Vilarrubí acusa al juez del caso Pujol de ser 'cómplice' de la venganza de su "enemigo" De la Rosa
El empresario presenta un recurso cargado de reproches contra el instructor, al que reprocha su "prejuicio intelectual” y someterle a una "indefensión pura y dura"
20 agosto, 2020 20:39Carles Vilarrubí acusa al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, de asumir íntegramente la versión del denunciante del caso Pujol, Javier de la Rosa, a quien el empresario catalán considera su enemigo”, sin probar ninguno de los delitos que se le imputan. Lo hace en un recurso cargado de reproches contra el auto, dictado el pasado mes de julio, en el que el magistrado propuso sentar en el banquillo a los miembros de la familia Pujol Ferrusola.
Les acusa de formar una organización criminal que, "aprovechando su posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas, acumuló un patrimonio desmedido directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas". También procedió contra otras 18 personas que habrían participado o colaborado en las citadas actividades ilegales, entre ellas Vilarrubí.
Registros y falta de pruebas
En su recurso, el empresario cuestiona las formas en que se llevaron a cabo los registros en su despacho y en su domicilio familiar y reprocha a los investigadores presuponer que todos los negocios mantenidos con la familia Pujol Ferrusola eran delictivos.
“Esta afirmación precedente –indica el recurso al que ha tenido acceso Crónica Global-- no es gratuita, pues se analizan unas transacciones y se estiman, sin más, como delito de blanqueo de capitales u operaciones falsas. No se explica ningún hecho, ni indicio que señale lo uno ni lo otro, salvo la reputación de las personas. Este a priori, sirve al Instructor para estimar, pues, que cualquier negocio que hiciera Jordi Pujol Ferrusola directa o indirectamente con mi mandante es delictivo per se, sin más razonamiento”.
"Ni delictiva, ni siquiera sospechosa”
En toda la resolución, alega el abogado del imputado, “no hay ninguna afirmación sobre la ilícita procedencia de alguna transacción que se impute a mi mandante Carles Vilarrubí, o a un tercero al que supuestamente éste apoyara. De forma acrítica, tampoco se hace distinción alguna entre pagos o cobros, ni se confiere ninguna importancia a la antigüedad; ni siquiera a la Ley penal en el tiempo”.
Insiste en que en el auto del juez de la Audiencia Nacional no consta ningún delito “del que pudiera proceder el dinero pagado por mi mandante a ninguna sociedad en que participara el Sr. Pujol Ferrusola. No se explica procedencia delictiva alguna de tal dinero. Ni delictiva, ni siquiera sospechosa”.
En este sentido, afirma que se trata de dinero emergente de una compañía legal CVC Consejeros, o del peculio personal de mi patrocinado, dinero sin tacha. Se paga con facturas oficiales, con IVA que percibió la Hacienda Pública y procede de cuentas corrientes cuyo origen es de todo punto lícito. No se dice lo contrario en la resolución recurrida”.
“Prejuicio intelectual”
Vilarrubí acusa al juez de “prejuicio intelectual” pues “el juzgador considera indicio sin serlo, ya que es simplemente un a priori sin corroboración externa, contribuye intensamente el contenido de la denuncia inicial coloreada por el denunciante, Javier de La Rosa Martí, denuncia en la que figuran imputaciones tan imposibles de probar, como de probar, que colorean a mi defendido y le ubican en las trincheras del enemigo”.
Abunda el texto en las relaciones de Vilarrubí y el polémico empresario, con quien coincidió en Grand Tibidabo. “Al instarle éste (De la Rosa) a que firmara un cheque de 1.000 millones de pesetas, se negó y dimitió. Años después mi representado compareció a instancias del Ministerio Fiscal en la Audiencia de Barcelona en el juicio contra el Sr. De la Rosa y otros. Testificó en dicho juicio, ganándose no precisamente la amistad de quien formuló la denuncia que principia estas actuaciones”.
Amarillismo
El escrito eleva el tono de los reproches al juez. De la Rosa, indica, imputó a Vilarrubí “haber sido chófer de Jordi Pujol en una campaña electoral, afín al ‘clan’ familiar, antiguo Director del Juego y Loterías de la Generalitat y autor de un sinfín de irregularidades, etc... todo ello con el afán de acreditar que era un miembro más de la pseudo secta que el Auto adjetiva en su folio 13 como Organización Criminal”.
“Estas manifestaciones amarillistas que contiene la denuncia inicial, han impregnado la actuación judicial de tal forma que parece que caló de buenas a primeras que mi mandante estaba en las filas del 'enemigo' en el sentido del penalista Jakobs, cuando escribió sobre el 'Derecho penal del Enemigo'”.
Tras denunciar la indefensión "pura y dura" a la que se ve sometido su cliente, el letrado afirma que "para sentar en el banquillo a un ciudadano por delito de blanqueo, debe explicarse su conducta como una de las previstas y penadas en el artículo del Código Penal que cita el Auto. No se puede predicar que un ciudadano ha cometido blanqueo de capitales simplemente porque ha cobrado de otro o ha pagado a otro, sin más razonamiento y evitando describir en la resolución el menor atisbo de un delito fuente originario, causa o consecuencia del lavado de dinero".
Operaciones con la familia Pujol
Carles Vilarrubí aporta información sobre las cuatro operaciones con la familia Pujol que se imputan a su empresa CVC Grupo Consejeros S.L. "En fin, nada de nada con personas y operaciones que supusieran algún favor, concesión o licitación, o calificación urbanística y ni siquiera -las fechas cantan- oportunidad de congraciarse para obtener genéricos futuros favores" y "tampoco se explica en qué consistía la organización (criminal), pues lo que se hace es relatar una serie de operaciones llevadas a cabo supuestamente por una familia, durante un largo período de tiempo".