Solo el 11% de las declaraciones de la renta se presentan en catalán
Las campañas de insumisión y soberanía fiscal de Puigdemont y ANC, así como la desgravación del Govern, no incentivan la lengua catalana, escasa en documentos mercantiles y registrales
15 mayo, 2022 00:00Hay varios ámbitos que se resisten a la penetración del catalán. Uno de ellos es la administración de Justicia, donde la prevalencia de este idioma apenas alcanza un 12% en los documentos judiciales. Un porcentaje similar es el que se ha detectado en la declaración de la renta. Fuentes de la Agencia Tributaria explican a Crónica Global que, en los 36 primeros días de campaña y con 1,3 millones documentos presentados, solo el 11,46% de los mismos estaban escritos en catalán. Ni las campañas de sumisión y de soberanía fiscal de Carles Puigdemont y la Assemblea Nacional Catañana (ANC), ni las desgravaciones fiscales del Govern por donaciones a entidades que promueven la lengua catalana han logrado sensibilizar a los contribuyentes.
Los españoles pueden presentar sus declaraciones en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado. El año pasado, la campaña cerró con un 10,53% de documentos tramitados en catalán en toda la comunidad autónoma, siendo Barcelona la provincia con menos uso de esa lengua, con un 8,84%. Las cifras fueron más elevadas en Girona (19,95%), Lleida (16,35%) y Tarragona (10,92%).
¿No molestar a la Hacienda española?
Este año, según las mismas fuentes, se prevén porcentajes similares, pues en lo que va de campaña, el uso del catalán solo ha sido utilizado en un 11,46% de los casos. La explicación más plausible es que el miedo a “molestar” a la Hacienda española está detrás de esa escasa incidencia, algo infundado, según técnicos tributarios.
Las declaraciones de la renta son realizadas de forma particular por cada ciudadano. Y aunque el Govern y la ANC han defendido el pago de impuestos a la Hacienda catalana --un gesto absolutamente simbólico, pues esas declaraciones pasan automáticamente a la Agencia Tributaria española--, la Consejería de Economía no interviene en ese aspecto, siendo la de Cultura la encargada de fomentar el uso del catalán a nivel público y privado.
El informe de política lingüística correspondiente a 2019 analiza el uso del catalán por ámbitos, aunque no precisa el tributario. Pero sí ofrece datos sobre la lengua utilizada en la documentación que se presenta en los registros de la propiedad, mercantil y de bienes inmuebles, lo cual puede ser orientativo. Las cifras son muy desiguales por municipios, pero la media es muy parecida a la de Hacienda: un 13,9% en 2019, la más baja desde 2015, con un 15,6%. En cuanto a los documentos notariales, el catalán está presente en un 9,16%, cifra algo superior a la de 2018, con un 9,39%. En el caso de los documentos mercantiles, el idioma alcanzó el 6,74% respecto al 8,79% del año anterior.
Hacienda es un ámbito en el que Carles Puigdemont se ha mostrado muy activo. El Consejo para la República ha lanzado de nuevo la campaña #ProMonarquia en la que se llama a la objeción fiscal. Consiste en dejar de pagar a través de la declaración de la renta los costes destinados a la Casa Real, la Guardia Civil y la Policía Nacional, para destinarlos al Fondo Republicano de Acción Solidaria impulsado desde este gobierno fake creado en Waterloo.
Sin objeción fiscal en 2021
En 2021 no se registraron casos de objeción fiscal. Las declaraciones paralelas enviadas por el fisco a los seguidores de esta campaña el año anterior tuvieron un efecto disuasorio. En aquella ocasión el dinero se pretendía derivar a CATGlobal ASBL, la entidad creada por Puigdemont para canalizar la financiación de su exilio. Pero, tal como explicó este medio, los contribuyentes no pueden reasignar partidas presupuestarias a su antojo.
En el ámbito tributario también se mueve una iniciativa lingüística del Govern consistente en conceder incentivos fiscales a las personas que hacen donaciones a entidades dedicadas a fomentar el catalán. Es decir, que hacer donativos a estas entidades, entre las que se encuentran Plataforma per la Llengua y Òmnium Cultural, y otras situadas fuera de Cataluña como Acció Cultural del País Valencià, Associació Institut Joan Lluís Vives, Obra Cultural Balear o la Associació d’Amics de la Bressola, desgrava.
Las exenciones no han parado de crecer y si en 2014, los Presupuestos catalanes contemplaban 0,7 millones en concepto de beneficios fiscales por donación al fomento del catalán, las cuentas de 2022 prevén 2,6 millones. Es decir, un total de 14,4 millones de pérdidas para el Govern en ocho años.