Heribert Barrera: Ídolo de la ultraderecha independentista
El excandidato de ERC en 1980 y primer presidente del Parlament tras la restauración democrática, ya fallecido, tenía opiniones sobre la inmigración que fueron tildadas de xenófobas
20 agosto, 2019 00:00Heribert Barrera vuelve al centro de la polémica, esta vez por una manifestación del ultraderechista Moviment Identitari Català (MIC). Esta organización política organizó el pasado domingo un acto ante la tumba del expresidente del Parlament en el cementerio de Reus, donde está enterrado desde su muerte en 2011. En dicha concentración se leía "tenía razón" en una pancarta, en relación a sus planteamientos con la inmigración y el nacionalismo.
Esta organización de extrema derecha define a Heribert Barrera, según el Diari Més, como un "hombre de fuertes convicciones, honesto, íntegro y a menudo mal interpretado y rechazado por decir lo que pensaba en todo momento. Fue visionario de una Cataluña independiente que parecía próxima".
"Reaccionaria"
Un coetáneo suyo --que discrepó profundamente de sus ideas-- fue el exdiputado del PSC Joan Ferran. El exportavoz socialista en el Parlament define a Heribert Barrera como un "hombre de hace un siglo, de principios" que representaba "el ala más reaccionaria de la Esquerra Republicana del momento". Es más, remarca que en 1980 prefirió pactar con Pujol antes que articular una mayoría de izquierdas con el PSC y con el PSUC.
El exdiputado socialista defiende que el expresidente del Parlament tenia un discurso "supremacista" sobre temas identitarios y lingüísticos: "Dijo lo mismo que Marta Ferrussola sobre la lengua, que el catalán dejaría de hablarse con tanta inmigración". Eso sí, Joan Ferran asegura que estos movimientos de ultraderecha se han quedado únicamente con la parte más "reaccionaria" de su discurso, y han obviado el resto de su trayectoria.
Contra la inmigración
Heribert Barrera causó polémica por sus simpatías con el demagogo Jörg Haider, histórico líder del ultraderechista Partido de la Libertad de Austria, al asegurar que sus planteamientos no suponían ninguna "proclama racista". Defendía que el político quería "preservar la sociedad austríaca tal y como a él le gusta, tradicional, lo que resulta imposible desde el momento en que se incorpora un número considerable de extranjeros".
Esta forma de pensar llevó al expresidente del Parlament a asegurar en La Vanguardia que "los problemas del Tercer Mundo no tienen que recaer sobre las espaldas de Cataluña, que solo tiene seis millones de habitantes, no ha tenido colonias y no tiene Estado". Este discurso recuerda al de la concejal ultraderechista de Ripoll (Girona) Silvia Orriols, que dijo algo muy parecido en una intervención en contra de la acogida de menas en Cataluña.
¿Extrema derecha?
El historiador Roger Molinas, conocido en Twitter como Arqueòleg Glamurós, explica que los posicionamientos de Heribert Barrera de su último periodo se pueden situar en la extrema derecha, aunque asegura que hay que hacer un balance de toda su trayectoria. El especialista recuerda que aunque el político luchó a favor del bando republicano, bebía ideológicamente de las tesis del partido Estat Català, que define como "ultranacionalista" y que "coqueteaba con el fascismo". De hecho, revela que el expresidente del Parlament fue un "anticomunista visceral" y que apoyaba "el supremacismo blanco".
Molinas defiende que el expresidente del Parlament podría haber estado influenciado por las teorías raciales de principios del siglo XX, que estaban muy de moda incluso entre personalidades de izquierdas, hasta su rechazo generalizado tras la Segunda Guerra Mundial. Algunos rostros ilustres del mundo cultural como Pompeu Fabra les dieron apoyo. También, comunistas como Rafael Alberti, que estuvo presente en un congreso de frenología. "Eso sí, no es equiparable defender esas tesis en los años 30 que en los años 90", remarca el historiador.
Tensiones con ERC
Los posicionamientos de Barrera se convirtieron en incómodos para una formación como ERC, que pretendía erigirse como una "socialdemocracia catalana", según explica Ferran. El exdiputado socialista, cuyo partido lideró los tripartitos de Maragall y Montilla, revela que Josep Lluís Carod-Rovira tuvo sendos desencuentros con los posicionamientos de Barrera: "Le causó más de un problema".
El entonces secretario general de ERC --partido con el que Crónica Global ha intentado ponerse en contacto sin éxito-- hizo un llamamiento al "militante Heribert Barrera" y remarcó que "su discurso no es el de Esquerra". Además, añadió que sus afirmaciones sobre inmigración, racismo o pena de muerte estaban "hechas a título personal", y "resultan opuestas" al proyecto que "izquierdas" de la formación republicana. El expresidente del Parlament aseguró que muchas de sus frases en el libro de Enric Vila Què pensa Heribert Barrera habían sido malinterpretadas, aunque se le terminó por suspender de militancia.
Contra el castellano
Barrera también tuvo muchos problemas con el bilingüismo en Cataluña. A mediadios de 1991 fue nombrado eurodiputado y se negó a usar el castellano, puesto que prefería expresarse en inglés en su condición de catalán, según un artículo de hemeroteca de El País.
El grupo ultra que lo ha reivindicado en el acto del cementerio se define como una "asociación sin ánimo de lucro" que lucha "por una Cataluña catalana" que vea desaparecer "este espíritu castellano tan cerca nuestro". Considera el español como "la paparra asquerosa de cada día, de siempre", según su página web.