El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament EUROPA PRESS

Política

Aragonès hace frente a su bestia negra: cómo gestionar la emergencia por sequía

  • El agravamiento de la sequía se producirá en paralelo al acercamiento de unas elecciones autonómicas en las que el republicano se juega el sillón de la Generalitat
  • El 'president' no lo tendrá fácil para agotar la legislatura ante una oposición que intentará desgastarle
2 febrero, 2024 00:00

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Es un hecho. Cataluña ya está en emergencia por sequía y los ciudadanos tendrán que hacer frente a restricciones mucho más duras que se dejarán notar en sus vidas y que, además, podrían empeorar en los próximos meses si la situación no mejora -las previsiones no son buenas-. Pero no sólo los catalanes se verán afectados por estas medidas, sino que éstas también golpearán de forma grave a sectores económicos como agricultura, ganadería, industria y turismo.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, activa la emergencia por sequía

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, activa la emergencia por sequía Lorena Sopena / Europa Press Sau

Así, la emergencia por sequía será uno de los principales desafíos que habrá de gestionar el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el final de su mandato. La gestión va a absorber al republicano y, en época estival, la situación será peor. El agravamiento de la escasez de agua -con un verano difícil- se producirá en paralelo al acercamiento de unas elecciones autonómicas en las que el republicano se juega el sillón de la Generalitat.

¿Sobrevivirá Aragonès a la sequía?

Aragonès no ha tenido un mandato fácil, pero hasta ahora había logrado sobrevivir a duras penas con un perfil bajo. Primero, ante la salida de Junts del Govern y, después, consiguiendo la aprobación de los Presupuestos con el apoyo del PSC y de los comunes. Pero esta vez no lo tendrá tan fácil ante una oposición que tratará de desgastarle en el final de la legislatura.

Y es que, si bien desde el PSC le tienden la mano para hacer frente a la sequía, también le afean que no haya creado infraestructuras durante una década, provocando ahora que haya que estar mirando al cielo para que la lluvia solucione la situación de emergencia. Los socialistas siempre han pregonado la política útil para defender los intereses de los catalanes -por eso votaron a favor de los Presupuestos de 2023 y se prevé que hagan lo mismo con las cuentas de este año-, pero no cabe duda de que Salvador Illa aprovechará esta situación para evidenciar ante el electorado catalán que ERC no gestiona bien en solitario y que en la Generalitat hace falta un cambio de rumbo.

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa

El 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa Europa Press

El clima político que le espera

Pero los socialistas no son los únicos que tratarán de desgastar a Aragonès. Junts le tiene ganas a ERC, y así lo demostraron en la última sesión de control al Govern, donde el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, le reclamó una nueva "cumbre del agua" en lugar de velar por “intereses partidistas” con la remodelación de Ejecutivo autonómico.

Los neoconvergentes le acusan de focalizarse en exigir a la ciudadanía que reduzca el consumo del agua, cuando ellos también tienen responsabilidad. También le criticaron los cambios en el Govern -con el ascenso de Laura Vilagrà y Sergi Sabrià- y aseguraron que el problema no era de estrategia ni de comunicación, sino de "mala gestión y falta de proyecto". Unas agrias críticas que pusieron en alerta a Aragonès sobre cuál será el clima político que le espera hasta las elecciones.

El pantano de Sau, en mínimos

El pantano de Sau, en mínimos LORENA SOPENA EUROPA PRESS

La oposición critica las medidas

Tampoco han gustado las nuevas medidas al resto de partidos. Desde En Comú Podem, el portavoz de medioambiente Enric Bárcena censura que “la agricultura o algunos sectores están haciendo esfuerzos y otros como el turismo no tienen ningún tipo de obligación ni de restricciones específicos”. Desde el PP, el diputado Dani Serrano ha exigido al Govern que “cualquier medida que comporte más restricciones para los distintos sectores económicos debe ir acompañada de ayudas económicas para los mismos”.

En la misma línea se ha pronunciado la portavoz adjunta de Ciudadanos Marina Bravo, quien apunta que “nos encontramos ante gobiernos cortoplacistas incapaces de planificar y ejecutar y quienes lo pagan son los de siempre”.

El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès

El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès EUROPA PRESS

PSC y Junts, sus principales rivales

Sea como sea, con o sin apoyos parlamentarios, Aragonès no lo tendrá fácil. Porque por muchos cambios que haga en el Govern y por mucho que haya sido avalado para ser el candidato de ERC, de él no depende que llueva. Pero sí que la Generalitat no haya tomado antes cartas en el asunto. Y los sectores afectados podrían revolverse contra su gobierno en las elecciones catalanas si salen muy tocados de esta crisis.

Socialistas y neoconvergentes -sus principales adversarios a la hora de hacerse con el poder de la Generalitat- pondrán velocidad de crucero para evidenciar que el president y sus consellers han estado sumidos en la inacción durante los últimos años y que no están capacitados para hacer frente a los desafíos del futuro.

Salvador Illa, jefe de la oposición en Cataluña por el PSC, en el Parlament

Salvador Illa, jefe de la oposición en Cataluña por el PSC, en el Parlament Cedida

Así, si Aragonès decide agotar la legislatura, habrá de hacerlo lamiéndose las heridas de los ataques de PSC y Junts, y esperando que las actuaciones posibilistas de ERC en Madrid le posibiliten buenos resultados electorales. O, al menos, lo justo y necesario para salvar los muebles y seguir gobernando.