Empleados de la Consejería de Justicia reciben con un gran lazo amarillo a Ester Capella tras tomar posesión del cargo / JUSTICIA

Empleados de la Consejería de Justicia reciben con un gran lazo amarillo a Ester Capella tras tomar posesión del cargo / JUSTICIA

Política

Los premios y castigos de Torra tras el 155

El ‘president’ prescinde de “colaboracionistas” como Joaquim Nin, exsecretario de Presidencia, mientras que asciende a cargos intermedios de Justicia que se mantuvieron fieles a Puigdemont

5 junio, 2018 00:00

Más de 260 cargos de la Generalitat  han sido destituidos durante los siete meses que ha durado la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Y no todos serán restituidos tras la revocación de esta medida. El nuevo gobierno de Quim Torra ha decidido prescindir de los “colaboracionistas” con el Gobierno español, al tiempo que premia con ascensos a quienes se mantuvieron fieles a Carles Puigdemont.

Fuentes gubernamentales destacan, como especialmente llamativa, la destitución de Joaquim Nin, que había ocupado el cargo de secretario general de Presidencia desde que Puigdemont fue nombrado presidente, en enero de 2016. Nin ha sido sustituido por Meritxell Masó, que se convierte así en la número dos del departamento gestionado por Elsa Artadi.

Colaboración, sustitución

Nin no solo se mantuvo en ese puesto durante el 155, sino que asumió nuevas responsabilidades por decisión del Gobierno español. En concreto, se le asignó la potestad de autorizar gastos y dar luz verde a contratos públicos por un importe igual o superior a 30.050 euros.

Esa colaboración, aseguran las citadas fuentes, le ha costado el puesto. Uno de los más destacados del Govern.

La purga en Interior

Igualmente inminente se prevé el cese de Ferran López, que asumió la jefatura de los Mossos d’Esquadra tras la destitución de Josep Lluís Trapero. El Departamento de Interior estará dirigido a partir de ahora por Miquel Buch, cuyo marcado perfil independentista no agrada a los sindicatos policiales.

Buch quiere renovar la cúpula de Interior y deshacerse de aquellos mandos que, como López, facilitaron la gestión del Gobierno español en una consejería clave. Contará con Brauli Duart, que hasta ahora ostentaba el cargo de presidente de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), como secretario general. Su proximidad a Artur Mas y Francesc Homs ha facilitado su recolocación.

Justicia, fiel

Y mientras unos cargos son purgados, otros son premiados. Este es el caso de los cargos intermedios de la Consejería de Justicia, donde, a juicio de sus nuevos responsables, se mantuvieron fieles a Puigdemont y al consejero destituido Carles Mundó. Así, la hasta ahora secretaria de Relaciones con la Administración de Justicia, Patricia Gomà, pasará a ser secretaria general de Justicia. Y el actual gerente de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, Joan Domènec Abad, pasará a ocupar la vacante que deja Gomà.

“Durante la etapa de aplicación del 155 nadie colaboró con el Gobierno. Prueba de ello es la recepción que la nueva consejera de Justicia, Ester Capella, ha tenido hoy”, explican a Crónica Global fuentes sindicales. En efecto, la republicana Capella ha sido recibida en loor de multitud en su nuevo destino, donde la esperaba una comitiva de empleados y cargos intermedios con un enorme lazo amarillo, símbolo de la protesta por los políticos presos. Ha sido el único departamento donde se ha hecho relevo, ya que Mundó estuvo presente en ese acto.