC con artillería pesada, al punto de que Marçal Sintes firma un artículo en El Món en el que compara el juicio del 9N con el fusilamiento de Companys. ¿Que no? Ahí va: "El judici contra Mas remet en l’imaginari col·lectiu al judici sumaríssim i afusellament de Companys a mans de Franco, i resulta una humiliació per a molts catalans, també molts de no sobiranistes. El judici contra Mas ha esdevingut un motor per a la mobilització independentista. Aquí és on encaixa l’operació de dijous –una operació aparatosa, preparada amb molt temps d’antelació- en què el govern espanyol es va assegurar que, per exemple, els mitjans subratllessin que Sixte Cambra és amic personal de Mas".
Qué malvada es la prensa madrileña. Y encima quieren fusilar a Mas.
Lo malo del tiempo libre es que se puede incurrir en prácticas poco recomendables, aunque muy noticiosas. Esteban Urreiztieta entrevista en El Mundo a Eugenio Pino, un comisario jubilado desde el pasado verano que fue el máximo responsable operativo de la Policía en los últimos tiempos. Y como Pino está jubilado le ha dado por hablar con la prensa en vez de escribir unas memorias para ediciones del cajón. Si por el fuera, dice, los Pujol estarían todos en la cárcel, pero que los jueces son unos pichafrías. No de esta manera, claro sino a lo fino. Interroga Urreiztieta, responde el excomisario:
-La Policía sostiene en sus informes que la familia Pujol es «una de las más ricas de España» y que su fortuna procede de la corrupción política. Sin embargo, sus miembros siguen en libertad. ¿Por qué?
-Porque los procedimientos son difíciles de investigar y los jueces en España son muy garantistas. Lógicamente en otra época había jueces más decididos, pero ahora son garantistas hasta el final y prefieren ajustar todo el procedimiento a unas pruebas reales y efectivas.
-Entonces, ¿si hubiera sido por ustedes habrían sido detenidos?
-Sí. Yo he pedido varias veces que se les detuviera. El DAO (Director Adjunto Operativo) de la Policía no tenía capacidad investigadora, pero sí a través de sus brigadas. Cuando se plantea ante un juez una serie de cuestiones y el juez decide que no, pues no se hace.
-¿Qué argumento le dieron para no autorizarlo?
-Lo ignoro. Quizá que las pruebas no eran muy consistentes. Cuando tenemos un cadáver, tenemos un cadáver. Pero cuando tenemos una cuenta, una transacción, siempre hay una resistencia.
Es lo que tiene la cosa, que a falta de cadáver no hay delito, según las series americanas.
Máxima atención. Hoy deponen en el TSJC Xavier Trias, Francesc Homs, Irene Rigau y el alcalde de Premià de Mar Miquel Buch, cuyo explosivo carácter y furibundo arrojo le ha llevado a declarar que no le importaría ir a la cárcel por el 9N. De momento, nadie le acusa de nada. Sólo pretenden hacerle unas preguntas, pero Buch es así. Unos creen que intenso, otros, que más bien como el humorista Fernando Espeso.
8 de febrero, santoral: Emiliano, Honorato y Esteban.