Ada Colau / EFE

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Política

Colau anuncia un decreto contra Agbar para desviar la atención de su 'impuestazo' del agua

La alcaldesa defiende que la tasa de residuos añadida a la factura del agua es una "obligación europea" y "no tiene marcha atrás"

3 septiembre, 2020 10:09

Ada Colau ha lanzado un nuevo ataque a Agbar para desviar la atención sobre la polémica tasa de residuos añadida en la última factura del agua. La alcaldesa de la capital catalana ha anunciado que el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) prepara un decreto para obligar a la compañía a devolver los importes que, supuestamente, habría cobrado de más. Sin embargo, sobre el impuestazo que también ha hecho aumentar los recibos de este servicio del último mes, asegura que "no tiene marcha atrás" y que seguirá vigente porque es una "obligación europea". 

La líder de Barcelona en Comú ha cargado contra la empresa gestora del agua y ha llegado a insinuar que miente a la opinión pública respecto a los supuestos "errores de gestión" que han revalorizado las facturas. "Agbar lo niega en público, pero lo reconoce en privado", ha asegurado en referencia a las declaraciones de la compañía en las que aseguraba haber aplicado "de forma estricta" la normativa de cobros. Es decir, la regla que marca que si no es posible realizar una lectura real del contador del suministro se realizará una estimación del consumo del hogar, lo que ocurrió durante el Estado de Alarma ya que el personal de Aigües de Barcelona destinado a este fin se quedó en casa. 

La empresa subministradora ya ha dejado claro a todos los que se les ha facturado más agua de la que han consumido que procederán al reembolso de la misma. Queda en el aire saber si la Administración hará lo propio con las tasas asociadas de más percibidas, ya que también van asociadas al consumo. 

La tasa de residuos se mantendrá

Colau, en una entrevista en TV3, ha defendido que "en la ciudad se generan muchos residuos y la Unión Europea nos obliga a hacer esfuerzos para que haya más reciclaje". Un argumento que ha utilizado para defender que la Tasa de Recogida de Residuos (TRR) que entró en vigor este verano (fue creada a principios del ejercicio) no desaparecerá de la factura del agua. Incluso el Síndic de Greuges, que también compra la tesis de que la única culpable de la distorsión con el recibo del agua es la empresa encargada del servicio, recomendó que en ella no se cobrara nada que no tuviera que ver con la gestión de este bien de primera necesidad. 

Ante ello, la alcaldesa se ha sacudido el problema de encima y ha señalado a su equipo técnico como responsables: "Yo no soy técnica, pero [mi equipo técnico] me ha explicado que esa era la fórmula más equitativa de identificar los tipos de consumo y la generación de residuos de cada hogar". También ha minimizado el impacto de este impuesto en los bolsillos de los ciudadanos al asegurar que se trata de un aumento de entre 4,5 y 8,5 euros cada dos meses "en la inmensa mayoría de los hogares".

Impuesto metropolitano de residuos

No ha hecho ningún comentario sobre que la TRR grava el mismo concepto que otro impuesto que se cobra a nivel metropolitano: la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR) que también incrementó en el inicio del ejercicio en curso. Existe un tercero que también ha encarecido la factura del agua en los últimos meses, la de la gestión del alcantarillado. También forma parte de la fiscalidad de Barcelona, no se cobra a nivel metropolitano, que se revalorizó en 2020. 

Hace meses que en Barcelona existen voces que advierten de que el incremento de los impuestos asociados al consumo del agua impactaban de forma directa en el bolsillo de los consumidores. El confinamiento provocado por la pandemia ha retrasado la entrada en vigor de la TRR y propició que se congelara la facturación de la TMTR durante las semanas más duras de la crisis económica asociada a la enfermedad. Con todo, la nueva normalidad ha propiciado que se cumplieran las previsiones más pesimistas. Los ideólogos de las tasas, BComú, intentan reavivar la guerra del agua para eludir cualquier responsabilidad.

Insiste en la municipalización

Colau ha aprovechado la polémica para poner de nuevo en la palestra su propuesta de municipalización de la gestión del servicio. La alcaldesa ha defendido que los grandes aumentos por las estimaciones en la factura "no habrían pasado si tuviéramos la gestión municipal" del agua y que "seguirán planteando" conseguirla, a pesar de que sus intentos previos han sido infructuosos.

En la actualidad el servicio depende de una sociedad mixta --Empresa Metropolitana de Gestió del Cicle Integral de l'Aigua-- que depende de Agbar al 70%, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona y CriteriaCaixa Corp tienen un 15% cada una.