Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, con agentes de la Guardia Urbana de Barcelona / CG

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, con agentes de la Guardia Urbana de Barcelona / CG

Política

La Guardia Urbana estalla contra Colau: "Estamos en una depresión colectiva"

Los agentes muestran su preocupación tras el anuncio del gobierno municipal de disolver la Unidad de Apoyo Policial de los antidisturbios y la creación de un grupo con otras funciones

15 octubre, 2018 00:00

La reciente decisión de Ada Colau de disolver la Unidad de Apoyo Policial (USP, por sus siglas en catalán) de los antidisturbios de la Guardia Urbana ha sentado como un jarro de agua fría entre los agentes del cuerpo policial.

Varios policías de la unidad antidisturbios han descrito a Crónica Global el sentimiento dominante desde que se hizo pública esta medida que, a decir verdad, ya lo llevaban los comunes en su programa electoral. Visiblemente cabreados, muestran su impotencia frente a la política de seguridad de la alcadesa, que quiere restar funciones a la Guardia Urbana y delegar la seguridad de la ciudad en los Mossos d'Esquadra.

“Al principio no le di importancia. Un cambio más. Pero luego te das cuenta de que no. Esto puede acabar perjudicándonos a nivel laboral”, explica un veterano agente, que prefiere mantener el anonimato ante una temida “purga” dentro del cuerpo. “Nos ha generado una gran ansiedad e incertidumbre por nuestro futuro. No nos ha gustado nada”, resume.  

Eugenio Zambrano, portavoz del sindicato CSIF, va más allá. Según él, “la Guardia Urbana está en una depresión colectiva”. A su juicio, la disolución de la USP y la creación de la nueva unidad no se basa en criterios organizativos ni funcionales, sino políticos, y acusa al consistorio de querer una “policía política”. Zambrano culpa directamente a la alcaldesa de esta situación: “Esto es fruto de un proceso de gestión de años. El modelo policial de Ada Colau ha fracasado”, sentencia el sindicalista.  

La medida

La alcaldesa pretende suprimir los antidisturbios y crear al mismo tiempo la Unitat de Reforç Policial i d'Emergències (URPE), en un intento de crear una “policía de proximidad”, tal y como prometía Barcelona en Comú en su programa electoral de 2015. 

Sin embargo, los agentes antidisturbios de la Guardia Urbana denuncian que la nueva unidad acabará ejerciendo las mismas funciones que realizaba hasta ahora la USP. Así lo cree un agente que entró en esta unidad hace más de 15 años: “En la práctica van a ser las mismas funciones. Las que ellos plantean como nuevas (emergencias, medio ambiente, etc.) no lo son. Llevamos años realizando actuaciones en estas áreas”, asegura.  

Un cambio de nombre

Otro policía pronostica la misma situación. “Acabaremos haciendo lo de siempre”. Y como prueba aporta el siguiente dato: “Ahora nos dicen que no vamos a hacer orden público, cuando el curso de formación para entrar en el cuerpo será de orden público. Ellos mismos [los superiores] han admitido que se harán las mismas funciones”, asegura.   

Sapol, el sindicato mayoritario, coincide a la hora de interpretar el cambio. Así lo expresaba su portavoz, Jordi Rodríguez, en declaraciones a Radio Betevé: “Lo que quieren hacer es cambiar el nombre y mantener las mismas competencias. Es una maniobra orquestada para darle el placer a la CUP de deshacer la USP”.    

"Se seguirá haciendo"

Además, tanto los agentes como los sindicatos denuncian que el equipo de gobierno de los comunes miente cuando aseguran que la USP lleva años sin realizar actuaciones de orden público, tal y como afirmaba la semana pasada el comisionado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, en rueda de prensa. “Lo que dice Recasens es falso totalmente. Hemos hecho, se hace y se seguirá haciendo”, asegura uno de los agentes de la USP, aunque admite que en los años de gobierno de Colau se han realizado menos intervenciones de orden público que en etapas anteriores.  

Otro de los antidisturbios afirma que llevan “tres años trabajando con lupa y no han encontrado nada. No hemos patinado ni una sola vez. Pero no hemos estado quietos: hemos dado palos, nos hemos enfrentado a los manteros, a los traficantes… pero siempre de forma proporcional”. 

Ataque a las condiciones laborales

Si, como denuncian los agentes consultados y los sindicatos el cambio no acarreará nuevas funciones, ¿a qué se debe la liquidación de la USP? Según los propios agentes, la medida del gobierno de Colau podría acarrear un empeoramiento de las condiciones laborales. Esto es lo que más temen los policías, y lo que les está causando un mayor malestar y preocupación. Todavía no se ha hablado de sueldos --en fase de negociación con los sindicatos--, pero sí de cambios en los horarios, que no ha gustado nada dentro de la unidad de antidisturbios. 

Agentes de la Unidad de Apoyo Policial de la Guardia Urbana, durante una actuación en el casco antiguo de Barcelona / Instagram

Agentes de la Unidad de Apoyo Policial de la Guardia Urbana, durante una actuación en el casco antiguo de Barcelona / Instagram

Agentes de la Unidad de Apoyo Policial de la Guardia Urbana, durante una actuación en el casco antiguo de Barcelona

Uno de los agentes consultados indica que el nuevo horario anunciado "pretende generar una disponiblidad total, de seis de la mañana a diez de la noche como horario marco". Otro policía lamenta que lo que les piden es una "disponibilidad y flexibilidad horaria infinita, pagando unos pluses miserables". 

Sin conciliación familiar

Todos coinciden a la hora de señalar las nuevas condiciones laborales como su máxima preocupación frente a otras comentadas estos días como las pruebas físicas y psicotécnicas que tendrán que pasar los aspirantes a entrar en la nueva unidad policial. Aseguran que con los nuevos horarios no existe conciliación familiar, y avanzan que en función de las nuevas condiciones, se plantean cambiarse de trabajo dentro de la Guardia Urbana. 

La intervención de la Guardia Urbana en la reyerta con navajas en el Raval / CG

La intervención de la Guardia Urbana en la reyerta con navajas en el Raval / CG

La intervención de la Guardia Urbana en la reyerta con navajas en el Raval

"A mi lo que me preocupan son mis derechos laborales, no las pruebas físicas. Estoy en forma, me encanta el deporte y lo practico regularmente. Lo que me molesta es no saber a qué hora tengo que entrar a trabajar. Que no se sepa hasta el último momento, tal y como parece que sucederá con la nueva unidad. Tengo mujer e hijos, y tengo derecho a la conciliación familiar", explica indignado.  

Mayor criminalidad

Los cambios promovidos por los comunes en los antidisturbios de la Guardia Urbana se producen en un contexto de mayor criminalidad en Barcelona. Según datos de la Secretaría de Estado para la Seguridad, los índices de criminalidad en Barcelona crecen "en torno a un 20,5%", por encima de ciudades como Madrid --que registra un 1%-- o Valencia (0,2%). Los agentes de la policía local recuerdan que más de la mitad de las detenciones y denuncias en Barcelona las realiza la Guardia Urbana, y se muestran "orgullosos" de su trabajo. Ahora temen que el equipo de gobierno siga arrinconándoles y que esto pueda tener implicaciones en la seguridad de la ciudad.