Ernest Maragall (i) y su sucesor al frente de la Consejería de Acción Exterior y Transparencia de la Generalitat, Alfred Bosch (d) / TWITTER

Ernest Maragall (i) y su sucesor al frente de la Consejería de Acción Exterior y Transparencia de la Generalitat, Alfred Bosch (d) / TWITTER

Política

Las 55 preguntas que los responsables de Transparencia del Govern rechazan responder

Los consejeros Maragall, Bosch y Solé se han negado a rendir cuentas sobre el gasto de la diplomacia catalana, que cuesta cada año 76 millones de euros

17 octubre, 2020 00:00

“Las instituciones debemos mostrarnos abiertas, transparentes pero, sobre todo, permeables”. Así habló ayer el consejero de Acción Exterior, Transparencia y Relaciones Institucionales, Bernat Solé, en un acto en Figueres (Girona). El consejero predica, pero no da ejemplo. Desde diciembre de 2018, su consejería se ha negado a responder a 55 preguntas orales relacionadas con la diplomacia catalana.

Asimismo, ni Solé, ni sus predecesores en el cargo, Ernest Maragall y Alfred Bosch, todos ellos de ERC, han comparecido en la Comisión de Acción Exterior del Parlament para rendir cuentas del gasto que generan la red de “embajadas”, cada vez más extensa --en breve se pondrán en marcha las de Australia, Senegal y Japón--, o Diplocat, así como los viajes y contratos suscritos.

El 'conseller' de Acción Exterior, Alfred Bosch (d), en el Orfeó Català de México / EP

El 'conseller' de Acción Exterior, Alfred Bosch (d), en el Orfeó Català de México / EP

No puede ser más paradójico. Es precisamente la Consejería de Transparencia de la Generalitat la que se ha negado a responder un total de 55 preguntas parlamentarias de la diputada de Ciudadanos Susana Beltrán, quien ha pedido en diversas ocasiones el amparo de la Mesa del Parlament y a quien el GAIP (Comisión de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública) ha dado la razón en repetidas ocasiones.

La diputada de Ciudadanos, Susana Beltrán

La diputada de Ciudadanos, Susana Beltrán

Así, entre las preguntas no contestadas por la consejería figuran las funciones de las oficinas del Govern en el exterior, la comitiva que acompaña al consejero en viajes como a México, la contratación de personal laboral, los gastos en el mantenimiento de webs dedicadas a internacionalizar el procés, los informes enviados al Ministerio de Exteriores que justifican la apertura de “embajadas”, las diferencias entre la delegación de la Generalitat en Francia y la Casa de la Generalitat en Perpiñán o el resultado del envío de cartas a organismos internacionales en los que se acusa a España de espiar las delegaciones catalanas.

Y también Relaciones Institucionales

Se da la circunstancia de que el citado departamento también tiene asumidas las competencias en materia de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, siendo este último negociado el responsable de conectar al Govern con el Parlament. Y si algo tienen en común los tres consejeros que han pasado por este departamento --Ernest Maragall, Alfred Bosch y Bernat Solé-- es que siempre se han negado a dar explicaciones sobre los gastos de su departamento.

El consejero de Acción Exterior, Bernat Solé, máximo responsable de transparencia de la Generalitat  / EFE

El consejero de Acción Exterior, Bernat Solé, máximo responsable de transparencia de la Generalitat / EFE

Una dejación de funciones, en conjunto, que cuesta al erario público 76 millones de euros, 25 de los cuales van destinados a cooperación. El resto corresponde a una actividad internacional cuestionada por la Justicia y el Tribunal de Cuentas, pues buena parte de ella se ha dedicado a divulgar la causa secesionista.

“Formas autoritarias y peligrosas” 

“Solé solo ha respondido a una pregunta en Comisión referida a la lucha contra el Covid. Otras 55 están pendientes de respuesta. La más antigua es de diciembre de 2018”, explica Beltrán a Crónica Global. Considera que este rechazo “redunda en más opacidad, supone un desprecio a la actividad de los diputados y a la labor del Parlament. Son preguntas que afectan a millones de euros que pagamos todos los catalanes”.

La diputada sospecha de estas “formas autoritarias y peligrosas” que “no admiten ni el debate ni la crítica”, pues “si no quieren rendir cuentas de lo que gastan en viajes, contratos y delegaciones, debemos sospechar que es dinero dilapidado y derrochado.

Por todo ello, la parlamentaria de la formación naranja ha pedido a la Mesa de la Comisión de Acción Exterior que se fije una fecha para que el consejero proceda a responder a las 55 preguntas pendientes “dado que han trancurrido la friolera de 21 meses sin que haya sido contestada la pregunta oral más antigua”.