Ada Colau, alcaldesa de Barcelona / EUROPA PRESS

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona / EUROPA PRESS

Política

Siete de cada diez barceloneses rechazan la nueva tasa municipal de residuos

La misma WWF se opone al impuesto tal y como está planteado, al entender que desincentiva el reciclaje y solo pretende una mayor recaudación

6 septiembre, 2020 12:51

Un 69% de los habitantes de Barcelona (casi siete de cada diez) está en contra de la nueva tasa municipal de residuos, mientras un 23% desconoce la medida. Por lo tanto, este impuesto solo lo aprueba un 8% de la ciudadanía, según una encuesta del Instituto Factual de Investigaciones Sociológicas Avanzadas (Ifisa).

Incluso el grupo local de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus siglas en inglés) en Barcelona rechaza este incremento de la factura. En su caso, lo hace a través de un tuit en el que comparte una opinión contraria a la nueva tasa y que se titula Barcelona castiga el reciclaje con una nueva tasa de residuos.

WWF, contra la tasa de residuos de Barcelona

WWF, contra la tasa de residuos de Barcelona

Apoyo de BComú, PSC y ERC

El ayuntamiento aprobó el 28 de febrero el nuevo impuesto (con el apoyo del gobierno municipal y de ERC, y el voto en contra de JxCat, Cs, PP y BCN Canvi), y entró en vigor el 1 de julio.

Sin embargo, la nueva tasa de recogida de residuos en los domicilios, y su inclusión y repercusión en el recibo del agua, ha generado polémica en los últimos días a raíz de las quejas por los incrementos en las facturas. Cabe recordar que la capital catalana es la única de las 23 ciudades que gestiona Aigües de Barcelona en el área metropolitana que paga dos veces por lo mismo: tratamiento de residuos (impuesto metropolitano) y recogida (municipal).

El objetivo del impuesto

¿Qué implica este impuesto, que se incluye en la factura del agua? Tres de cada cuatro (73,3%) hogares de la ciudad pasan a pagar entre 27 euros y 51 euros más al año (entre 4,5 y 8,5 euros adicionales en cada factura). Dicho de otro modo, 557.000 viviendas ya sufren el incremento de la tarifa, mientras que unas 12.500 quedan exentas por vulnerabilidad económica.

Según el consistorio, esta medida busca la mejora del tratamiento de residuos, así como incrementar la recogida selectiva y la reducción de emisiones. A largo plazo, la idea pasa por analizar el comportamiento casa por casa, y premiar a los ciudadanos más comprometidos con el reciclaje. Pero, por ahora, el estudio se hace por barrios.

Buena medida, mala ejecución

La directiva europea para la mejora de la gestión de residuos ha fijado que, en 2025, la recogida selectiva sea del 55% del total, y que alcance el 65% una década después. Hoy por hoy, el porcentaje en Barcelona se sitúa en el 37,7, mientras que la recogida tiene un coste de 191 euros al año por hogar. Se reduciría en el entorno de los 30 euros si se alcanza el objetivo.

Sin embargo, y a pesar de que el fondo de la cuestión es compartido por la mayoría de los partidos del consistorio, no lo son las formas: formaciones como JxCat, PP, Cs y Barcelona pel Canvi ven en esta tasa una nueva fuente de recaudación, ya que, al no realizarse un análisis pormenorizado por hogares, los ciudadanos pagarán igual reciclen o no. Es decir, desincentiva. Los vecinos, según Ifisa, tampoco lo ven claro.

Un millar de personas

Ifisa ha recogido las opiniones de 1.000 encuestados durante la primera semana de septiembre. De todos ellos (mitad hombres, mitad mujeres), un 68% tiene de 35 a 65 años, y el 32% restante tiene de 18 a 34 años.