Un aula vacía en un colegio, cuyos profesores se quejan de que el presupuesto destinado a educación es insuficiente y decepcionante  / EP

Un aula vacía en un colegio, cuyos profesores se quejan de que el presupuesto destinado a educación es "insuficiente y decepcionante" / EP

Vida

Presencialidad, grupos reducidos y falta de maestros: la vuelta al cole en Cataluña

El Govern prepara un curso escolar con pocos cambios y los sindicatos exigen la contratación de 8.000 profesionales para descongestionar las aulas

27 agosto, 2021 00:00

Los alumnos catalanes vuelven a las aulas el próximo 13 de septiembre. A dos semanas y media del inicio del curso escolar, la Generalitat todavía no ha aclarado a los maestros si los niños deberán llevar mascarilla en primaria --sí será obligatoria en secundaria y no lo será en infantil-- o si los estudiantes vacunados deberán confinarse al entrar en contacto con un positivo. Más allá de estas incógnitas, aún bajo deliberación, el Govern ha planteado pocos cambios con respecto al curso pasado, si bien introduce flexibilizaciones en medidas restrictivas contra el Covid como la distancia de seguridad en clase, que ya no será obligatoria.

La Consejería de Educación también ha confirmado que mantendrá los 7.647 trabajadores que contrató el año pasado para reducir los grupos escolares con motivo de la pandemia, de los cuales 4.141 son profesores de los centros públicos. Pero este año no reforzará la plantilla con contrataciones adicionales, como reclaman los sindicatos consultados por Crónica Global, que alertan de que las aulas todavía tienen demasiados alumnos, especialmente en secundaria.

Faltan 8.000 maestros

CCOO señala que “se necesitarían 8.000 profesionales más para reducir las ratios” de alumnos por profesor. Un aspecto que ven prioritario, tanto para adaptarse al coronavirus como para “asegurar que se pueda hacer un curso con calidad e igualdad”, según Teresa Esperabé, secretaria general de la Federación de Educación del sindicato en Cataluña, que considera que “la pandemia ha reflejado las debilidades del sistema”.

“Sabemos que presupuestos no hay, pero ante una situación excepcional, merece que se busquen estos recursos”, reclama Esperabé. “Hay que buscar este dinero. Si no, las ratios tendrán que ser de 30 alumnos en secundaria y no habrá espacio”, advierte.

Sin financiación de la Generalitat

“Es muy insuficiente”, coincide Iolanda Segura, portavoz nacional del sindicato USTEC-STEs, que subraya que mantener el mismo número de docentes de refuerzo y limitarse a redistribuirlos “no sirve para reducir las ratios en todos los centros, atender al alumnado con necesidades específicas…” Además, reprocha que el Govern no haga ningún gasto para solucionar este problema. “Este año no sale ni de los presupuestos de la Generalitat, sale de los fondos europeos”, precisa.

“La bajada de ratios será el gran tema de este curso”, confirma Pere Forga, secretario general de la Federación de Enseñanza de USOC. “La plantilla Covid la contratarán para un año más”, explica, pero se pregunta “qué pasará de aquí a diez meses”. El representante sindical reclama “una inversión importante en educación” a la consejería, a la que culpa de estar “cerrando aulas para ahorrar dinero”, ya que las que a finales de curso del año pasado se cerraron, según él, “estaban presupuestadas”.

Ventilación y mascarillas

Además del refuerzo de la plantilla, los representantes de los trabajadores también piden que se habilite ventilación mecánica en los centros para que no se repitan escenas del curso pasado, cuando el “alumnado estaba con mantas” por la necesidad de abrir las ventanas de las clases para reducir el riesgo de contagio. Otra reivindicación es la de solucionar la falta de mascarillas, de la que se han quejado algunos centros.

Contar con un reservorio de tapabocas en las escuelas es una medida que consideran necesaria para que todos los alumnos puedan ponerse una aunque no tengan, se les olvide, la pierdan o se les rompa. Pero, ante todo, los sindicatos recetan realismo para no depender de un protocolo “ficticio que no se ajusta a la realidad y devalúa la calidad educativa”.