Clase de secundaria en Lleida sin profesores / EFE

Clase de secundaria en Lleida sin profesores / EFE

Política

Indignación entre los docentes catalanes por iniciar el curso con un déficit de 8.000 profesores

Los funcionarios cargan contra el Govern por reciclar el anterior plan de la vuelta al 'cole' y eludir las reformas pendientes del sistema educativo

8 septiembre, 2021 00:00

"Este curso llegamos con el trabajo hecho". El responsable de Educación, Josep Cambray, adoptó un tono triunfalista cuando presentó a finales de agosto los primeros detalles de la vuelta al cole diseñada por el Govern. Sin embargo, las palabras del conseller contrastan con las dudas expresadas por la comunidad educativa. Los profesores reprochan a la Generalitat que no haya aumentado las plantillas ni haya cerrado algunos flecos preocupantes del plan sanitario para reabrir las aulas.

En concreto, los sindicatos cifran un déficit de unos 8.000 docentes en la red pública y concertada. Un descubierto que impide rebajar las ratios y asumir algunos deberes pendientes como la atención personalizada para los estudiantes con dificultades. El Departamento se ha limitado a mantener los refuerzos Covid aprobados el curso anterior, que suman 8.258 trabajadores financiados con fondos Covid. Los docentes quieren duplicar este contingente. Tienen dos motivos: conjurar una quinta ola con foco en las escuelas y atajar la falta estructural de profesores en la autonomía.

Sin burbuja en las aulas

La secretaria general de educación de CCOOTere Esperabé, comparte los números que manejan los funcionarios. "Faltan al menos 4.200 profesores en la pública, 700 en la concertada, 1.300 como personal de apoyo educativo, 1.300 monitores y 350 de personal de administración y servicios", relata. "Esperemos que se ofrezcan nuevos datos por parte de la Consejería, pero con los que hay ahora no se podrán cumplir la disminución de las ratios". Además, incide en que el número de alumnos por aula tiene una relación directa con la distancia entre los pupilos, clave para prevenir los contagios entre los menores.

La observación es compartida por la portavoz de USTEC·STEs (IAC)Iolanda Segura, que da por perdida la posibilidad de cumplir ratios en los colegios e institutos. "En primaria estamos con 25 alumnos por clase, cuando deberían ser 20. En secundaria en 30 en vez de 25. La peor situación se da en el bachillerato, donde la concentración de itinerarios lleva a clases en ocasiones con hasta 35 alumnos", detalla.

Deberes pendientes

Fue el propio Departamento el que durante la etapa anterior de Josep Bargalló propuso esponjar el aulario siguiendo una estrategia de grupos burbuja. Este objetivo no se logró en el curso 2020-2021 ni los sindicatos creen que se logre en el que empieza el próximo 13 de septiembre. "La Consejería dice que quiere volver a la normalidad, pero en el fondo solo ha propuesto un parche de lo que teníamos hasta ahora. No se han puesto más recursos para afrontar la crisis de fondo. La situación es agotadora", lamenta Segura.

"Estamos a años luz de lo que necesitamos. No es solo por los 8.000 docentes, son también otros puntos que no se han incorporado al plan", añade la responsable de educación pública de UGT, Lorena Martínez. La sindicalista menciona algunos deberes pendientes como la ausencia de recursos para desplegar el decreto 150/2017 de educación inclusiva, la incorporacion renqueante de técnicos de integración social --los llamados TIS, en la jerga educativa-- y la desinformación sobre el reparto de ordenadores para familias vulnerables. "Entiendo que el año pasado nos cogiera por sorpresa, ¿pero este? Educació no ha tenido ningún feedback con nosotros", apostilla la sindicalista.

Un plan con lagunas

Si bien el aspecto sanitario del plan concita más apoyo por parte de los enseñantes, todavía quedan dudas. El Govern mantendrá las mascarillas obligatorias a partir de los seis años, pero a la vez ha suavizado las cuarentenas en secundaria. Este extremo genera recelos. "Pongamos un aula de instituto en que hay chicos con pauta completa. Estos no tienen por qué ponerse en cuarentena, pero los jóvenes con una dosis o ninguna sí. ¿Cómo se harán las clases a la vez con alumnos presentes físicamente y otros de forma digital?", se pregunta la portavoz ugetista.

De ahí que otras voces pidan culminar la inmunización en el entorno escolar y, además, atender de forma especial al profesorado vulnerable. "Los alumnos se mueven por los pasillos, salen y entran de las aulas, hay aglomeraciones en las salidas de los centros... el profesorado vulnerable creemos que debe tener la posibilidad de hacer o en parte o en su totalidad enseñanza telemática", propone el portavoz educativo de CSIFFerran Barry.

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Evitar la quinta ola

La Consejería de Salud ha tomado nota de esta inquietud. De ahí que vaya a incentivar la vacunación en la franja entre cero y 16 años, el segmento poblacional con menos inmunización y que podría convertirse en el vehículo de infección de una quinta ola vírica. Los profesores reconocen que el curso pasado arrancó con los mismos temores, aunque la incidencia de contagios en los centros educativos fue menos grave de lo esperado.

"Pero no hay que bajar la guardia", asegura Martínez, que todavía percibe disfunciones en las medidas anti-Covid. "El Departamento lo que primero que debe procurar es que todos los docentes tengan acceso a mascarillas. El año pasado esto fue fatal, y este todavía hay centros a donde no han llegado". Además, apunta un detalle esclarecedor: la mayoría de centros todavía no han perfilado su plan Covid para afrontar la pandemia de puertas adentro.

Próxima parada: presupuestos

La falta de respuesta de la Generalitat a los problemas de fondo del sistema amenaza con volver a caldear las calles. Este mismo miércoles, CCOO ha organizado una concentración en que reclama aumentar el gasto en educación hasta el 7% del PIB. Por su parte, Segura adelanta que USTEC·STEs (IAC) vetará las partidas educativas del próximo año si no se restituyen, entre otras cuestiones, algunos derechos laborales como el horario lectivo a los recortes. Por si fuera poco, la crisis pendiente de la FP amenaza con enfrentar todavía más a los sindicatos educativos con el Ejecutivo catalán.

Con Covid o sin Covid, la petición de la comunidad educativa es unánime: más profesores, menos ratios y a las reformas. El curso escolar ha arrancado a la par que el curso político, y los profesores quieren marcar los pasos del Govern. Próxima parada: presupuestos de 2022.