La Generalitat tiene pendiente conectar a 100.000 catalanes a la red Ter-Llobregat en plena sequía
- La Agencia Catalana del Agua debe licitar las obras de conexión en 14 municipios y estudia las solicitudes de otros 16
- Las reservas de agua se acaban en los 30 pueblos y ciudades que han pedido abastecerse de un sistema extremadamente mermado
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Vallirana no es el único. 30 pueblos y ciudades donde habitan unos 100.000 catalanes-esperan a que la Generalitat los rescate del ostracismo hídrico. Estas localidades se autoabastecen de su red propia de pozos y depósitos de agua, pero la peor sequía que vive Cataluña desde que se tienen registros los ha dejado en fuera de juego; algo que, de forma lamentable, comparte con la práctica totalidad del territorio, en situación de emergencia desde este viernes.
Los despachos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), la empresa pública autonómica que gestiona los recursos hídricos del territorio, tienen sus peticiones sobre la mesa. De esa treintena de localidades que aguardan las infraestructuras, en 14 casos ya han sido aprobadas y están a la espera de que se liciten las obras, mientras que las otras 16 están aún bajo estudio.
Municipios que se conectarán a las cuencas internas
Entre los 14 municipios que han recibido el visto bueno de la ACA destacan Sant Celoni o Vallirana, a los que les siguen localidades más pequeñas: Calonge de Segarra, Copons, Jorba, Prats de Rei, Rubió, Sant Martí Sesgueioles, Sant Pere Sallavinera, Veciana, Castellví de la Marca, Sant Martí Sarroca, la Palma de Cervelló y Vallgorguina.
Los vecinos que dependen de las redes de captación y abastecimiento de agua de cada uno de estos municipios son unos 46.000.
Licitación de la mayoría de ellos en 2024
Más de la mitad de todos estos ayuntamientos pertenecen a la comarca de la Anoia. El calendario de la Entidad de Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL) prevé que sus proyectos se liciten en 2024 y que las primeras conexiones puedan estar listas a finales de 2025, después de haber aprobado los convenios de conexión en consejo de administración el pasado diciembre.
Un caso que ejemplifica lo que se vive en estos lugares es el de Vallirana, que después de ocho años de pedir la conexión, la ACA se ha comprometido a acelerarla para que la suya sea una de las que entren en funcionamiento el próximo año. Sus pozos agonizan -tienen un paupérrimo 7% de agua- y sus vecinos y depósitos subsisten a base de camiones cisterna por las recurrentes incidencias que provoca tener tan pocas reservas.
Localidades que esperan la aprobación de la ACA
Entre los 16 municipios que han solicitado recibir agua de las cuencas internas y aún esperan la resolución de la ACA figuran algunos medianos como Tordera, Santa Margarida de Montbui o Maçanet de la Selva; y completan la lista Cabrera d'Anoia, Gualba, Riells i Viabrea, Sant Esteve de Palautordera, Aguilar de Segarra, Sant Feliu de Codines, Vilalba Sasserra, Sant Pere de Riudebitlles, Torrelavit, Campins, Òlius, La Llacuna y Mediona.
En total, hablamos de cerca de 60.000 catalanes que se abastecen principalmente de aguas subterráneas, a través de pozos de captación, y a menudo deben afrontar episodios de baja calidad del agua como consecuencia de la elevada concentración de nitratos.
Impacto en las cuencas internas
A pesar de que hablamos de 30 municipios y de 100.000 personas, su eventual integración "no representaría un cambio sustancial" para las cuencas internas, que en la actualidad están sólo al 15,8% de su capacidad. Lo asegura Xavier Latorre, presidente de Amigos del Agua tras cuatro décadas en cargos de gestión de los recursos hídricos de Cataluña, aunque agrega: "Las reservas son las que son y cuanto más seamos, menos tocará a cada uno".
"Hace falta hacer un esfuerzo difícil y caro para buscar nuevos acuíferos y, sobre todo, invertir en regeneración de algunos que se han echado a perder", según palabras del exdirectivo de la ACA.