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Illa: "ERC tiene una actitud de acoso y derribo a los sindicatos"

El líder del PSC cree que Cambray ha fallado "estrepitosamente" en la forma de abordar la huelga educativa y defiende el gran acuerdo político que reconoce el castellano como lengua de aprendizaje

9 abril, 2022 00:00

Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) considera que la pandemia y la invasión rusa en Ucrania demuestran la necesidad de que las administraciones cooperen y escuchen a los agentes sociales y económicos. El primer secretario del PSC y jefe de la oposición ha tendido la mano al presidente Pere Aragonès para hacer frente a la compleja situación actual. Pero se muestra crítico con algunas decisiones de un Govern "que no está funcionando". En una entrevista con Crónica Global opina sobre un posible pacto sociovergente.

--Pregunta: Esta semana ha mantenido una ronda de contactos con agentes sociales sobre las consecuencias de la guerra en Ucrania. ¿Qué le transmiten?

--Respuesta: Para mí ha sido muy útil y hago una valoración muy positiva. Me he reunido con agentes económicos y sociales, con CCOO y UGT, Pimec y Foment, y con la Taula del Tercer Sector. Les he trasladado el plan de respuestas a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania que aprobamos el viernes pasado en el Gobierno alternativo. También di traslado de estas propuestas al presidente Pere Aragonès. He visto una actitud muy positiva de todos ellos, conscientes de la complejidad y gravedad del mundo, con ganas de aportar, de sumar, de cooperar. Se dan las condiciones para que se pueda formar una amplia mayoría parlamentaria y social sólida, consensuando las cosas. Y es en lo que voy a trabajar. Es también lo que he traslado al president en la sesión de control del Parlament.

--¿Esa oferta a Aragonès es extensiva a otras políticas? Hemos oído quejas de esos sectores económicos y sociales a la resistencia del Govern a dialogar, de que no hay un interlocutor válido.

--Nuestro empeño principal es explicar a la ciudadanía de Cataluña que hay una alternativa a un gobierno que, bajo nuestro punto de vista, lo digo con todo el respeto, no está funcionando bien. Pensamos que esa construcción de la alternativa no es incompatible con ayudar y colaborar. Los momentos son difíciles y hemos hecho un ofrecimiento de hasta 43 medidas al Govern. Pero centrándonos en el momento coyuntural, hemos trabajado este paquete de medidas de respuesta rápida y también estructurales. Me parecería un error grave no aprovechar estas ganas de los agentes económicos y sociales, y de la Taula del Tercer Sector, y del primer grupo del Parlament que yo represento, de buscar un consenso amplio. Vamos a ver si el Govern es capaz. El martes aprobó un primer paquete de medidas, a mi juicio correctas, pero muy insuficientes. Se requiere una acción más decidida. Pongo un ejemplo. Es el momento de hacer mucho más y mucho más rápido en la instalación de energía renovable. Hay demasiados proyectos que ni siquiera tienen un gestor asignado. Hemos visto lo que comporta no tener autonomía energética y tener dependencia de combustibles fósiles. Es el momento de hacer más y más rápido. De poner más recursos. Hagámoslo. Yo estoy dispuesto a estudiar una modificación presupuestaria con un ánimo constructivo. El señor Aragonès haría bien en aprovechar esta oportunidad.

--¿A qué se deben esos retrasos en temas como las energías renovables que mencionaba? ¿A discrepancias entre ERC y Junts, a un deseo de contentar a la CUP y a los comunes?

--Se debe a dos factores. El principal es que el Govern ha estado centrado durante diez años en otras prioridades, sus energías las ha destinado a otros asuntos. Y también a una cuestión de liderazgo, que veo insuficiente. Es verdad que son proyectos complejos, que requieren un ejercicio de pedagogía en el territorio. Pero esto implica capacidad de explicar a la ciudadanía lo que está en juego. Por eso estamos dispuestos a ayudar.

--Lo preguntaba porque durante el pleno de esta semana se debatió el tema de la planta de baterías de Seat, que se ha ido a Sagunto. Aragonès lo atribuyó a que no se ha hecho el Corredor Mediterráneo. Los empresarios se quejan de que no hay un interlocutor, que los consejeros de Economía y Empresa no se hablan… ¿Le han pedido que sea interlocutor ante el Gobierno y ante la Generalitat como jefe de la oposición?

--No hace falta que me lo pidan. Ya lo hago en cada ocasión en que veo que puedo ayudar a avanzar en los intereses de Cataluña. Me molesta un poco, creo que es un enfoque equivocado, señalar siempre a un culpable fuera de su ámbito de competencias. O es el Gobierno de España o los ayuntamientos. Eso es poco útil e incluso puede llegar a cansar a la ciudadanía. Hay que apostar por una cultura de la autoexigencia. Por ejemplo, como respuesta a la guerra, la Generalitat ha pedido al Gobierno flexibilizar el déficit fiscal. Tiene una lógica, pero el año pasado, cuando tenía la capacidad de un 0,6% de déficit, cerró con un 0,3% según la liquidación provisional que conocemos. Daba un margen de crecimiento de casi 1.000 millones. Tendría más credibilidad si el año pasado hubiera agotado el recorrido que tenía. Y el Gobierno ya discute en Europa la suspensión de las reglas fiscales. Dicho esto, la ubicación de la planta de baterías es una decisión empresarial. ¿Ayudó el desplante de Aragonès? En absoluto, esto nunca ayuda.

Salvador Illa, primer secretario del PSC / GALA ESPÍN

Salvador Illa, primer secretario del PSC / GALA ESPÍN

--Ahora que empieza un periodo preelectoral de cara a las municipales, ¿se augura más conflicto entre los socios de gobierno?

--Sería deseable que no. Sería deseable que tratáramos las convocatorias electorales con madurez. No empezar un año antes a condicionar toda una acción política a las elecciones. No es ni lo que requiere el momento ni lo que pide la ciudadanía. Pero déjeme decirle, espero que nadie se ofenda, que no han hecho falta elecciones para que se peleen los socios. Incluso antes de la investidura del señor Aragonès, que lo intentó tres veces, ya estaban peleados y han seguido en ese registro. Harían falta muchas horas de convivencia de esas que organizan para que esto se recondujera.

--Sigue el debate sobre la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno, habrá consulta y el Govern parece que defiende el proyecto. ¿Le ha sorprendido el rechazo de Aragón?

--El PSC desde el minuto cero ha estado a favor de los Juegos de Invierno, incluso el exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, podría reivindicar la paternidad de la idea. Sería interesante consultar las hemerotecas para ver las reacciones que esto produjo en su momento. Creemos que es una oportunidad para el Pirineo. La candidatura debe ser muy potente. Hemos demostrado tener capacidad organizativa. Pero para ser potente, lo mejor es que sea una candidatura conjunta de Aragón y Cataluña. El Pirineo no tiene fronteras. Hay que seguir con el ejercicio de diálogo. Es muy relevante el papel del presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco. Creo que se llegará a un acuerdo y seguiremos trabajando.

Respecto a Cataluña, he visto una actitud clara de ERC y Junts de hacer los Juegos. Las tres formaciones formamos una amplia mayoría para darle la solidez política que el proyecto necesita. Sobre la consulta, yo creo que era innecesaria. Creo que los representantes del Pirineo que en su día escogieron los ciudadanos se han manifestado prácticamente por unanimidad a favor de los Juegos. A veces parece que es un mecanismo para acompañar una decisión que ya está tomada. Pero respeto que hagan la consulta. Lo importante es que se consiga la organización de los Juegos, suponen un revulsivo para el Pirineo, Cataluña, Aragón y España.

--¿Y la postura de Aragón?

--Yo no voy a hablar en nombre del presidente de Aragón. He dicho que la candidatura tiene que ser potente y para serlo, tiene que ser conjunta. Hay que seguir haciendo un ejercicio de diálogo. Es mejor hablar menos y hacer más. No quiero añadir más.

--Los comunes han dejado claro que no quieren este proyecto. ¿Cómo están las relaciones del PSC con este partido? A nivel municipal, hay mucha colaboración, pero en el Parlament y en el Ayuntamiento de Barcelona, parece que hay empeño de En Comú Podem de pactar con ERC.

--El PSC tiene mucho respeto por todas las formaciones políticas, y en particular por los comuns. Tengo admiración y aprecio personal por Jéssica Albiach, es una persona muy clara en sus planteamientos. Yo he dicho que quiero gobernar Cataluña y me veo haciéndolo con los comunes. A partir de ahí, somos proyectos políticos distintos. A veces coincidimos, otras veces no tanto. Hay acuerdos en ámbitos municipales, algunos funcionan mejor, en otros hay que trabajar algo más. Estamos conjuntamente en el Gobierno de España, haciendo una labor notable en un contexto muy difícil.

--Hay sectores económicos y sociales que defienden una sociovergencia.

--Si me lo permite ¿dónde está la vergencia? Es verdad que en materia económica coincidimos con los planteamientos de lo que hoy representa a CDC, que es Junts per Catalunya. Pero tenemos una discrepancia muy fundamental que, más allá de colaboraciones puntuales, impide que podamos mantener una colaboración más sólida a nivel de Cataluña y de España. Ellos piensan que lo más conveniente para Cataluña es la independencia y nosotros pensamos que a Cataluña le conviene estar anclada en una Europa que nos ha sacado de la pandemia, que está siendo atacada por Putin, que está haciendo esfuerzos para defender nuestros valores de una forma muy notable. Y para estar en Europa hay que estar en España, que encuentra su fortaleza en su diversidad y pluralidad. Es una diferencia muy troncal. A partir de ahí puede haber acuerdos puntuales, como el proyecto del Consorcio Recreativo y Turístico de Tarragona. Porque nosotros queremos que se genere prosperidad. Quizá en la vertiente de cómo lograr que esa prosperidad llegue a todo el mundo y sea lo más equitativa posible, tenemos factores de diferenciación importantes con JxCat. Pero en la generación de prosperidad, no tenemos ningún complejo en decir que forma parte de nuestro ideario político.

Salvador Illa, en el Parlament/ GALA ESPÍN

Salvador Illa, en el Parlament/ GALA ESPÍN

--Lo decía porque, con la situación de Borràs y Puigdemont, quizá haya un giro moderado en JxCat, como ha habido en ERC y exige el posprocés.

--Todo lo que pueda decir en este sentido puede ser malinterpretado. Como máximo representante del PSC, solo puedo expresar mi respeto a esta formación política. Y cuando tomen sus decisiones programáticas en el congreso que celebrarán en la primera quincena de junio, estaremos en disposición de contrastar puntos de vista. Tras dos años de pandemia, de la invasión de Ucrania y el ataque a los valores europeos, la repercusión económica social, hay que buscar puntos de consenso, es lo que nos pide la ciudadanía, incluso con la distancia entre las posiciones independentistas y las que quieren anclarse en España dentro de Europa. Hay capacidad de defender consensos básicos.

--La ciudadanía puede tener la percepción de que llegará otra crisis y que los gobiernos volverán a no estar preparados, que actuarán a remolque en lugar de adoptar medidas preventivas.

--Los acontecimientos eran muy difíciles de prever. Lo que sí hay que hacer cuando se producen es tener la agilidad para ver las repercusiones y adaptarse. Yo creo que el Gobierno de España hizo esto con rapidez, con agilidad. Se ha situado donde debía, en Europa y en la OTAN, consciente de los compromisos que eso implica. Hay que afrontar las cosas con realismo, tratando a la ciudadanía como adulta y explicando con claridad lo que sabemos, lo que podemos hacer. El horizonte económico ha cambiado mucho desde el 24 de febrero, esto es obvio. Estamos en una situación de inflación, se está actuando sobre los precios de la energía, el Gobierno ha logrado romper el mecanismo de fijación de precios, se están tomando medidas a nivel fiscal y de ayuda a los colectivos más perjudicados. Se está reaccionando de la forma que se debe. Defenderse de los ataques a los valores democráticos de la UE que estamos sufriendo en territorio ucraniano, tiene un coste, tiene un precio. Y habrá que pagarlo de forma equitativa. Y en eso estamos.

--¿Existe lealtad institucional?

--Es importante que Europa tome decisiones conjuntas y que las administraciones trabajemos con lealtad. También las administraciones locales, que tienen un papel muy importante en la acogida de refugiados o en la atención a colectivos muy vulnerables. Mi formación política va estar en una actitud de ayudar. He de decir que cuando yo tuve que afrontar la lucha contra la pandemia, no siempre fue así. Pero precisamente porque vi lo que significaba eso, nosotros vamos a tener una actitud leal, diciendo las cosas como son. Las medidas del Govern son correctas, sí, pero no insuficientes. No se puede salir con un paquete de medidas de 120 millones de euros. ¿Y las energías renovables? ¿Y la ciberseguridad? ¿No es momento por ejemplo, como hemos planteado, de sentarse con todos los agentes sociales y económicos? Si no quieren que estemos los partidos políticos… pero a mí me gustaría estar, podemos aportar y pactar los proyectos de los Next Generation. ¿No es momento de decir, nos ha cambiado mucho la situación desde el 24 de febrero y hay que poner énfasis en todos los proyectos de transformación de renovables en Cataluña? ¿No es más lógico pactar esto política y socialmente? Y yo he visto en las reuniones por las que usted me preguntaba voluntad de hacerlo.

Salvador Illa, durante la entrevista con Crónica Global / GALA ESPÍN

Salvador Illa, durante la entrevista con Crónica Global / GALA ESPÍN

--¿Y por qué no es posible ese diálogo? Lo hemos visto en la huelga educativa.

--Pues no lo sé, debería preguntárselo al señor Aragonès. El tema de la educación, creo que con una buena intención, se ha enfocado mal porque un gobierno, al final, tiene que tomar decisiones, después de hablar con todo el mundo, con todos los interlocutores. Pero es que aquí, la fase de escucha, a mí me parece que no se ha hecho. O no se ha hecho a satisfacción de los interlocutores. Hay una queja, me parece que sensata, de colectivos docentes y familiares, de los órganos consultivos de la Consejería, de que se intenta llevar a cabo medidas en un curso complejo, después de años particulares por los efectos de la pandemia. Creo que la forma ha fallado estrepitosamente. Es urgente reconducirlo. El consejero Cambray ha sido interpelado por mi grupo en diversas ocasiones. Yo no me alegro de que haya una huelga. Parece que hay grupos que sí, de que cuanto peor, mejor. Me gustaría que esto se solucionara. Pero es verdad que el conseller tiene que reflexionar. Creo que se ha dado cuenta de que tiene que reflexionar. Es mucho más eficaz al final hablar bien las cosas y consensuarlas. Hay una cosa que quiero decir. Intento ser respetuoso. Tengo la impresión de que hay una pulsión antisindical en ERC. Veo en varias actuaciones como que están en contra de los sindicatos. ¿Por qué digo eso? En la reforma laboral había un acuerdo a nivel de España de los sindicatos con la patronal. Y van y lo votan en contra. Y pretenden ellos arrogarse la representación de los trabajadores. Eso fue a nivel de España. Pero aquí en Cataluña no quieren hablar con Ustec o CCOO, sindicatos muy representativos. Me da la sensación que esto ya dibuja una tendencia en una formación que se proclama de izquierdas, pero que tiene una actitud contraria a los sindicatos, casi diría de acoso y derribo a los sindicatos que yo no comparto.

--Hablando de grandes acuerdos, ERC, Junts, comuns y PSC firmaron una reforma de la ley de política lingüística. ¿Peligra por las soflamas independentistas que puede haber en Junts?

--Es un acuerdo positivo. Por primera vez en muchos años hay un movimiento, una voluntad política que dice que ha cambiado mucho la situación en las escuelas desde que se aprobó la ley de política lingüística, vamos a reconocer que el castellano también es una lengua de aprendizaje, esto se adapta mejor a la realidad de las escuelas y a los objetivos que perseguimos, que es el dominio de ambas lenguas. Mantiene el catalán como centro de gravedad en el sistema educativo, para mí es muy fundamental, lo digo con claridad. Y permite ejecutar mejor una resolución judicial que todo el mundo sabe que va a tener que cumplirse. Es una buena decisión, con un gran consenso que a mí me hubiera gustado que fuera más amplio. Hay mayoría suficiente para aprobar esto en el próximo pleno. Y espero que todos tengamos el mínimo rigor exigible para aprobar aquello que fue acordado, ratificado y presentado en público. Me hago cargo que ha habido dificultades en una formación política, estoy seguro que van a saber mantener la seriedad y el rigor exigible cuando uno llega a un compromiso.

--¿Se aplicará? ¿Será fácil aplicarlo?

--Yo creo que sí. Es una modificación de la ley en la buena dirección. Lo mejor que podemos hacer con este asunto, y en ello trabaja mi formación política, de forma discreta a menudo, es apartar la política de la educación. El catalán es un tesoro que tenemos, que hay que cuidar. Pero para cuidar este tesoro no hay que atacar al castellano. Es un riqueza tener el dominio de dos lenguas, incluso de una tercera. Y apartemos la política de esto. Cuando lo hemos hecho ha funcionado bien en Cataluña. Es más, somos ejemplo para muchas comunidades o zonas donde hay bilingüismo.

--¿Qué opina de la sentencia del Tribunal Constitucional en la que se reconoce que ERC, JxCat y la CUP vulneraron los derechos de Miquel Iceta al vetarle como senador autonómico?

--Nos perdimos un gran presidente del Senado, pero hemos ganado un magnífico ministro, primero de Política Territorial y Función Pública, y ahora de Cultura y Deportes. Hay que leer con atención la sentencia, clarifica las cosas de cara al futuro, que es la pretensión que tenía el Partido Socialista cuando interpuso este pleito en el Constitucional

Salvador Illa, en el Parlament/ GALA ESPÍN CG

Salvador Illa, en el Parlament/ GALA ESPÍN CG

--Jaume Collboni, lo ha dicho usted en varias ocasiones, será el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona.

--Sí, lo he dicho muchas veces. Tengo una relación de amistad muy buena con Collboni, he tenido ocasión de trabajar con él en momentos que no eran sencillos. Tuvimos una conversación larga en un acto del PSC de Barcelona y acabé con una frase que resume mi pensamiento: “Hay Collboni para mucho rato”. Creo que está haciendo una labor muchas veces discreta. Pero ahí está la Copa América, ahí está el presupuesto más expansivo de la ciudad de Barcelona, ahí está cómo Barcelona se ha alineado con los Juegos Olímpicos de Invierno, ahí están las jornadas React. Importa más conseguir avances para la ciudad en un momento muy complejo.

--Hay sectores empresariales que le ven demasiado identificado con Colau.

--Si yo tuviera que decir con quién está identificado Jaume Collboni, diría que es con la ciudad de Barcelona. Incluso más con Barcelona que con el PSC, Y no me parece mal. Quien quiera, como es su caso, ser alcalde, y lo va a conseguir, su pasión debe ser Barcelona. Se identifica con esa Barcelona abierta al mundo, que es ambiciosa.