El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i), junto al exconsejero de Interior Joaquim Forn (d) / EFE

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i), junto al exconsejero de Interior Joaquim Forn (d) / EFE

Política

Forn acusa al Estado de incitar a la violencia con el precinto de los colegios del 1-O

Puigdemont, por su parte, también 'se salta' esta medida de la Fiscalía y dice que "esto no lo para nadie"

26 septiembre, 2017 22:51

El conseller de Interior, Joaquim Forn, ha calentado un poco más el referéndum. Lo ha hecho en un acto del PDeCAT en Banyoles (Girona). Ha acusado al Estado de querer que "se produzcan actos violentos" con la medida de precintar los colegios del 1-O. En su declaración ante los periodistas, ha dicho que esta decisión, lejos de "solucionar problemas", los creará. Y que es lo que quiere el Gobierno para terminar de hundir la consulta ilegal.

El presidente catalán, Carles Puigdemont, por su parte, también se salta el último movimiento de la Fiscalía para impedir el referéndum ilegal del 1-O. El líder convergente amenaza con que “esto no lo para nadie”, y avisa de que “nunca” olvidarán lo que ha pasado estos días en Cataluña. Recuerda que “quedan tres días de campaña”. Lo ha dicho en L'Hospitalet de Llobregat.

No olvida

En su pulso al Estado, Puigdemont ha criticado las actuaciones destinadas a impedir el 1-O con una referencia al franquismo: “Hemos visto cosas que no veíamos desde la época de Franco”, ha dicho Puigdemont. Además, ha tachado de “persecución de las ideas” las actuaciones jurídicas y policiales de los últimos días, incluida la prohibición de actos públicos destinados a la promoción de la consulta ilegal.

“Lo que ha pasado estos días no lo olvidaremos nunca. Pase lo que pase, esto que han hecho no lo olvidaremos. Ni los silencios cómplices ni la cooperación necesaria para que el Gobierno haya podido perpetrar una actuación tan severa”, ha amenazado el presidente autonómico. Pero también saca una parte positiva de la situación: según él, ha aumentado la base de los catalanes que respaldan la votación.

Las cosas que han “decidido” no se las quitarán “nunca más”. Y ha proclamado un país diverso que está unido por la libertad y por la democracia: “Y esto no nos lo dejaremos manosear por una formación política que está en los antípodas de la tradición democrática europea”.

El barco de Piolín

Ha censurado el coste de los barcos atracados en los puertos catalanes para albergar a agentes de Policía Nacional y Guardia Civil --que ha cifrado en 300.000 euros diarios--, ha afirmado que también tienen ocupados muchos hoteles y ha ironizado: “Nos están salvando la temporada baja”.

Puigdemont ha preguntado a los asistentes si prefieren un Gobierno que “tiene como prioridad absoluta perseguir un referéndum en lugar de delincuentes y pone barcos para policías en lugar de para salvar a refugiados”. “Que nos escuchen el 1-O, que escuchen a un pueblo pacífico alzado democráticamente que dice que quiere ser un estado independiente”.

Todo ello, después de que el mismo presidente haya presentado un requerimiento a la juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que instruye la querella contra el Govern por el 1-O, Mercedes Armas, que ordene a la Fiscalía catalana cesar su investigación sobre el referéndum y trasladar a la autoridad judicial todas sus actuaciones.