El calendario de investidura de Sánchez se estrella contra el protagonismo de Puigdemont

Hoy por hoy, uno de los principales escollos es que dos de las personas de su máxima confianza se vean beneficiadas por esa medida de gracia. Esas son el jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, y su abogado, Gonzalo Boye, acusados de delitos de malversación y prevaricación y blanqueo de capitales, respectivamente.

Las conversaciones entre Junts y los socialistas siguen estancadas a la espera de alcanzar un acuerdo que incluya a estos dos grandes apoyos que le han acompañado durante sus años de fuga.

Quien tienen asumido que quedará fuera es la presidenta de la formación, Laura Borràs. Si bien en un primer momento se esperaba que el prófugo luchase para librarla de su condena por corrupción, finalmente la expresidenta de la Cámara catalana quedará excluida, según ha confirmado el exportavoz de En Comú Podem en el Congreso y negociador de Sumar para la investidura, Jaume Asens.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, durante su juicio en el TSJC, a 10 de febrero de 2023, en Barcelona DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Borràs, un "lastre"

No cabe duda de que Borràs es una de las figuras más destacadas de Junts, pero también de las más controvertidas. Y es que los sectores menos radicales la ven un “lastre”, por lo que “no tienen ninguna prisa en rehabilitarla”. “Otra cosa es que a Puigdemont le interese hacer determinado paripé ante ella y sus fieles, cada vez menos y más callados”, expresan fuentes cercanas.

Pero más allá de quién se ve beneficiado o no por la ley de amnistía, el motivo que realmente está retrasando la investidura de Sánchez es la pugna entre ERC y Junts.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con el líder de ERC, Oriol Junqueras, en plena firma del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez ERC

En los últimos días, los dirigentes republicanos han ganado protagonismo tras cerrar un acuerdo con el PSOE sobre la ley de amnistía a los implicados del procés, el traspaso de Rodalies a la Generalitat y el compromiso de condonación de 15.000 millones de deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Además de la foto de Oriol Junqueras con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

Más duros ante su electorado

De ahí que los neoconvergentes quieran marcar distancias con sus exsocios de Govern y enemigos íntimos, en un afán de centrar el foco y evitar ser tildados de botiflers ante los suyos. Así, parece que en las últimas horas han encontrado una manera de distinguirse y marcar pedigrí independentista frente a ERC dilatando la negociación y manteniendo en vilo a Cataluña y el conjunto de España, no aceptando tan “rápidamente” las condiciones del PSOE para mostrarse más duros ante su electorado.

Y es que, si bien los apoyos electorales de Junts han ido menguando en los últimos años, para buena parte de la cúpula la clave de su resistencia pese a no estar en el Govern y haber perdido cuotas de poder (un ejemplo destacado es la Diputación de Barcelona) ha sido ser “coherentes” con su discurso radical y no haber emprendido cambios de posición como sí ha hecho ERC.

Turull defiende alargar la negociación

Es el caso de dirigentes destacados como Jordi Turull, secretario general del partido, quien defiende alargar la negociación y “no dejar tirado a ningún soldado” en una carta a la ejecutiva de su partido.

Secretario general de Junts, Jordi Turull, en el homenaje a Lluís Companys JUNTS

En las próximas horas y días, veremos si el alcance de la amnistía deja de ser un impedimento para avanzar en la investidura o si las negociaciones siguen encalladas. Por el momento, la única certeza es que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha habilitado todos los festivos hasta el 27 de noviembre, lo que desliza la posibilidad de que los de Puigdemont se harán de rogar aun más.

Una estrategia habitual en la formación, experta en apurar los plazos y en los giros de guión en el último minuto.