Una pareja de agentes de los Mossos d'Esquadra

Una pareja de agentes de los Mossos d'Esquadra

Política

Un agente denuncia el veto al castellano en los Mossos: "Tengo prohibido expresarme en español"

Un 'mosso' explica por carta cómo la cúpula de la policía autonómica fuerza a sus subordinados a hablar solo en catalán porque hacerlo en español puede suponer la "suspensión de empleo y sueldo"

21 agosto, 2019 11:18

"Si te expresas en español estás incapacitado para ser mosso". Así de contundente se muestra un agente de los Mossos d'Esquadra que ha denunciado este martes cómo la cúpula de la policía autonómica, apoyada por el Govern de la Generalitat, veta la lengua madre de la mitad de catalanes si se quiere trabajar en el cuerpo. 

El agente ha enviado una carta al lector en El Periódico, firmada como Marcos García, en la que también sostiene que para ascender dentro de los Mossos "meritan" el catalán y el aranés, pero en ningún caso el castellano: "Creo recordar también que la mitad de los catalanes utilizamos el español como lengua vehicular y la otra mitad también lo entiende puesto que se estudia la friolera de dos horas a la semana en las escuelas. Para ascender y para ganar un destino fijo meritan el catalán, el aranés y varios idiomas extranjeros. ¿A que no adivinan qué idioma no merita? Han acertado". 

Llamadas al orden

En su misiva abundan los ejemplos de cómo los superiores fuerzan a los aspirantes a mosso a hablar el español "en sus casas", pero nunca estando de servicio: "Durante un curso cometí la temeridad en un momento de estrés de utilizar mi lengua materna, el inspector que impartía la formación rápidamente me llamó al orden ante el resto de alumnos".

García, cuando años más tarde fue instructor en la Escuela de Policía de Catalunya, relata cómo el intendente se presentó así: "Bon dia, a casa seva cadascú que parli com vulgui, però aquí només es parla en català".

Suspensión de empleo y sueldo

Otra de las escenas que retrata es cuando un instructor se indignó porque un alumno le había preguntado si en caso de ponerse muy nervioso podía expresarse en castellano, a lo que él le contestó un no rotundo. "Suspendió la práctica", remacha en su carta pública.

La censura llega a puntos extremos, en los que ni siquiera se pueden dirigir a un superior en la otra lengua de Cataluña: "Solo puedo hablar español si un ciudadano me lo pide o en conversaciones privadas con algún compañero, Dios me libre de hacerlo con un superior jerárquico o alguien que no sea de confianza". La respuesta a utilizar esta lengua puede ser la suspensión "de empleo y sueldo", añade.

"Radical y politizado"

El agente finaliza su denuncia en los medios asegurando que en la "Guardia Urbana de Barcelona existe libertad para utilizar ambos idiomas", donde algunos redactan informes y hablan por emisora en catalán y otros lo hacen en español con total normalidad.

"Dos modelos distintos, uno plural y reflejo de la sociedad, donde prima la libertad personal para escoger entre los dos idiomas oficiales, y otro radical y politizado, alejado de la realidad social, donde se prohíbe hablar en español", concluye.