Ada Colau entierra la multiconsulta de Barcelona

Era una de las promesas estrella del mandato de Barcelona en Comú (BComú), pero el gobierno de Ada Colau le acaba de dar la puntilla. El equipo de gobierno de la Ciudad Condal acaba de renunciar hace escasos días a licitar el contrato 17005569, que tenía como objetivo la producción y logística de la Multiconsulta Ciudadana de la capital catalana. Con la decisión de descartar la contrata de 919.000 euros de presupuesto, el proceso participativo no verá la luz, al menos esta legislatura.

Según la documentación a la que ha podido acceder este medio [ver aquí], la comisión municipal de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona dio el visto bueno a zanjar la adjudicación el pasado 20 de septiembre "ante la imposibilidad de ejecutar el objeto del contrato en los términos previstos inicialmente". Ello no significa que el Ejecutivo local deba indemnizar a los licitadores, ya que considera que no incurrieron en gastos "salvo los habituales en un procedimiento contractual de este tipo". Sin organizador, esto es, no hay multiconsulta.

Colau se desmiente a sí misma

La resolución adoptada por el equipo de gobierno de BComú significa tres cosas. La primera y más evidente es que Ada Colau da marcha atrás en las palabras que pronunció el pasado 18 de junio ante las cámaras de Betevé, la televisión local de Barcelona. En una entrevista, la munícipe aseguró sobre la multiconsulta que "hay posibilidades de hacerla. No sé si se hará durante este mandato, pero de que la multiconsulta se hará tarde o temprano no albergo duda alguna".

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Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, entrando en un pleno municipal / EFE

Preguntada sobre si el proceso participativo sería esta legislatura, la también exactivista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) agregó que "tenía que hablar con las fuerzas políticas, que ya fuere por presiones de Agbar o intereses partidistas de bloquear el gobierno hicieron algo tan insólito como votar en contra de una multiconsulta impulsada por las entidades de la ciudad". Así pues, en un escenario en el que el recurso presentado contra el concurso de las empresas organizadoras no prosperara o si los grupos municipales recapacitaran, Colau aseguró que la cita electoral "se tenía que poder hacer tarde o temprano, es una cuestión democrática, el reglamento está hecho y aprobado por todos los partidos, por lo que la multiconsulta, tarde o temprano, debe poder hacerse".

El recurso de una empresa andaluza la tumbó

La segunda evidencia de la resolución del equipo de gobierno municipal de Barcelona es que, en contra de lo que ha venido sosteniendo, Aguas de Barcelona (Agbar) no es la responsable de que el Ayuntamiento no pueda celebrar el proceso participativo. Lo que lo tumbó fue el recurso presentado por la empresa andaluza 3CS Cambios Estratégicos. Así lo argumenta el informe jurídico que avala el frenazo de la licitación del contrato de producción y logística de la Multiconsulta Ciudadana, al que también ha tenido acceso este medio.

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BComú retiró la estatua del empresario y mecenas Antonio López de Barcelona, pero no pudo cambiar el nombre de la plaza / BT

Negro sobre blanco, el equipo jurídico de la Gerencia de Recursos recuerda al Ejecutivo de Colau, citando un informe municipal anterior, que "habida cuenta que continuar con el proceso supondría incurrir en un gasto inadecuado, contrario al interés público ante la imposibilidad de llevar a cabo" la iniciativa "informa favorablemente la renuncia a la celebración del contrato". Ambos informes citan el recurso de la empresa informática 3CS contra la licitación ante el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP), que el fiscalizador admitió parcialmente el 16 de mayo. Ello obligó al gobierno municipal a cambiar los pliegos, lo que supondría el citado "gasto inadecuado". Fue pues un licitador y no "una multinacional", como argumentó Colau, el que ha tumbado una de las iniciativas estrella de los comunes para el periodo 2015-2019 en Barcelona.

BComú se vuelve a estrellar

Este es precisamente el ángulo más importante de la novedad. Con la decisión de enterrar el contrato de la multiconsulta, BComú vuelve a estrellarse contra las rocas en una de sus iniciativas estrella, que incluso llevaba en su programa electoral. A este fiasco de la coalición de izquierdas se le suman otros de notable calado, como el pinchazo en políticas de vivienda asequible --BComú prometió 4.000 nuevos pisos de alquiler y terminará el mandato con menos de mil--, los recortes presupuestarios acometidos por una mala planificación económica, la fallida conexión del tranvía por la Diagonal o la degradación del espacio público de la ciudad, sobre todo en el distrito de Ciutat Vella, terreno en el que los narcos campan casi a sus anchas.

A todos estos problemas se le suma ahora la decisión de enterrar la licitación y no celebrar la multiconsulta. Con ella, el Ejecutivo local de los comunes quería preguntar a los vecinos sobre la remunicipalización de la gestión del agua en Barcelona, el cambio de nombre de la plaza Antonio López, el uso de un solar ubicado en la zona de la calle Rec Comptal de Ciutat Vella o la posibilidad de construir más vivienda social en el barrio del 22@. Las dos últimas preguntas ni se llevaron a pleno por falta de apoyo. Las dos primeras, el agua y el cambio de nombre de la plaza del mecenas, las rechazó la oposición municipal en un pleno extraordinario el pasado 10 de mayo. Antes, el proceso provocó una avalancha de recursos contenciosos e incluso una querella presentada ante la Fiscalía de Barcelona por presunta prevaricación y malversación de caudales públicos. Finalmente y ante la evidencia de la imposibilidad de continuar con el proceso, los comunes han tirado la toalla.