ERC ve en Junts un cambio de siglas pero no de formas: "No han terminado con la corrupción"

La condena a Laura Borràs por prevaricación y falsedad documental se ha convertido en un nuevo motivo de enfrentamiento entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat). La formación que preside la Generalitat ha acusado este lunes a sus hasta hace poco socios de coalición en el Govern de ser herederos de la antigua Convergència (CiU), y albergar en su seno a personas con causas judiciales equiparables a la corrupción.

Así lo ha expresado la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, al afirmar que Junts ha cambiado de nombre pero no de formas: "Lamentamos que en Junts no han terminado con la corrupción, y esto es así porque han podido cambiar las siglas en los últimos años, pero no las formas".

Piden a Borràs que dimita

Desde la formación republicana insisten en que Borràs debería dimitir por su propia iniciativa como presidenta del Parlament, cargo del que fue apartada de forma provisional el año pasado. Algo que contrasta con la actitud de ésta, pues no sólo rechaza renunciar, sino que además exige ser restituida.

La portavoz de ERC ha instado a Junts y a la propia Borràs a actuar, y ha enfatizado que si esto hubiera ocurrido en la formación republicana, ya hubiera tenido que dimitir. Por ello, tras reivindicar que se debe combatir, erradicar y no tolerar la corrupción, ha emplazado a los posconvergentes a "dar un paso adelante" para buscar una solución a su relevo en el Parlament.

Según Vilalta, de lo que se trata es de proteger las instituciones catalanas y al secesionismo, evitando que queden "manchados por sombras de corrupción".

Blanquear la "represión"

La portavoz republicana ha recurrido a la habitual terminología secesionista para desvincular a los procesados por el golpe al Estado de 2017 del caso de Borràs: "Esto no tiene nada que ver con la represión política que sufre el independentismo, exiliados como Carles Puigdemont o presos políticos como Jordi Turull, Oriol Junqueras y Dolors Bassa. Mezclarlo todo es blanquear mucho la represión", ha dicho, en alusión a los políticos presos e indultados y a los fugados por el referéndum ilegal y unilateral del 1-O.

Pese a constatar que la sentencia de Borràs no es firme, Vilalta ha sostenido que deben regirse en base a lo que establece el reglamento del Parlament y ha añadido que actuarán "en función de lo que vaya pasando", también a la espera de lo que dicte la Junta Electoral Central (JEC).

No cuentan con los constitucionalistas

La portavoz de ERC, asimismo, ha dado a entender que su partido ignora a las formaciones constitucionalistas para elegir la nueva presidencia de la Cámara catalana. Según sus palabras, ahora puede ser "una oportunidad para rehacer el acuerdo entre el movimiento independentista para volver a poner las bases al elegir quién debe presidir el Parlament y el consenso en la estrategia hacia la república catalana".

"Defendemos que la presidencia del Parlament la debe tener alguien del movimiento independentista, que represente la mayoría independentista que tenemos", ha insistido.

Críticas a los partidos de izquierdas

Los socios de la antigua Convergència a lo largo de la última década --en la cual la Generalitat aprobó severos recortes en servicios sociales básicos en Cataluña--, asimismo, han aprovechado la ocasión para criticar a la izquierda española, de la cual creen que ha sido "en demasiadas ocasiones poco ambiciosa con las políticas más progresistas y de raíz democrática, y en la defensa de derechos", según Vilalta.

La portavoz republicana ha puesto como ejemplo de tal acusación la nueva reforma laboral aprobada en el Congreso por PSOE y Unidas Podemos, que a pesar del voto en contra de ERC, ha cambiado la anterior legislación del PP.