Uno de los barcos utilizados como albergues para los policías desplazados a Barcelona / EFE

Uno de los barcos utilizados como albergues para los policías desplazados a Barcelona / EFE

Política

El primer objetivo de De los Cobos es impedir el acceso a los colegios electorales el domingo

El 'número tres' del Ministerio del Interior hace recuento de los efectivos de los tres cuerpos policiales para aplicar su estrategia contra el referéndum

26 septiembre, 2017 00:00

Los miles de agentes de los grupos antidisturbios, seguridad ciudadana e información del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y de la Guardia Civil que han llegado (y  llegarán) a Barcelona no tienen como cometido la búsqueda de las urnas, ni de las papeletas, ni la intervención de teléfonos o las vigilancias encubiertas. Esta tropa policial está en Barcelona como mano de obra efectiva para nutrir el eventual dispositivo de blindaje de los colegios electorales y protección de sedes políticas y organismos públicos, en caso de una movilización masiva con motivo del referéndum el próximo domingo día 1.

El coronel Diego Pérez de los Cobos, número tres de Interior e integrante del ala más dura del Gobierno central en relación al procés, lo que quiere, en primer lugar, es conocer de qué plantilla operativa dispone sumando los efectivos a tal efecto de la Guardia Civil (fundamentalmente el GAR Y GRS), CNP (en concreto, la UIP) y Mossos d'Esquadra (la BRIMO, la ARRO y la unidades de seguridad ciudadana).  

Se prevé tumulto

Según las fuentes policiales consultadas, la cosa va de distribución y coordinación de la fuerza policial en caso de un mayor o menor nivel de alerta, esto es, del grado de movilización ciudadana y de apertura o no de colegios electorales.

En este sentido, los informes de análisis y de la inteligencia policial (que obran sobre la mesa de De los Cobos) hablan de una participación multitudinaria y de toma de las calles especialmente durante las primeras horas de la mañana.

Y con alerta terrorista

Los Mossos han puesto sobre la mesa operativa la situación policial de máxima alerta antiyihadista (alerta 4 superior), y los detalles del plan desplegado a tal efecto y bautizado como Ágora. Este operativo iniciado tras la desarticulación de la célula yihadista que atentó en Las Ramblas y que se prolongaba hasta el día 10 de octubre ya contemplaba, e incluía, la esencia de los llamados operativos Urna, los planes de vigilancia habituales ante cualquier contienda electoral en Cataluña.

El plan Ágora está a punto de pasar de nivel 2 a nivel 3. Eso ahora va a depender de la aprobación, o al menos conocimiento, del coronel De los Cobos.

La justicia maneja información “delicada”

Por otro lado, la Guardia Civil y la Fiscalía conocen la cara b de altos cargos del Govern gracias a los pinchazos telefónicos secretos que ordenó el juez de instrucción número 13 de Barcelona.

Por la vía de lo procedimentalmente legal y éticamente correcto, sin atajos, sin chantajes ni guerra sucia. La inteligencia del Estado lleva más de ocho meses acumulando información “determinante” sobre los prolegómenos del referéndum a la par que se ha nutrido de otros datos de interés político y estratégico sumamente interesantes en el marco de la contienda que mantiene el actual Gobierno de Cataluña.

Los Mossos sin accesos a información

El juez de instrucción número 13 de Barcelona, José Antonio Ramírez, ordenó la “intervención telefónica de distintos números pertenecientes a personas estrechamente vinculadas con el aparato logístico de preparación del referéndum”, ha dicho a este medio una fuente próxima a la investigación. Al mismo tiempo, Ramírez decretaba el secreto de las actuaciones, un secreto que, trascurridos ocho meses, continúa vigente.

Los indicios criminales por un delito de prevaricación, malversaciones de caudales públicos y desobediencia se han ido acumulando en el despacho de Ramírez a partir de las diligencias ordenadas. Fuentes policiales han explicado a Crónica Global que la investigación del juez, aún secreta, no ha hecho más que empezar. Los Mossos, de momento, no tienen acceso a ella.